…y a los que se van, también.
Así comienza la primera estrofa de la Albada, ese emocionante canto que Labordeta, allá por los 70, llevó por toda mi tierra aragonesa para levantar a las gentes, en su mayoría jóvenes, para luchar por un cambio que se hacía imprescindible.
Así quiero comenzar también yo a decir adiós. Han sido más de tres años en este camino, en este viaje que inicié buscando a un abuelo al que nunca conocí pero por el que siempre tuve el sentimiento de pérdida, la nostagia, el orgullo por sus ideales… que me transmitieron mi abuela y mi madre.
Así comienza la primera estrofa de la Albada, ese emocionante canto que Labordeta, allá por los 70, llevó por toda mi tierra aragonesa para levantar a las gentes, en su mayoría jóvenes, para luchar por un cambio que se hacía imprescindible.
Así quiero comenzar también yo a decir adiós. Han sido más de tres años en este camino, en este viaje que inicié buscando a un abuelo al que nunca conocí pero por el que siempre tuve el sentimiento de pérdida, la nostagia, el orgullo por sus ideales… que me transmitieron mi abuela y mi madre.
Y la determinación por honrar su memoria y hacerle justicia.
En ese cambio tienen mucho que ver las personas a las que vas encontrando en el camino; muchos de vosotros me habéis acompañado desde el inicio durante largas etapas, etapas que se hicieron más cortas, más llevaderas, más enriquecedoras... gracias a vuestro aliento, a vuestra cercanía.
Otros, compañeros en breves trayectos, aportastéis frescura y alegría cuando el camino se hacía cuesta arriba.
También hubo quienes, como inevitablemente pasa en todo viaje, intentaron por todos los medios que “volviera a casa”: los que de una forma paternalista me aconsejaban que no era bueno “reabrir heridas”, los que desde el respeto opusieron sus argumentos a los míos y aquellos que, careciendo de argumentos, profirieron toda clase de insultos.
Todos ellos consiguieron justo lo contrario de lo que pretendían. Que siguiera
adelante con más determinación aún.
Hoy, sin embargo, considero que este viaje debe terminar. Creo que este blog que nació con pocas pretensiones, ha cumplido su fin. Me consta que ha contribuido modestamente a mantener viva la Memoria y ha animado a muchas personas a emprender la aventura que los familiares de los Fusilados de Torrellas hemos llevado felizmente a cabo.
Queda mucho por hacer, qué duda cabe…Confieso que en mi decisión también hay mucha dosis de agotamiento.
Agotamiento por relatar tanta violencia, tanta infamia, tanto dolor…nunca compensado por las innumerables pruebas de heroísmo, de dignidad de tantos republicanos y republicanas, algunas de las cuales han visto la luz por primera vez en este blog.
Adiós a los que se quedan…
A Paquita, que como las montañas que ama se ha hecho eco tantas veces de mis escritos…
A Buda, que alimenta nuestra alma con los productos de su inagotable alacena…
A Jesús, el dardo en la palabra, enamorado de la copla y de la canción italiana…
A Antonio, con sus siempre acertadas reflexiones y sus maravillosas fotografías…
A Óscar, nunca plebeyo sino noble y honrado profesor de Historia, incansable viajero…
A Rafael, comprometido con la vida, excelente maestro, mejor persona…
A Isabel, su prosa nos hace ver a través de los ojos de la mujer romana y renovar nuestro interés por su mundo…
A Verdial, mágica escritora cuyas imágenes y recuerdos están llenos de sensibilidad…
…y a los que se van, también…
A Navegante Rojo, la estela republicana de su barco marcó desde el principio mi andadura…
A Severino, incluso poniendo el dedo en la llaga nos hacía dibujar una sonrisa en la cara…
A Selma, buscadora de paz, amiga…siempre hospitalaria, su jaima siempre estuvo abierta y el agua fresca de su oasis dispuesta para el viajero sediento…
A Lux, amigo siempre contradiciendo a la distancia. No hay que decir más…
A Jesús, toda una vida consagrada a la Memoria. Siempre será un ejemplo a seguir…
Adiós a todos los que habéis hecho posible este blog leyendo sus entradas, comentándolas, poniendo a mi disposición vuestras páginas web, vuestros libros y todo tipo de documentación para prepararlas. Mi trabajo no hubiera tenido sentido sin todos vosotros.
