Imagen de la web ágreda.com
Hace pocos días se cumplió un año más del asesinato de mi abuelo Feliciano y de sus compañeros de Torrellas, Luis, Marcelino y Gregorio. Por esa razón y porque se acercaba el día de Todos los Santos, acompañé a mi madre y a mi hermana a rendir la visita anual que hacemos al cementerio de Ágreda, en la provincia de Soria, donde reposan sus restos.
Mientras las miraba realizar el ritual de cambiar las flores del año pasado por otras frescas que habíamos llevado, me dio por pensar que los nuestros no estaban solos, que tenían dos centinelas que les guardan eternamente.
El primero es un ciprés que no es, por cierto, el único del cementerio. Pero está un poco alejado de sus congéneres. Como alejada está del resto de sepulturas la fosa común de los nuestros. Quizás esta soledad le ha fortalecido, pues siempre está, orgulloso y erguido, como un soldado, proyectando su alargada sombra sobre quienes reposan bajo sus raíces, y cuyos huesos forman a buen seguro parte de su savia.
Dicen las leyendas que en ciprés se convirtió Cyparisso, amante de Apolo, tras matar inadvertidamente con su jabalina a un cervatillo que era sagrado para el dios. Fue tanta la pena y el desconsuelo que sintió Cyparisso que Apolo lo convirtió en ese árbol que desde entonces está presente en todos los rituales de los muertos. Me gusta pensar que los charcos secos de resina que nos encontramos junto al tronco son las lágrimas que Cyparisso está condenado a derramar por toda la eternidad.
Imagen de la web Magia verde. El poder secreto de las plantasEterno se sabe también el segundo centinela. Y con no menos pedigrí mitológico. Se trata de una montaña, tan cercana que casi se puede tocar con la mano. Es el Moncayo, un gigante de barbas blancas. Sagrado ya en los tiempos de la Celtiberia, mira con altivez desde su altura las tierras aragonesas.
Ese día nos mostraba su cara más amable, ocres y verdes de un otoño hermoso. Hermoso como las poesías que inspiró a Machado y a Bécquer, quien dejó, qué casualidad, la curiosa leyenda de una corza blanca, la azucena del Moncayo, muerta por la saeta de una ballesta.
El Moncayo visto desde Cueva de Ágreda. Imagen de la web eltiempo.esHoy, día de Todos los Santos, estoy bastante deprimido. Acabo de llegar de realizar el recorrido, cada vez más largo, de visitas a mis seres queridos desaparecidos. El día acompaña a mi tristeza. Nublado, casi con niebla, muy propio de estas latitudes en la fecha de hoy.
Es tan triste tener allí a los nuestros, lejos de su pueblo y de los suyos… Es tan triste que hayan pasado tres generaciones desde su muerte…Es tan triste que no podamos aún exhumarlos con todas las garantías y que todo sean obstáculos para hacerlo… que a veces tiene uno que intentar evadirse de la realidad, buscando la belleza oculta tras cualquier situación por dura que sea.
Por eso hoy, 73 años después del cobarde asesinato por los fascistas de mi abuelo y de sus compañeros, escribo esta entrada en su memoria. Aunque en su memoria son todas y cada una de las palabras de este blog.
En su memoria y en la de TODOS los que creyeron en la República, en la Libertad y en la Democracia hasta morir por esos ideales, os pido, amigos, un pensamiento para ellos.
Y a Cyparisso y al Mons Caius, que sigan vigilantes hasta que un día no muy lejano podamos relevarles de su guardia, porque ya no tengan a nadie a quien guardar.
Salud y República.
Esto saldra en la pagina al pulsar leer mas
He pasado de la indignación que tus últimos Posts me hacía sentir al leer las barbaridades de cada uno de estos criminales.. a una infinita tristeza me siento muy cerca de tí y de tu familia en vuestro encuentro con tu Abuelo... Esta hermosa evocación de estos Sentinelas y referencias mitológicas, estas presencias que velan el sueño de estos Grandes Hombres me dan ganas de enmarcar esta Entrada, la voy a guardar, con tu permiso...
ResponderEliminarTe dejo besos muy emocionados, hoy y flores para el lecho donde duerme , este lecho que esperemos provisional(son demasiados años).. otro lo espera, allí TIENE QUE DESCANSAR, cerca de vosotros...
Querido Daniel, al leer este emotivo post recordé que entonces hace un año que te vengo leyendo, no recuerdo como llegué pero si tengo presente la emoción que me causó leerte, y gracias a vos conocer detalles que desconocía de el período mas negro de la historia de tu Patria, que en definitiva es la patria de mis ancestros.
ResponderEliminarEntiendo querido amigo que estés desanimado a veces, pero quizás no te des cuenta de la magnitud de tu obra al hacernos conocer lo que le ocurrió a tu querido abuelo y a sus compañeros, es el mejor homenaje que se me ocurre. Como siempre el arma de los asesinos y de los actuales seguidores de los criminales que terminaron con la vida de tu abuelo y de ese sueño que fue la REPUBLICA es justamente el olvido, borrar la memoria, pero vos con tu labor los estas derrotando. La verdad que vos traes todos los domingos hace que la oscuridad, el olvido y el silencio huyan derrotados.
