Voluntarios argentinos en un tren. Foto de Frank Cappa. Imagen de la web del diario Público.es
Dedicado a Francisco, Lux Aeterna, mi buen amigo argentino.
Él ya sabe por qué.
Él ya sabe por qué.
Nadie sabe las razones que pueden llevar a una persona a decidir abandonarlo todo y entregar la vida por una causa a miles de kilómetros de su país.En 1936 comenzaba la Guerra Civil Española y muchos argentinos decidieron que tenían que estar allí. En el frente. Combatiendo. Muriendo. Fueron más de 600 cuyos nombres y apellidos, cuyos rostros, cuyos oficios… sólo hace bien poco tiempo que han sido publicados.
Hoy contaré la historia de unos héroes injustamente olvidados, de hombres y mujeres que un día decidieron luchar contra el fascismo allí donde estuviera y que la vida no merecía la pena si no se la jugaban por una idea.
Micaela Feldman de Etchebéhère, capitana argentina, que comandó una columna del POUM. Imagen del blog de Marta ZabaletaEn Argentina, la guerra civil tuvo una amplia repercusión interna, viviéndose como si transcurriera dentro de sus fronteras. La comunidad española era gigantesca, porque desde fines del siglo XIX llegaron al país millones de inmigrantes españoles que buscaban mejorar sus condiciones de vida o escapar de persecuciones políticas.
La colectividad de origen español y la población argentina en su conjunto se alineó en bandos diferentes, tomando partido por una u otra facción de la contienda, aunque mayoritariamente a favor del bando republicano. Más ambigua fue la actuación de los gobiernos argentinos de la época, poco proclives al gobierno legítimamente constituido. Ésta fue la constante en la mayoría de países latinoamericanos: el pueblo estaba con la República y los gobiernos con Franco.
La Avenida de Mayo, con sus cafés, centros de reunión, comercios y teatros, se transformó en un escenario de manifestaciones y rencillas entre los partidarios de ambos bandos que se demarcaban en dos bares, situados uno frente al otro, en las esquinas de la avenida y de la calle Salta. En el bar “Español” se encontraban los franquistas y en el “Iberia”, los republicanos. Muchos recuerdan que, a la caída de la tarde, se esperaban ansiosamente las noticias del día. Y que en más de una ocasión hubo más que palabras entre unos y otros.
El bar Iberia, en la esquina de Avenida de Mayo y Salta, "sede" de los republicanos españoles en Argentina. Sus mesas guardan el recuerdo de Federico García Lorca y Margarita Xirgú, entre otros grandes artistas. Imagen de la web PanoramioMientras los ganaderos y la Iglesia argentina presionaban al gobierno para que reconociera a Franco, apoyados por algunos diarios como “El Pueblo”, los republicanos iniciaron, junto a los socialistas y comunistas locales, una activa campaña de solidaridad.
Había más de 200 comités de la Federación de Organizaciones Amigas de la República Española (FOARE), desde la que se lanzaron estampillas solidarias, bonos, se organizaron festivales… Durante el invierno, las mujeres tejían pasamontañas, bufandas y calcetines para los milicianos que peleaban cruzando el mar. Los obreros donaban una parte de sus sueldos. La FOARE envió leche en polvo para los niños, mantas para los combatientes de Madrid y de Teruel, jabón, bacalao, harina, carne…
El Luna Park, tradicicional estadio cubierto bonaerense, visto desde la calle Bouchard. Cercano a la conocida calle Corrientes, en él se han venido realizando actividades artísticas y deportivas desde su fundación en 1931. También Libertad Lamarque, famosa actriz y cantante argentina, dio allí recitales a beneficio de la República Española. Imagen de la web WikiPediaPero hacía falta más. Por eso, muchos decidieron partir hacia la línea de fuego. Los brigadistas argentinos integraron el segundo mayor contingente de voluntarios latinoamericanos en defensa de la República, sólo superados por los cubanos, unos 1.200.
El menor tenía 17 años; el mayor, 55; la mayoría andaba por los veinte. Eran en gran parte comunistas, porque la Internacional Comunista había organizado las Brigadas Internacionales, pero también había anarquistas, socialistas, o simpatizantes republicanos sin partido. Campesinos y obreros en su mayoría, casi ninguno contaba con experiencia militar la cual recibieron, una vez en España, en una base en Albacete.