Me voy. Pero el viaje de la vida nos conduce por muchos caminos.
Quién sabe. Quizás volvamos a encontrarnos en alguno de ellos.
Sea como sea, sabed que siempre tendréis en mi a un amigo.
¡Salud y República!
Imagen: El País
Daniel, toi non, je me résiste à ne plus te lire, car, et tu le sais, je t'ai toujours lu et suivi.. Je romps exceptionnellement mon silence, pour te dire MERCI, merci pour la magnifique labeur que tu as mené à bon terme, merci pour ton Amitié.. merci pour TOUT.. Et tu sais où me joindre..
ResponderEliminarBisous, mille et un... avant de retourner dans mon silence..Ne t'en va pas trop loin, et si tu peux, REVIENS!!
No sabes como me entristece tu marcha aunque sabia que este día iba llegar,pero comprendo también tu agotamiento y tu tesón por sacar a la luz tantos episodios desconocidos para mi de nuestra historia y que gracias a ti hemos podido conocer,como de mantener viva la memoria y ser la voz de los que nunca la tuvieron,por eso y por todo lo que has conseguido te doy las gracias y a pesar del cansancio acumulado debes de sentirte muy orgulloso con labor que has hecho, como el orgullo y la admiración que yo siento por ti.Te quiero mucho
ResponderEliminarUn besico enorme
Daniel, un placer el haber compartido cada 2 semanas un episodio, un personaje sobre aquel episodio tan lamentable para nuestra historia.
ResponderEliminarComprendo q decidas poner un punto y seguido. Tu lección de honestidad quedará por siempre y seguiré usandolo para q nuestros jovenes no olviden
un abrazo
Amigo Daniel:
ResponderEliminarTu escrito de hoy es muy emocionante. Tiene también el puntito de amargura que dejan las despedidas. Y sobre todo, rezuma honestidad, gratitud, hombría de bien.
¿Qué se puede decir en estos momentos?
Se puede escribir, sí; como ahora lo hago yo, pero un áspero nudo en la garganta me impediría decirte nada.
Que nada. Que se te echará de menos. Eso por supuesto. Que yo y muchos más, no nos lo queremos creer del todo.
Que tú eres persona de letras. Que los blog se inventaron para ser manejados por las personas de letras.
Y que ..., en el fondo, más de uno sospechará que no hay ....... para cumplir esto del adiós.
Que pronto te contradecirás y seguirás bebiendo de este dulce veneno en esta ventana que nos conecta de forma artificial con el mundo natural.
¿Es que no hay otra salida que cerrar este blog?
¿Es que cuesta algo abrir otro blog de diferente temática?
¡¡Venga, Daniel!! Que no hay necesidad de llevarlo tan lejos aunque..., un gran respeto y comprensión para ti, porque por aquí, más de uno, en repetidos intentos le han dado ganas de mandar a tomar vientos a estos intríngulis ultramodernos.
Que sea lo que íntimamente te pida el cuerpo (y el alma).
Recibe un fuerte y amistoso abrazo de,
Jesús_________________
Querido amigo, ha sido un gran placer. Desde luego, puedes estar satisfecho, tu blog ha sido un puntal en la defensa por la Memoria Histórica. Es triste decir adiós, pero eres tú quien tiene que decidirlo. Ha sido un placer, y si decides continuar o volver, aquí me encontrarás.
ResponderEliminarUn abrazo, compa
Salud y República
Que mas se puede decir,es tu decisión,al menos yo he conocido mucho de nuestra epoca negra gracias a ti,ya sabes yo no te digo adios ,nos vemos.
ResponderEliminarQueridos amigos, gracias por vuestras palabras. Decir adiós siempre es difícil y más cuando se tiene uno que despedir de amigos como vosotros.
ResponderEliminarHa sido una decisión muy meditada. De hecho, hace ya algún tiempo que había decidido dejarlo pero no me pareció coherente hacerlo antes de conseguir exhumar a mi abuelo y posteriormente ofrecerle el homenaje que su pueblo le debía.
Una vez conseguidas ambas cosas creo que ya puedo dejarlo tranquilo y satisfecho. Han sido unos años de apendizaje para mi y de entablar relación con personas magníficas como vosotros.
