Jesús Pueyo, tras los visillos, espera tras una larga lucha y muchos desengaños, una verdadera Ley de la Memoria Histórica, capaz de conseguir Dignidad, Verdad, Justicia, Reparación y Reconocimiento para las víctimas del franquismo. (*)
“La espera se hace larga y amarga… pero seguiré trabajando por mi padre, mis familiares y mis vecinos de Uncastillo. Ellos no se merecen el olvido ni el silencio”.
Jesús Pueyo Maisterra
Hace 3 días que el ejército de África se ha sublevado contra la República, pero Jesús Pueyo, un chaval de 14 años que vuelve a su pueblo, Uncastillo, en la provincia de Zaragoza, con un mulo cargado de leña, aún no lo sabe.
Vista panorámica de Uncastillo. Postal de 1958. (*)La vida ya es demasiado dura y exigente como para preocuparse de algo que ocurre tan lejos. De pronto, al llegar a la carretera, unos camiones a los que precede un coche se detienen junto a él. Descienden de ellos varios hombres malencarados, vestidos unos con camisas azules y otros tocados con la boina de los requetés. A gritos, le exigen que grite “¡Arriba España!” y que salude convenientemente.
Jesús sólo conoce un saludo, así que levanta su puño en alto. Airados, los hombres comienzan a propinarle golpes y culatazos con sus mosquetones. Algunos lo arrastran hacia la cuneta para fusilarle. Cuando están a punto de disparar, uno de ellos, que parece más joven, le pregunta la edad. El mes que viene cumplirá los 15, responde. Entonces el joven que le ha preguntado, dirigiéndose a los demás les dice “¡Qué sabrá el chaval de estas cosas!” Y sin darles tiempo a reaccionar, manda a Jesús a su casa, no sin antes advertirle que no cuente nada de esto a nadie. Nunca supo quién le había salvado la vida.
Niños republicanos españoles saludan puño en alto a su llegada a Morelia, en México. Imagen tomada de la web Vamos a contar mentirasPero el calvario de Jesús, de su familia y del pueblo de Uncastillo apenas ha comenzado. Cuando llega a su casa le dicen que han fusilado ya a dos personas. El miedo se ha extendido por Uncastillo. Muchos vecinos están en el campo segando. Eso les salva la vida. Otros, que regresan pensando que no hay de qué preocuparse, son fusilados tal como van llegando.
Uncastillo. Plaza del Mercado. (*)A partir de entonces, raro es el día en que no fusilan a alguien. El 31 de julio fusilan a una tía de Jesús; su tío y sus primos, dos de las cuales, Rosario y Lourdes han bordado una bandera republicana para el partido socialista, huyen al monte. Pero al llegar a las Peñas de Santo Domingo los falangistas y requetés les alcanzan. Allí mismo violan a las chicas y después las matan quemando sus cadáveres para no dejar huellas de su crimen. Su primo y su tío logran salvarse, aunque el primero morirá al poco tiempo de pena y de dolor. Su primo logra pasar a zona republicana, y luchar en el frente.
Imagen de las Juventudes Socialistas de Uncastillo, el 25 de mayo de 1935. En el centro, con corbata, Mariano Malón, primo de Jesús Pueyo. A su dcha, sus primas, la primera Lourdes y la segunda Rosario. (*)La abuela de sus primas, “desaparecidas” en la terminología franquista, tiene que soportar, además de la pena por no poder darles una sepultura digna, cómo le roban todo: las caballerías, los animales…hasta las sábanas bordadas por sus nietas, que habían sido excelentes costureras. Cuando termina la incautación, queda una guitarra en un rincón. “Lleváosla también”, les dice con toda su dignidad, “para que podáis celebrar esta hazaña con más alegría”.
El nuevo alcalde fascista del pueblo, un viejo cacique, se hace con los bienes que acaban de robar, en especial con el huerto que ambicionaba. La desgracia de unos la aprovechan en su beneficio los fascistas adictos al nuevo régimen.