Brigadistas Internacionales recién llegados a Albacete. Imagen del blog Albacete FotosLos argentinos fueron destinados a brigadas de españoles, de latinoamericanos o de otras nacionalidades, porque no reunían la cantidad suficiente para tener su propio batallón, como sí ocurrió con ingleses, norteamericanos, franceses, belgas, polacos, y otros. De los latinoamericanos, además de los mencionados cubanos, los mejicanos fueron de los más numerosos.
Quizá por esa razón cayeron en el olvido, del que sólo recientemente han sido rescatados por un grupo de historiadores. Mientras que norteamericanos, canadienses y de otras nacionalidades aparecen en todos los listados e investigaciones, poco se ha hablado del papel de los brigadistas latinoamericanos.
Portada del vídeo documental "Esos mismos hombres. Voluntarios argentinos en la Guerra Civil Española". Basado en testimonios de brigadistas argentinos aún vivos, cuenta con cientos de fotografías y es el fruto de años de trabajo de un grupo de historiadores marplatenses (*). Imagen de la web Indymedia BarcelonaLos argentinos lucharon –y murieron- en muchas de las grandes batallas de la Guerra civil. En Brunete, en Belchite, en Teruel, en Madrid…Aunque la batalla que más recuerdan, porque estuvo a punto de dar vuelta a favor de la República, a una derrota que muchos políticos y jefes militares republicanos daban ya por sentada, fue la batalla del Ebro.
La noche del 24 de julio de 1938 los republicanos cruzaron el río en un ataque sorpresa, a nado, en botes, en puentes desmontables y, hasta que en septiembre fueron obligados a retirarse, participaron de una hazaña de voluntad y resistencia que costó decenas de miles de vidas. Muchos argentinos fueron muertos o heridos. Carlos Kern Alemán, uno de los que sobrevivieron, fue elogiado en una orden del día de su unidad "por su brillante actuación en la ofensiva del Ebro y por su valiente actitud y disciplina en todo momento".
Tropas republicanas cruzan el Ebro a la altura de Miravet. Ilustración de Kalvellido a partir de una conocida fotografía de la batalla. Imagen de la web TlaxcalaEl 21 de septiembre, en plena batalla, los combatientes del Ebro recibieron la noticia de que el presidente republicano, Juan Negrín, que apostaba al estallido de la Segunda Guerra Mundial como única alternativa para no ser derrotado por Franco, había ofrendado la retirada de los brigadistas internacionales ante la Sociedad de las Naciones. El 23 de septiembre, más de seis mil brigadistas, argentinos incluidos, tomaron sus cosas y cruzaron el Ebro en sentido inverso, hacia la repatriación.
Les Masies (Tarragona), 25 de octubre de 1938. Estos voluntarios del Batallón Lincoln, supervivientes de decenas de batallas por la República, saludan emocionados, en lo que creen que es su último adiós a la causa por la que lucharon. Todos ellos vienen del Ebro y sus uniformes aún tienen la mugre de las trincheras. En sus rostros adivinamos la dureza de los hechos vividos y, sobre todo, un cierto abatimiento, en este adiós en el que sabían que la República estaba derrotada. Imagen y pie de foto de la web Brigadas InternacionalesSe organizó un multitudinario desfile para despedirlos. Agitando pañuelos, toda la población de Barcelona se lanzó a las calles para decirles adiós. La Pasionaria fue la encargada del discurso final:
“¡Camaradas de las Brigadas Internacionales! La salud de esa misma causa por la cual vosotros ofrecisteis vuestra sangre con generosidad sin límites os hace volver a vuestras patrias a unos, a la forzada emigración a otros. Podéis marcharos orgullosos. Sois la historia, sois la leyenda, sois el ejemplo heroico de la solidaridad y de la universalidad de la democracia. No os olvidaremos, y, cuando el olivo de la paz florezca, entrelazado con los laureles de la victoria de la República Española, ¡volved!”.
Los brigadistas argentinos en el desfile de despedida en Barcelona. Imagen de la web Barcelona GalleryNo volvieron... La República fue derrotada y el franquismo gobernó España durante casi 40 años. Desde Cataluña, 197 argentinos y muchos brigadistas internacionales que habían venido de todo el mundo a combatir por la República, tomaron a pie el camino de los Pirineos, el camino del exilio. Se marchaban con el corazón encogido, entristecidos por “dejar la guerra antes de tiempo”, por dejar abandonados a sus hermanos españoles librando en las orillas del Ebro la última gran batalla contra el fascismo.
