Tren hospital republicano transportando a heridos del frente de Teruel. Los soldados están calientes y tranquilos. El tren, de vía ancha española, era confortable y espacioso. Los trenes hospitales llevaban en el techo la Cruz Roja, lo que no fue óbice para que fueran atacados por la aviación rebelde en varias ocasiones. Imagen y pie de foto de la web S.B.H.A.C., Memoria Republicana
Miguel Hernández conoció de primera mano las batallas de la Guerra Civil. Alistado en el Quinto Regimiento, participó en la defensa de Madrid, en Andalucía, en Extremadura y en Teruel. En todas ellas pudo ver el drama de los heridos por fuego enemigo. En Teruel además, fue testigo de las numerosas bajas por enfermedades pulmonares y congelaciones.
“El tren de los heridos” pertenece al poemario “El Hombre Acecha”, escrito por Miguel con la desesperanza del que ve que ya el signo de la guerra le es adverso. Es el tren del dolor, un tren silencioso, que atraviesa la noche como una procesión espectral y que sólo se detiene en los hospitales.
El tren de los heridos
Silencio que naufraga en el silencio
de las bocas cerradas de la noche.
No cesa de callar ni atravesado.
Habla el lenguaje ahogado de los muertos.
Silencio.
Abre caminos de algodón profundo,
amordaza las ruedas, los relojes,
detén la voz del mar, de la paloma:
emociona la noche de los sueños.
Silencio.
El tren lluvioso de la sangre suelta,
el frágil tren de los que se desangran,
el silencioso, el doloroso, el pálido,
el tren callado de los sufrimientos.
Silencio.
Tren de la palidez mortal que asciende:
la palidez reviste las cabezas,
el ¡ay! la voz, el corazón la tierra,
el corazón de los que malhirieron.
Silencio.
Van derramando piernas, brazos, ojos,
van arrojando por el tren pedazos.
Pasan dejando rastros de amargura,
otra vía láctea de estelares miembros.
Silencio.
Ronco tren desmayado, enrojecido:
agoniza el carbón, suspira el humo
y, maternal la máquina suspira,
avanza como un largo desaliento.
Silencio.
Detenerse quisiera bajo un túnel
la larga madre, sollozar tendida.
No hay estaciones donde detenerse,
si no es el hospital, si no es el pecho.
Para vivir, con un pedazo basta:
en un rincón de carne cabe un hombre.
Un dedo solo, un solo trozo de ala
alza el vuelo total de todo un cuerpo.
Silencio.
Detened ese tren agonizanteMiguel Hernández
que nunca acaba de cruzar la noche.
Y se queda descalzo hasta el caballo,
y enarena los cascos y el aliento.
Procedencia del resto de las imágenes
2. Blog Neblina
3, 4 y 5. Web The Scented Salamander
6.Web Flickr
7.Web El jergón de Long John Silver
8.Web Tendreams
9. Web Ralphmag
Esto saldra en la pagina al pulsar leer mas
Para más información ver la web dedicada al Centenario:
ResponderEliminarhttp://mhernandez-palmeral.blogspot.com/
Miguel es palabra y combate
ResponderEliminarMiguel es palabra y lucha
No permanece en la retaguardia,sino que lo hace en primera fila defendiendo a su patria y sus ideales.
En un primer momento,Miguel es desdeñado por la 'intelectualidad' republicana,aunque mucho más tarde le llegue el reconocimiento.
Miguel es palabra y bala
Gracias, querido Daniel.
No dejemos jamás de honrar a las personas queridas y Miguel debe estar entre ellas.
Un fuerte abrazo
Daniel, un nuevo año y con tus lecciones calentitas y aleccionadoras. Yo te estaba esperando y tú no me has fallado otro domingo más.
ResponderEliminarSigue así. Yo sigo aquí esperando de domingo en domingo las lecturas de este blog que es para mí de lo más importante que puedo encontrar en la Internet.
Salú.
Solo un poeta como Miguel Hernánez es capaz de describir ese sentimiento que se presiente, como el destino que le esperaba sus sueños, esos silencios hieren, hacen doler.
ResponderEliminarTe mando un abrazo y te cuento que ahora que estoy de feria Judicial (vacaciones en la justicia) esoy leyendo un libro sobre la Guerra Civil Española escrita por Beevor.
Abrazo
Si todos los domingos disfruto, aprendo, me emociono, me rebelo... aquí contigo, leyéndo tus entradas... hoy realmente me he emocionado con tu recuerdo a Miguel, con tu recuerdo al Tren de los Heridos.
ResponderEliminarGracias Daniel por todo lo que nos das.