Somos muchos, quizás mas de los que vos te imaginás los que ahora sabemos de Torrellas, y de ese sueño que les arrebataron a los tuyos, y en definitiva a todos nosotros.
Si hay otra vida después de la muerte, no dudo que tu abuelo y tu abuela deben de estar orgullosos de vos, y de tu lucha, y si no la hay tenés que pensar que tu abuelo estaría lo mismo orgulloso del nieto que tiene.
Estoy seguro que tu obra no es en vano, que finalmente los objetivos trazados se van a cumplir.
Te mando un abrazo y no flaquees, el ciprés, la montaña y todos nosotros velaremos por ellos hasta que se cumplan tu objetivos.
SALUD Y REPUBLICA!
Hoy es dia de recordar,y que mejor manera de hacerlo que evocando su memoria ademas de la manera que lo haces mostrando esos dos gigantes que los guardan ,mi recuerdo para todos aquellos que dieron su vida por defender una causa y unas ideas justas ,nos vemos.
ResponderEliminarTu abuelo y sus compañeros ahora están siempre a tu lado y al lado de muchos desconocidos que te leemos, deseo que su proximidad también sea física,pero piensa que has conseguido tenerlo cerca y acercarlo a muchos que no sabíamos de él.
ResponderEliminarJaime.
Me uno en tu tristeza y en el reconocimiento de todos los asesinados vilmente.
ResponderEliminarMe uno hoy y todos los días porque todos los días estamos esperando una nueva primavera que les redima y les consuele.
Porque esperamos que vuelvan a salir los rayos luminosos de su memoria.
Y que sepan todos aquellos que se oponen,que no quieren,que sepan que nuestra paciencia es infinita,matemáticamente infinita.
Un abrazo desde el desconsuelo
Amigo Daniel, entiendo perfectamente el trance por el que pasas, sobretodo en los 1 de Noviembre. Pero también te digo que más pronto que tarde se abrirán las alamendas y se podrá exhumar a tu abuelo y sus compañeros. Y, entonces, te darás cuenta de que todo ha valido la pena, de que este largo proceso te ha servido también para fortalecerte y aprender de aquellos que murieron por defender la libertad y la democracia. Y hoy, poco a poco conseguiremos que salgan del olvido y de la fosa común que no les corresponde. Porque la Memoria y la lucha por mantener esa llama viva nos hace más fuertes, aunque pasemos momentos difíciles.
ResponderEliminarEstoy contigo compañero. ¡Y juntos podremos!
Salud y República
Querido Daniel, si no me pierdo mi visita en la tarde del domingo sabiendo que voy a encontrar un capítulo más de nuestro pasado, que me va a servir para abrir los ojos, para no olvidar, para recordar a tantos y tantos que lucharon por nuestra libertad, hoy tu entrada me ha llegado muy adentro. Es profundamente triste, es realmente bellísima. De verdad, no sabes cuanto me ha emocionado. Yo creo que tu abuelo de alguna manera, allá por donde esté, vete tu a saber, sabrá que tiene todo el cariño de su familia y que no le abandonáis.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Carmen
Todos lo que como tu abuelo fueron asesinado por la barbarie fascista estarán siempre en nuestra memoria, sobre todo mientras haya personas como tu que nos los recuerdan dia a dia.
ResponderEliminarSalud, República y Socialismo
Daniel...esperemos que algún día todos puedan estar donde debían y que podáis rendir el cariño y homenaje a vuestros seres queridos en donde se debe.
ResponderEliminarPreciosa imagen que los acompaña...Un abrazo y recuerda que el espíritu de tu abuelo sigue vivo en cada una de tus letras
Un abrazo
A veces el destino tiene lindas formas de mostrar la verdad. Mirá los vigilantes que tiene esa tumba. No es un error encontrar la belleza en los momentos oscuros. Cuando parece que todo es más complicado, encontraste este mínimo alivio: ver la belleza, ver que el mundo en sí, cuando no los gobiernos, o quienes deberían hacerlo lo hacen, sigue vigilando a tu abuelo y a los suyos.
ResponderEliminarNo estés triste. No estás solo.
Un abrazo grande.
Me he emocionado al leer estas lineas llenas de sentimientos,sentimientos que tú y yo compartimos,también pense,mientras estaba allí que ojala este año sea el último y podamos ver nuestro sueño cumplido.Me llena de orgullo el trabajo que realizas y piensa que ellos desde donde estén también lo estaran.Te quiero y te mando un beso muy fuerte
ResponderEliminarQueridos amigos:
ResponderEliminarGracias a todos por vuestras palabras. Si siempre es triste recordar a quienes nos dejaron, a quienes fueron tanto para nosotros, aún lo es más en un día como el de ayer en el que uno realiza un recorrido por todos los lugares donde reposan sus seres queridos. Ese recorrido cada año que pasa es un poco más largo, pues junto a quienes por ley de vida se han ido, hay que unir a los que nos dejaron en la flor de la juventud, como mi hermano, que falleció con tan sólo 30 años, cuando la vida empezaba a sonreirle. Y como algunos amigos que también se han ido mucho antes de lo que tenían que haber hecho, después de años de dura lucha y cuando parecía que la vida les daba una tregua para disfrutarla.