El 1 de agosto, la siniestra lotería de la muerte le toca aún más directamente a la familia de Jesús. Ese día su padre está segando en el campo. Por precaución, se queda allí sin bajar al pueblo. Jesús le lleva un mensaje de su madre. El juez del pueblo le ha asegurado que su marido puede volver, que nada le pasará.
"Segadores bajo la lona", del pintor Antonio López Torres (1902-1987). Imagen tomada de la web de Juan Martínez-ValConfiando en la palabra del juez, aunque sin tenerlas todas consigo, su padre vuelve a su casa. Nada más llegar es detenido por los falangistas que lo llevan al cuartel de la guardia civil. En sus calabozos es torturado salvajemente junto a otros vecinos.
A la mañana siguiente, exhaustos y ensangrentados, los suben a un camión. Jesús quiere ver a su padre, pero éste se tapa la cara para que su hijo no vea el estado en que se encuentra. Es la última imagen que tiene de su padre, la que siempre llevará en el corazón. El camión enfila hacia Luesia. Se dice que fueron fusilados en las tapias del cementerio de esta población. Los restos de su padre y de sus compañeros yacen aún en alguna ignota fosa común entre Uncastillo y Luesia.
La familia queda rota. No contentos con ello, los fascistas obligan a Jesús y a sus hermanos, hijos de un “rojo”, a confesarse e ir a misa. A Jesús se le hace cuesta arriba tener que asimilar por la fuerza la religión que quieren imponerle, sabiendo además que las órdenes para llevar a cabo los fusilamientos tienen que ser firmadas por el cura párroco de Uncastillo. Pero no hay más remedio que tragar, sabe que quieren desmoralizarles y quebrarles la voluntad, pero no lo van a conseguir.
Piensa que ya no van a hacerles nada más. Pero se equivoca. Un día los falangistas, pretextando que lo requisan para el ejército, les roban todo el trigo, las patatas, las judías… que una pequeña parcela de tierra les daba para el sustento de la familia durante todo el año. Les dejan sin nada para sostenerse. Y además obligan al hermano mayor de Jesús a enrolarse en el ejército fascista, para combatir a favor de quienes habían asesinado a su padre y otros familiares.
Los fusilamientos prosiguen. Los vecinos de Uncastillo son obligados a presenciar las ejecuciones públicas. El 5 de octubre le toca el turno al alcalde republicano de Uncastillo, Antonio Plano. Antes de matarlo lo torturan hasta la saciedad y le dan a beber una botella de aceite de ricino. Después se ensañan con el cadáver, propinándole patadas y más tiros. Hasta que uno de sus verdugos le corta las dos piernas y la cabeza con una azada. Ninguno de aquellos espectadores forzosos y humillados ha podido borrar aún de su mente las imágenes del asesinato y de la profanación del cadáver del alcalde. Algunos vieron a sus asesinos jugar con su cabeza decapitada cual si de una pelota se tratase.
Antonio Plano Aznárez, alcalde republicano de Uncastillo, asesinado el 5 de octubre de 1936. (*)Todos los vecinos, mayores y pequeños sin distinción de edad, deben acudir a las ejecuciones públicas. El objetivo es dominar a la población con el miedo. Un día los falangistas ponen especial cuidado en que no falte ningún niño. Una vez llegados los vecinos a la plaza, se encuentran allí a los “Cabezudos”, esas figuras con enormes cabezas de cartón-piedra –de ahí su nombre-, que durante las fiestas de muchos pueblos aragoneses persiguen a los chiquillos provistos de un pequeño látigo.
Cabezudos de Zaragoza. Composición de Javier Aparicio con dibujos de José Luis Cano. Imagen tomada de Arafolk, la web de la música tradicional aragonesaEse día el terror psicológico da una vuelta de tuerca. Los Cabezudos son juzgados, sentenciados a muerte y… fusilados. Los niños los miran espantados mientras que, para que no falte nada del macabro ritual, cada Cabezudo recibe un tiro de gracia. En silencio regresan a sus casas con el corazón encogido. El objetivo de los asesinos fascistas, meterles el miedo en el cuerpo, se ha conseguido con creces.