Tras la derrota republicana, la mayor parte se exilió en Francia y progresivamente se repatrió a Argentina, aunque muchos quedaron en campos de concentración franceses o en cárceles españolas. Los que regresaron a Argentina enfrentaron acusaciones y procesos judiciales aunque parece ser que nunca fueron sentenciados.
Brigadistas argentinos en el campo de concentración francés de Saint Cyprien. Imagen de la web Retalls de CulturaMuchos se integraron en asociaciones de veteranos vertebradas en torno al Centro Republicano Español y mantuvieron su lucha contra el franquismo y en defensa de la liberación de sus compañeros presos. De hecho, tres brigadistas argentinos Luis Alberto Quesada, Juan Arhaucet y Manuel Villar, fueron condenados a muerte o cadena perpetua por la dictadura y liberados por intermediación del gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962) ante el régimen franquista.
Las vidas de aquellos valientes no han tenido el reconocimiento que merecían. Dieron la vida por ayudar a la República Española y al pueblo español. Son parte de la historia de su país y del nuestro. Por eso merecen nuestro más emocionado homenaje.
Éste es el modesto intento de este blog.
En su memoria, ¡Salud y República!
Fuentes documentales
Bibliografía y publicaciones en .pdf
- Casas, S. La guerra civil española y el antifascismo en la Argentina (1936-1941). Los baleares y la ayuda a la República. UIB. Fundació Càtedra Iberoamericana, Palma de Mallorca, 2005.
- De Currea-Lugo, V. América Latina y la Guerra civil Española.
Prensa digital
- "La Guerra Civil Española y la sociedad argentina: una encrucijada de la memoria". Artículo de M. Rapoport para el diario Hoy, 19-07-06
- "Entrevista al coautor del libro Voluntarios Argentinos en la Guerra Civil Española". Artículo de M. Cantero para Tribuna Latina.
- "La Embajada en Buenos Aires organiza un acto de recuerdo del 70 aniversario del inicio de la Guerra Civil". Artículo de L. Vellés para España Exterior
- "Buenos Aires rinde homenaje a Fanny Edelman, memoria viva de los brigadistas latinoamericanos". Artículo de M. Marín para La Región, 29-10-08
- "Los argentinos y la Guerra Civil Española. Los años de la metralla". Artículo de M. Sánchez para el diario Clarín, 14-04-96
- "Guerra Civil española: los argentinos que fueron a pelear contra Franco". Artículo de G. Mochkofsky, para el diario Clarín, 04-06-06.
- "Brigadistas argentinos en la Guerra Civil Española, olvidados de la Historia". Artículo de M. Marín para el diario Público.es, 08-10-08
Webgrafía
- "Buques argentinos en la Guerra Civil Española". Web 24 Flotilla
- "Fanny Edelman, argentina. Ayuda internacional. Socorro Rojo". Web La Guerra Civil Española
- "Discurso de despedida de Dólores Ibárruri, Pasionaria, a las Brigadas Internacionales". Web La Guerra Civil Española
Material audivovisual
- Despedida de las Brigadas Internacionales. Documental de YouTube
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Bienvenido Daniel,como siempre un estupendo reportaje el que nos traes.Todo nuestro reconocimiento para estos heroes olvidados,que abandonaron su familia y su país para luchar por la libertad y la justicia y que dieron su vida para ayudar a la República,es poca y me parece un buen motivo para rescatarlos del olvido.Un besico
ResponderEliminarBuen homenaje al pueblo argentino, a Lux ...que poco se recuerda a esas naciones y esas personas que lucharon por lalibertad...y que aún lo siguen haciendo !!!
ResponderEliminarSAludos
Quince días esperando tu valioso artículo, Daniel, se me han convertido en quince días y pico. Un hurra para este documentado artículo y para tu persona.
ResponderEliminarSaludos.
Ha merecido la pena la espera. Como casi siempre los gobiernos se posicionan con los golpistas y los ciudadanos con la República.
ResponderEliminarY luego la candida actitud del Gobierno Repúblicano haciendo salir a las Brigadas Internacionales como muestra de buena voluntad. Buena voluntad ¿para qué? si el apoyo alemán e italiano continuó hasta el final.