Estoy a vuestra disposición para lo que necesitéis; os dejo mi correo electrónico (oslotrail@yahoo.es). Por otra parte, seguiré visitando vuestros blogs en la medida de lo posible.
Un fuerte abrazo para todos. Hasta siempre.
Daniel
Querido Daniel: Te entiendo perfectamente, eso debe ser en parte la sensación del deber cumplido, tenés que pensar querido amigo que no solamente lograste tu objetivo de encontrar y dar una sepultura digna a tu querido abuelo sino que también este blog ha servido para, por lo menos en mi caso conocer mucho mas de la tragedia que enlutó a tu querida Patria, tragedia que tiene sus similitudes con las que en la mía padecimos. Te doy las gracias por muchas cosas, por enseñarme todo, por tenerme presente siempre, por haber recorrido juntos en nuestros blogs distintos pero muy personales, por todos los momentos lindos que pasamos, y finalmente por haberme dejado compartir ese momento tan importante que fue el reencuentro con tu abuelo. Tenés una familia hermosa, te mando un abrazo desde el otro lado del Atlántico que puede parecer lejos pero, no es así, ya que me siento mucho mas cercano con todos ustedes que con muchos que me rodean.
ResponderEliminarTe mando un abrazo y como vos me enseñaste a decir.
SALUD y REPUBLICA!!!
Que pena que te marche Daniel, se te va a echar mucho en falta, a tus escritos llenos de historia que nos hacían estremecer, y a ti, maravillosa persona con una tenacidad enorme que ha visto por fin su meta conseguida. No ha sido fácil, lo sé, por éso comprendo que estés agotado y necesites descansar. Descansa Daniel, tómate el tiempo necesario para recuperarte, y si alguna vez te encuentras con ganas de volver hazlo. Te estaremos esperando con los brazos abiertos para que sigas enseñándonos la realidad oculta con tus trabajos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Lux, la verdad es que me encuentro muy tranquilo después de tomar la decisión de dejarlo. Por eso tengo la sensación de que, como dices, el deber está cumplido.
ResponderEliminarSé que falta mucho por hacer tanto para lograr una verdadera justicia para mi abuelo como para los miles y miles de personas que sufrieron de alguna forma en este país la represión franquista.
Por ello no descarto seguir adelante, aún no sé cómo, dentro de un tiempo, cuando haya descansado y pensado las cosas.
Hoy por hoy, aunque lo siento mucho,esta etapa del blog ha terminado.
Pero tú sabes que la amistad que hemos cultivado en estos años, llenos de momentos buenos y malos, está por encima de los blogs, que no son más que medios para conseguir un fin.
Por eso, ya sabes dónde me tienes. Un fuerte abrazo y...
¡Salud y República!
Muchas gracias por tus palabras, Verdial. Sé que te salen del corazón, por lo que aún son más de valorar.
ResponderEliminarEn este tiempo hemos aprendido juntos pues yo no sé más que nadie, tan sólo me he limitado a transmitir lo que otros con más conocimientos y con más medios que yo han investigado y averiguado sobre un tema, la represión franquista, imposible de abarcar. Cuanto más se escarba en ella más aumenta el horror que produce.
Gracias a ti por tu maravillosa prosa poética que me ha acompañado desde el principio.
Gracias por todo.
Un abrazo.
¡6 de mayo! Te despediste el 6 de mayo y yo sin enterarme ¡cómo pasa el tiempo!
ResponderEliminarCasualmente acabo de ver que alguien entraba en uno de tus textos, te me viniste a la mente... y te encuentro en la puerta de salida.
Entiendo lo del agotamiento, tanto revolver y recordar pasa factura. Todo tiene un coste, el asunto es que lo merezca.
En tu caso tienes la convicción d que sí.
Por algo nos hemos movido por lugares compartidos, buscando... siempre buscando.
Un abrazo. Quien sabe quizá algún día coincidamos, en Aragón o Madrid.
PAQUITA
Paquita, yo también he tardado en ver tu comentario.
ResponderEliminarSí, quién sabe, quizás la vida nos lleve a encontrarnos alguna vez, en algún lugar...
Un abrazo y hasta siempre.