Los horrores continúan. Un cura del pueblo obliga a los falangistas a fusilar a su prima, embarazada de gemelos, a una semana del alumbramiento. “Muerto el perro se acabó la rabia”, dicen que dijo para justificarlo. Aún se movían en su vientre los chiquillos cuando cayó abatida.
Dos vecinos del pueblo se encargan de cavar las fosas para enterrar los cuerpos de los que van fusilando. Un día les dicen: “Estas fosas hacedlas con esmero, porque son las vuestras”. Cuando terminan de hacerlas, son fusilados al borde de las fosas que han cavado.
Jesús Pueyo en el cementerio de Uncastillo, en 2006, junto al recuerdo a Antonio Plano. (*)Otro día ponen juntas a 12 mujeres y les disparan. Una de ellas, más pequeña de estatura, no es alcanzada por las balas. “¡Falto yo!”, les dijo con todo su aplomo. Inmediatamente la mataron como a las demás.
Así, día tras día, más de 180 fusilados, en un pueblo de menos de 5000 habitantes. Enterrados en las cunetas o en descampados, no se sabe dónde. Por el único delito de ser de izquierdas, simpatizantes o defensores de la República. Jornaleros, trabajadores del campo la mayoría de ellos. Mujeres de su casa, como se decía entonces, la mayoría de ellas.
Los hechos descritos aquí no son fruto de la delirante imaginación de un guionista de cine. Ocurrieron en realidad en Uncastillo, hermoso pueblo de la histórica comarca zaragozana de Las Cinco Villas, poseedor de un rico patrimonio arquitectónico románico, hace 73 años.
Uncastillo. Torre de Sta. María. (*)Son las memorias de Jesús Pueyo Maisterra, quien con apenas 14 años vio truncados los sueños que su padre, tras ser asesinado por los falangistas, tenía para él y sus hermanos. La vida fue para él, desde entonces, una dura batalla para sobrevivir.
En honor a las enseñanzas de su padre, socialista y defensor de la libertad, y como un sincero homenaje a los vecinos de su pueblo y de la comarca de las Cinco Villas, asesinados durante el verano de 1936, ha escrito el libro “Del Infierno al Paraíso”. Es su forma de reivindicar el nombre de todos ellos, perdido durante tantos años en la niebla del olvido, tal como querían sus asesinos.
Portada del libro de memorias de Jesús Pueyo, Del Infierno al Paraíso, que el autor permite descargarse libremente de su webAunque muchas de las familias represaliadas viven aún bajo la losa del silencio, algunas de ellas se han agrupado en la “Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo”.
“Charata”, que en aragonés significa “hoguera”, la lumbre alrededor de la cual los jóvenes escuchan las narraciones de los mayores, surgió en 2007 precisamente para eso. Para dar a conocer a las actuales generaciones la verdad sobre la represión ejercida por los golpistas de 1936 y la posterior dictadura en la villa de Uncastillo. Y para rescatar del olvido y del silencio a tantas personas que, como el alcalde Antonio Plano, fueron asesinadas por sus ideales republicanos.
Placa de la plaza en honor al alcalde republicano Antonio Plano, situada detrás de la iglesia de San Miguel, lugar donde fue cruelmente asesinado. (*)Es un acto de justicia.
La realización de esta entrada se ha basado, casi en su totalidad, en las memorias de Jesús Pueyo Maisterra, quien las pone a disposición de cualquiera que quiera leerlas, lo cual aconsejo vivamente a todos. De su web están tomadas también la mayoría de las imágenes empleadas, concretamente las que tienen un asterisco (*). Le agradezo expresamente a Jesús Pueyo su permiso para utilizarlas.