A mi abuelo no llegué, ni mucho menos, a conocerle. Pero lo llevo tan adentro como si hubiera podido disfrutar de su cariño, de su voz y de sus enseñanzas. Para mi es una cuestión personal que llegue un día a reposar junto con mi abuela, en un lugar elegido por nosotros y no en una tierra extraña impuesta por sus asesinos.
Por eso, la espera para exhumarle a él y a sus compañeros se hace larga, pues los seres humanos no podemos controlar el tiempo y éste va en contra nuestra. Los únicos tres descendientes directos que quedan de aquellos cuyos huesos alimentan la savia de Cyparisso y reciben las nieves y el cierzo del Mons Caius, ya pasan de 70 años. Y es normal que desesperen de tener los restos de sus padres con ellos.
La verdad es que ya podríamos haberlos exhumado. Pero si lo hacemos así (y puede ser que al final así tengamos que hacerlo), no quedará constancia jurídica alguna de que fueron asesinados. Pues de todos es sabido que, si desaparece el cuerpo del delito, no existe delito.
Por eso queremos que haya un juez presente cuando procedamos a la exhumación, que levante acta para que, cuando se hagan las identificaciones de los restos quede constancia de cómo han aparecido (lo más seguro es que presenten el consabido tiro en la nuca y otras señales de los disparos que recibieron).
Hasta ahora solo una jueza en España ha tenido las "narices" de facilitar una tutela judicial a una exhumación. La judicatura de este país está dominada por elementos de las más rancia derecha que no quieren ni oir hablar de la Memoria Histórica y mucho menos facilitarla. Los jueces a los que podríamos llamar progresistas tampoco se atreven, supongo que porque verían peligrar su carrera.
Los familiares estamos intentantando conseguir la tutela judicial. Pero todo son obstáculos y retrasos porque no hay voluntad política del gobierno para actuar de oficio como debería y hacer las cosas fáciles para las familias.
En estas circunstancias a veces se viene uno un poco abajo. Menos mal que amigos como vosotros, generosos en vuestras palabras de ánimo y en vuestro apoyo, vuelven a poner las cosas en su sitio dándome nuevas fuerzas para seguir en la brecha.
No os podéis hacer idea de hasta qué punto sois importantes para mi.
Por eso, os mando un fuerte abrazo a todos y cada uno. Gracias por estar ahí.
Daniel, me ha emocionado especialmente esta entrada dedicada a tu abuelo -ya dices que realmente todo el blog es en homenje suyo-.
ResponderEliminarSu particularidad, su especial dolor, fue la forma y el porqué de su muerte.
Los restantes muertos habidos en las familias, pasado Su tiempo, que puede ser más o menos largo No Dejan Tanto Rastro.
Hablas de un hermano joven muerto. Cualquier muerte que suceda antes de lo que entendemos como Natural -la vejez- nos Impresiona en Exceso. No estamos preparados para la Muerte, aún sabiendo que ella va aparejada a la Vida y te puede sobrevenir de múltiples maneras.
Mi hermano mayor, murió a los 49 años de Muerte Súbita -se da entre recién nacidos y deportistas-. Cuando sucede algo así te quedas perpleja, no comprendes qué ha pasado , porqué, pero ha pasado, ahí está, frío, ya no volverá a sufrir más. tampoco a disfrutar y tú sabes que él valoraba la Vida... Estoy llorando. Besos -te vi en navegante rojo, repetía visita por si aparecía él-. PAQUITA
Querido amigo, creo que homenajeas a tu abuelo cada día, sosteniendo este blog, preparando cuidadosamente sus entradas, manteniendo viva la memoria de aquellos crímenes y proclamando la honestida y la bonomía de los asesinados. Tu abuelo estaría orgulloso de tí, eso seguro. Y mientras hayan personas como tú luchando, ese objetivo de recuperar sus restos para reintegrarlos junto con sus familiares, seguirá estando vivo y con posibilidades de realización.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte en este día melancólico y dolorido.
Gracias, Paquita, por tus palabras. Me siento más unido a ti, pues nada une tanto como el dolor y veo que hemos tenido experiencias dolorosas muy similares. Como bien dices, nunca estamos preparados para la muerte de un ser querido y menos si aún "no les toca" por edad.
ResponderEliminarNo nos queda más remedio que secarnos las lágrimas y, haciendo de tripas corazón, seguir adelante. Así es la vida.
Te mando un abrazo más fuerte que nunca.
Te devuelvo ese abrazo, Isabel, esperando que más pronto que tarde podamos dar a mi abuelo y a sus compañeros unas exequias tan dignas como las de Agripina a Germánico.
Besos
En verdad que son unos días tristes añorando a los que ya no están. Si ya de por sí es duro cuando se marchan de forma natural, cuando lo hacen forzosa y trágicamente... es algo indescriptible.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para tí y tu familia