Salud, República y Socialismo
Leyendo tu entrada,pensando en como los brigadistas tuvieron los huevos de dejar atras todo lo que tenian,familias una vida en sus paises y partir para luchar por unas ideas en una tierra que no esla suya en muchos casos dejandose la vida,choca como en estos momentos ante tanto ataque e injusticias en pueblos oprimidos o mas cerca a la clase trabajadora de nuestros paises no somos capaces desde nuestra comodidad(me incluyo yo el primero)ni siquiera de levantar la voz para intentar pararles porque en el fondo los ataques viene del mismo sitio de los poderosos aunque en los tiempos que corren no lleven camisas azules ni negras,en fin merecido homenaje a esos brigadistas argentinos y que sirva para que no caigan en el olvido,saludos al amigo Lux por lo que le toca y como siempre nos vemos.
ResponderEliminarVoluntarios ejemplares capaces de dar su vida por la libertad. De los argentinos nada sabía, hasta en las brigadas internacionales se ve que había de primera fila y de segunda. Y de estos se escribió poco. Me alegro de tu vuelta que nos pone al día y nos recuerda lo importante que es mantener la memoria viva por estos héroes.
ResponderEliminarSalud y República
Gracias a todos los brigadistas que vinieron en auxilio de la República.Dejaron su hogar y su familia por una causa justa.
ResponderEliminarGracias a todos los brigadistas y hoy,en especial,a los argentinos que no sólo vinieron a luchar junto al bando republicano sino que más tarde nos acogieron en su país
Un saludo
Muchas gracias por el homenaje a los voluntarios argentinos, sabía de ellos pero muy poco, en este caso como el del resto de los hispanoamericanos se entiende en forma mas fácil el porque dejaron todo y se fueron en defensa de España, pasa que no solo es una nación hermana sino que son tantas pero tantas las cosas que nos unen con esa tierra que la reacción es la misma que si una madre necesita el auxilio de sus hijos, ahi siempre vamos a estar.
ResponderEliminarGracias Daniel por todo ahora mismo me pongo a investigar sobre el tema, te mando un abrazo bien fuerte, me emocionó leerte.
Gracias
SALUD Y REPUBLICA!!!
Te mando un mail
Buda, hay que sacarles del olvido pues fue mucho lo que dieron. Gracias por la bienvenida.
ResponderEliminarUn beso
Noel, todo lo que se diga es poco. Nos ayudaron durante la guerra y después. Pocos pueden decir lo mismo.
Saludos
Gracias como siempre, Jesús, por esas palabras. A mi tambien se me han hecho largos, pero ahora tengo más tiempo para respirar.
Saludos
Antonio, es cierto. La mayor parte de los gobiernos hispanoamericanos eran proclives al fascismo o muy tibios en el apoyo a la República. Fue el pueblo de todos estos paises quien sintió la llamada de España y procuró apoyar dentro de sus posibilidades.
Salud y República
Severino, estaban hechos de otra pasta, más solidaria, más dura, más auténtica.
Nos vemos.
Rafa, es muy fácil encontrar datos sobre los brigadistas norteamericanos, franceses... que tienen todo el derecho a sentirse orgullosos por lo que hicieron. Pero de los hispanoamericanos y de otras nacionalidades de las que iré hablando se sabe muy poco. Y a mi me gusta hablar de los que menos se sabe.
Salud y República
Así es, Felipe. No nos dejaron en ningún momento, dejaron su sangre aquí y nos abrieron las puertas de su casa cunado más lo necesitábamos.
Saludos
Lux, cuando te des un paseo por el centro de Buenos Aires, acércate al Iberia y tómate un par de buenos vinos (uno por mi), a la salud de los españoles republicanos y de todos tus compatriotas que les apoyaron. Es de justicia sacar del olvido a quienes tanto hicieron por nosotros.
Un abrazo
Salud y República
Por favor, si eran unos niños, o al menos así los consideramos hoy a los que tienen esa edad.
ResponderEliminarDesconocía la historia de los argentinos y me parece importantísimo tener en cuenta como se comprometían personalmente con las causas ajenas por sus ideales, aún sabiendo el destino que les esperaba a muchos.