Otras webs utilizadas son la de la Asociación Charata, cuyo enlace aparece en la entrada y la de El Sueño Igualitario, nº 43, de 11 de agosto de 2007
Esto saldra en la pagina al pulsar leer mas
Daniel, con el corazón encogido he ido leyendo la terrible historia de D. Jesús, y de ese pueblo, Uncastillo, que lleva, como tantos otros una historia oscura protagonizada por la barbarie y la sinrazón.
ResponderEliminarEsperemos que no se repita en ninguna de las latitudes, y que este buen hombre pueda, con este libro, rendir un justo homenaje a los suyos y contribuya a situar en su sitio a aquellos que la historia les puso de vencedores.
Un saludo
Cada Domingo espero y reservo una hora larga para leer con sosiego tu Entrada. Pero hoy este sosiesgo está lleno de rabia contenida por una parte y de una necesidad imperiosa de dar a Jesús Pueyo Maisterra,Un abrazo enorme y solidario.
ResponderEliminarEste minucioso relato tuyo,comos todos los que escribes, Daniel, nos permiten hacernos una idea de lo criminales, salvajes h.. de p.. que fueron TODOS los verdugos, Todos, los ecclesiasticos en un lugar preferente, como delatores,
bendiciendo los asesinatos.
Jesús, como tantos testigos sobrevivientes, han hecho eso, sobrevivir, vivir con todo eso grabado en la memoria no es vivir. A ellos se les debe, como tú lo haces, un reconocimiento público, masivo, llegando a todos los que no saben o quieren ignorar este pasado, empezando por las instituciones mal llamadas "Progresistas" ¿De qué tienen miedo, de quién, de algún fantasma en sus armarios?
Un Domingo más, Daniel, me honra visitarte, me llenan de emoción tus Entradas... Te estoy muy agradecida por darme a conocer, pormenorizada esta parte de la Historia que siento mía tambien, aunque de adopción.
Muchos besos, Daniel.
Es inconcebible hasta donde puede llegar la barbarie de las personas. Matar y torturar solo por el placer de hacerlo.
ResponderEliminarY pensar que todos esos crimenes han quedado impunes y a las victimas solo se les pone travas para recuperar sus dignidad.
Salud, REpública y Socialismo
Hola Daniel
ResponderEliminarCon tu segunda entrada sobre la represión franquista en Aragón nos narras y documentas toda una serie de actos criminales por parte de los fascistas.
Es para mi,muy especialmente,que hayas continuado con este trabajo divulgativo ya que sobre alguno de nosotros pesan dos razones muy importantes en la divulgación de los crímenes franquistas:
1./Defendemos la legalidad republicana surgida de la soberanía del pueblo.(aún hoy hay cierta parte de la sociedad española que puede llegar a admitir el mal llamado alzamiento nacional)
2./Somos hijos y nietos de familiares que sufrieron muerte y represión por ello:defender lo que la soberanía nacional había querido que fuese nuestro país.
PD: Te recuerdo que hoy 30 de Agosto se celebra el Día Internacional de los Desaparecidos.
Saludos
Confiemos en ello, Noel, pues Jesús Pueyo lleva muchos añosde lucha y muchas desilusiones a la espalda.Y lo merece.
ResponderEliminarSaludos
Gracias por tus palabras, Selma. Es un placer que pases por esta casa. Espero poder conocer un día a Jesús Pueyo en persona, pues Uncastillo está a una hora más o menos de Zaragoza. Entonces le daré el abrazo que tú y tantos de nosotros queremos darle.
Besos
Antonio, asómbrate, pues los que asesinaron a Antonio Plano dos años antes habían matado a un guardia civil del puesto de Uncastillo y hubieran matado a más si no los hubiera detenido el mismísimo alcalde republicano al que asesinaron con tanta saña.
Salud y República
Felipe, coincido contigo en las razones, tanto ideológicas como personales que nos mueven a recuperar la Memoria de los represaliados por el franquismo y a trabajar por la vuelta de la República, que no hubiera desaparecido sin aquel golpe de estado fallido que se convirtió en una matanza atroz.