Un abrazo ya en el nuevo año y vuelta de mis breves días fuera. Mañana otra vez al ritmo feroz pero... así es.
Y que haya tenido que soportar el insulto del poetilla y la alcaldesa de Orihuela...
ResponderEliminarFeliz iniciativa Daniel
Miguel hernandez fue un gran poeta hasta en estos temas tan dolorosos como la muerte.
ResponderEliminarTe ha quedado un buen homenaje a Miguel.
Salud, República y Socialismo
Un tren que deberia de servir para enviarlos bien lejos,buena eleccion,nos vemos.
ResponderEliminarHermoso poema el que nos traes y magnifico el homenaje que le ofreces.Un besico
ResponderEliminarAun tratandose de un tema tan triste,me ha gustado mucho ,bonito homenaje.Un beso
ResponderEliminarPalmeral, una página muy completa que iremos mirando.Gracias.
ResponderEliminarFelipe, los cultos intelectuales republicanos se dieron cuenta de que para llegar al pueblo hay que pertenecer a él.
Saludos.
Gracias, Jesús, como siempre.
Salú
Lux, que disfrutes de la feria judicial y de la lectura de Beevor, el cual me gusta mucho por su claridad y su exactitud.
Un abrazo
Carmen, espero que hayas descansado y visto muchas cosas, como sueles hacer, para que luego nos pongas los dientes largos con esos viajes.
Un abrazo
Noel, no se esperaban la reacción de tantísimos seguidores como tiene Miguel.
Saludos
Cierto, Antonio, y gracias.
Salud y República
Severino, lejos del frente en el que habían combatido con valentía y casi siempre con mucho menores y peores medios que los fascistas.
Un abrazo
Buda, verdaderamente es hermoso. Y el homenaje, pco, para lo que se merece.
Un beso
Mimi, lo bonito es bonito siempre, aún siendo sobre algo tan triste.
Un beso
¡Qué emoción contiene este poema! ...
ResponderEliminarPara vivir, con un pedazo basta:
en un rincón de carne cabe un hombre.
Un dedo solo, un solo trozo de ala
alza el vuelo total de todo un cuerpo.
Silencio.
Detened ese tren agonizante
que nunca acaba de cruzar la noche.
Y se queda descalzo hasta el caballo,
y enarena los cascos y el aliento.
... una joya más de Miguel, que nos legó para que No Olvidemos, para que quedara constancia escrita de tanto dolor... tanto desamparo... porque para vivir con un solo pedazo basta. Nos habla de las graves mutilaciones sufridas por tantos de ellos y, con todo, son personas... Son, Eran
Se me colmaron los ojos de lágrimas y yo venía a otra cosa...
* enero 13, 2010. Navidad en el frente... (+ Daalla)
(Publicado por daalla el 23/dic./2009 PAQUITA) fusiladosdetorrellas.blogspot.com/
(Cartel republicano para fomentar la recogida de ropa y de trapos con
los que fabricar ropa de abrigo para los soldados (...)
... sigue emocionándonos mientras tengas esa pulsión, muchos, ya ves, te estamos agradecidos. Besos, unos cuantos- PAQUITA
Gracias por esas sentidas palabras, Paquita. Todos, yo incluído, nos emocionamos con estos poemas.
ResponderEliminarBesos
Volví porque olvidé mencionar que me había gustado la selección de trenes que expusiste. Muy bellos.... ellos, los trenes: PAQUITA
ResponderEliminarGracias por el comentario, Paquita. Pensé que un poco de belleza plástica compensaria la tristeza del poema y la dolorosa realidad que pretende transmitir.
ResponderEliminarBesos
No existen calificativos para poder definir con palabras el desastre natural de Haití. Una sola imagen por los medios de comunicación vale más que mil palabras. Realmente uno se siente muy pequeño frente a estos acontecimientos extremos y comprueba lo que es importante en esta vida.
ResponderEliminarCreo que no es el momento de hablar sino de actuar y lo podemos hacer de mil forma distintas, fundamentalmente aportando economicamente nuestro pequeño grano de arena en la medida de nuestras posibilidades. Existen ONG dedicadas a ello como médicos del mundo u otras tantas igual de válidas.
Es hora de actuar y de ello depende la vida de miles de seres humanos.
Por favor pasadlo a vuestros blogs y que este mundo de la blogsfera se solidarice con Haití
Cuánta belleza dentro de tanta tragedia y amargura, cuánto debió sufrir Miguel viéndose inmerso en ese mar de sufrimiento y de impotencia, y qué horrible ese tren.
ResponderEliminarAunque dolorosa, preciosa entrada.
Un abrazo