Un abrazo
Efectivamente la espera mereció la pena porque la entrada es, por supuesto como siempre, extraordinaria y muy aleccionadora. Lo dices al principio: qué pasa en esas mentes para que dejen todo, su familia, su comodidad, su vida, su codianeidad, y luchen por una causa lejana como entonces para los brigadistas argentinos era la guerra civil española.
ResponderEliminarSeguramente se llama "empatía"
Haces justicia cuando aquí los traes para dignificar su esfuerzo y que no caigan en el olvido.
Gracias Daniel. Un beso y hasta la siguiente entrega que esperaremos con muchas ganas
Verdial, cierto que eran unos niños pero con las ideas mucho más claras que las de los veinteañeros actuales.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por tus palabras, Carmen. Me gusta hablar de los que no se habla o de los que se habla poco. Los otros ya tienen mucha propaganda.
Besos
Que regalo tan bonito les has hecho a todos esos argentinos tan valientes que vinieron de tan lejos para arriesgar sus vidas.Buen trabajo.besicos.
ResponderEliminarEs lo menos que merecen, Mimi, pues ellos nos dieron mucho más.
ResponderEliminarBesos
En esta época de globalización olvidamos como antes la gente se las arreglaba para estar informada y unida en estas causas. Más allá de eso, creo que estamos tan unidos a España que en momentos así debemos ser uno.
ResponderEliminarUn beso.
Muy cierto, Marcela. A menor cantidad de medios de información, mayor solidaridad. Hoy parece todo lo contrario, por desgracia.
ResponderEliminarBesos.
No dejas nunca de sorprenderme, el nivel de tus entradas es realmente de primera.
ResponderEliminarTe has convertido en todo un referente en mostrar el punto de vista de quienes no tienen ya voz, pero si a razón de su parte.
Muchas gracias por transmitirnos toda esta valiosa información, les debemos el recuerdo, la admiración y el respeto que, gracias a ti, nos esposible compartir.
Por favor sigue así.
Un saludo.
Salud y República!!
Nexus.
Gracias Nexus. De eso se trata, de dar voz a quienes no la tuvieron ni ya pueden tenerla. Entre todos hay que conseguir que se les reconozca por lo que tanto hicieron.
ResponderEliminarSalud y República.
El tema de los brigadistas me sensibiliza aún más, por lo que supuso de "acción" en unas personas que se movilizaron voluntariamente, en la defensa de los valoresque ellos entendían universales. Mucha valía la suya y todo homenaje que se les haga nunca será demasiado.
ResponderEliminarGracias por el tuyo -¡te lo copio! no podía ser de otra manera, dado mi currículo- PAQUITA
Tienes razón, Paquita. Así lo entendieron y así hay que reconocérselo.
ResponderEliminarBesos
Gracias por recordar a estas personas y por explicar esta parte de la historia reciete de España.
ResponderEliminarUn abrazo
Me emociona pensar en todas esas personas que vivían más o menos tranquilamente en sus patrias y fueron capaces de dejarlo todo, de afrontar la muerte y las durísimas condiciones de una guerra que no les atañía de manera directa para combatir al lado de la justicia. Creo que nunca podremos pagarles bastante lo que hicieron, su entrega, su sacrificio. Merecen mi más profunda admiración. Un abrazo muy fuerte, querido amigo.
ResponderEliminarGracias a ti, por lerlo, José Antonio.
ResponderEliminarUn abrazo
Una admniración sin límites, Isabel. Su concepto de la justicia, del sacrificio y de la solidaridad estaba muy por encima de lo que hoy admitiríamos.
Un abrazo
Lo peor de la guerra civil vino despues con la postguerra.Abuso de poder,esto se hace por mis cojones y a callar,o te acusaban de ROJO.Pues SI,y con mucho orgullo.Hoy les jode que les tuteemos,que tengamos buenos coches y si hay que decirles algo,se les dice.QUE SE JODAN.Por desgracia,todavia hay mucho franquismo vivo.El que les han inculcado sus padres.
ResponderEliminarCierto, Gutierrez. Mi abuela tuvo que ver a los asesinos de mi abuelo todos los días, pues era un pueblo muy pequeño. Y no podía ni llevar luto ni hablar de él, como si nunca ahubiera existido. Así que entiendo perfectamente lo que dices, créeme.
ResponderEliminarSaludos