En cuanto a la conmemoración que me haces notar, no la conocía, la verdad, pues para mi todos los días son el día de los Desaparecidos. Casualmente estuve ayer en Arándiga, otro pequeño pueblo de la comarca de Calatayud, rindiendo homenaje a nueve republicanos asesinados allí a los que al fin sus familiares y muchas personas republicanas han conseguido rehabilitar su memoria sacando a la luz la verdad y dándoles el entierro digno que les negaron sus asesinos fascistas, que los dejaron en una fosa común en el monte.
Un abrazo.
Toda mi admiración para Jesús Pueyo, que se levantó del horror para contar la verdad que intentaron esconder, muestra lo mejor del hombre: el poder alzarse del espanto y aprender y desear enseñar. Yo sé que no podría sobrevivir a todo eso. Yo sería uno de los que murieron de pena y de dolor. El coraje de Jesús es invaluable.
ResponderEliminarUn beso grande.
Perdon porque mis ojos se han nublado, no soy capaz de articular palabra. Tremenda historia, como tantas... ¡Que tristeza y cuanta injusticia! Gracias Daniel por tu relato y trabajo, por ellos no me permito el lujo de Olvidar y mucho menos silenciar mi Memoria. Seguiremos caminando por una Memoria Digna. Un beso
ResponderEliminar¡Salud,Memoria y Liertad!
Dificil el dia a dia de este hombre con todos esos recuerdos,sabiendo durante tantos años que los criminales campaban a sus anchas por su tierra.
ResponderEliminarGentes tan crueles capazes de asesinar a los cabezudos delante de los niños para que crezcan con el miedo en el alma.
Para que despues de tanto tiempo y con un gobierno llamado de izquierdas vea la luz uuna llamada ley de memoria historica que sirva para tan poco,la memoria historica es el,superviviente del genocidio y que nos lo cuenta para que jamas olvidemos.
Hola Daniel,me alegra mucho tenerte de vuelta y espero támbien con impaciencia los domingos para poder leer estas escalofriantes historias,que una vez más te dejan perpleja de tanta barbarie y sin razón.Toda mi admiración a Jesús Pueyo por contar esa verdad que intentaron esconder,y que gracias a él y personas como tú,conocemos.Un beso muy grande.
ResponderEliminarDaniel, cada vez que entraba a tu blog me bullía la idea: "Le tengo que contar a Daniel lo de Jesús Pueyo". Pero al mismo intante me respondía: "¿Pero cómo no va a saber Daniel la peripecia de Jesús Pueyo, si son paisanos de Zaragoza?"
ResponderEliminarPues sí, ya hace un año que leí "DEL INFIERNO AL PARAÍSO" y me impactó tanto que me comuniqué con mi tocayo, allá en Hendaya (Francia). En realidad, con quien me comuniqué fue con su encantadora esposa, Ana la chilena.
Te apaludo mucho porque hayas traído hoy aquí la apasionante historia de Jesús Pueyo Maisterra.
Marcela, aunque no sabemos cómo reaccionaríamos en situaciones tan difíciles como la de Jesús Pueyo, es indudable que el el ser humano es capaz de mucho más de lo que pensamos. El lo hizo, por eso es un superviviente.
ResponderEliminarBesos
hay tantos casos así en todo el país, Saiza, que no nos permiten, aunque quisiéramos, olvidarnos de ellos.
Un fuerte abrazo
Salud y República
Eso es, Severino, él es la Memoria viva, quien a sus 88 años la sigue reivindicando y denunciando una L.M.H. que sólo sirve para hacer el paripé.
Saludos
Buda, él es el primero a quien debeos agradecer primero que no reblase y después toda una vida de compromiso con la Memoria. Yo sólo soy un pequeño altavoz, pero gracias por tus palabras.
Otro beso grande para ti.
Gracias, Jesús. También hace un año más o menos que conocí su historia yo, no creas. Y no hago más que descubrir contínuamente cosas que, cercanas como las tengo físicamente, no tenía ni idea de ellas sin embargo. Supongo que, como se dice, cuando el discípulo está preparado aparece el maestro. Y Jesús Pueyo es uno de esos maestros.
Saludos
Querido Daniel no me cabe otra cosa que escribir lo que iba repitiendo a medida que te iba leyendo, ¡QUE HIJOS DE PUTA!! cuanta dignidad en el padre de Jesús y en la mujer bajita que pidio ser asesinada junto a sus iguales, y la contracara el cura hijo de remil putas que se cagó en fetos por nacer, y pensar que rompen las bolas con aborto!, es increible el relato y esta semana voy a bajar de la web la info que recomendás.
ResponderEliminarPor momentos me vino a la mente la peli de Klimov "Venga y vea" que trata sobre una aldea bielorusa y como es arrasada por los SS.
Sin aminorar ese crímen en Bielorusia por lo menos era hecho a gente de otro pueblo, pero matar a campesinos y pueblo del mismo origen es increible, y que se haya hecho con ese salvajismo, pensar que eran los defensores de la fe los mismos que vilaban mujeres o fusilaban mujeres embarazadas, se que entre todo ese baño de sangre el hecho de los cabezudos parece de menor importancia pero no dudo que en la mente de un chiquito eso puede haber sido quizas peor.
Yo creo que se hace necesario una verdadera charata pero bien grande para que ese fuego sea incontrolable y limpie de tanta mentira y doble discurso.
Te mando un abrazo, y tambien pensaba que lo que me alegra de Severino en su blog mitiga a veces el dolor (pero necesario) de la lectura del tuyo.
Cuando leí esta historia se me vino a la cabeza otras tantas de mi pueblo.
ResponderEliminarYo por edad no conocí esto pero me apasionan los mayores y ellos me cuentan tantas cosas.
El verano pasado leí un libro sobre los hechos acaecidos en mi pueblo en esa época "escríbeme a la tierra" y me lleve varios días sin poder dormir. Desde entonces me sensibilice tanto co ello que he conseguido los autos de Garzón sobre los posibles levantamientos de cadáveres en España. Estuve muy ilusionado con la posibilidad de que se abriesen las fosas y pensaba asistir a ello para presentar mi más profundo respeto a estos seres humanos vilmente asesinados, pero me lleve tal palo con el final que no soporto la cobardía de actual gobierno.
Salud y libertad.
Hola Daniel, me he atrevido a visitarte dado que nos vamos encontrando en blogs de amigos comunes,tu post pone los pelos de punta, cuanto horror ! Me ha gustado mucho leerte, siempre se aprende, espero continuar haciéndolo.Saludos.
ResponderEliminarLux, lo has clavado cuando comentas la defensa que hace la iglesia de los no nacidos condenando el aborto y cómo al mismo tiempo es capaz de justificar la violencia extrema y los crímenes cometidos por los fascistas,incluso de participar en ellos como me comentabas en tu país y en el mío. Respecto a los Cabezudos, seguro que se le ocurrió a algún experto en guerra psicológica, pues no hay cárcel más efectiva que el miedo.
ResponderEliminarTe devuelvo el abrazo y te digo que tanto Severino como tú conseguís mitigar en parte toda la mala sangre que hago cada vez que tengo que contar tantos horrores.
José antonio, la represión en tu pueblo y en tu provincia fue brutal. Aunque no he podido tratar sobre ella en el blog (sí de otros hechos similares en Andalucía)me he documentado y he recogido testimonios que ponen los pelos de punta. Así que no te rindas, la batalla por la Memoria va a ser muy larga, de resistencia, y nos hacen falta personas como tú. Y si puedes, entre la física y la química trata de enseñar a tus alumnos un poco de historia, de la verdadera.
Salud y República
Serás bienvenida siempre que quieras Mª Eugenia, pero prepárate. Este blog no es fácil de leer, pues está lleno de horrores a cual más espeluznante. Pero ocurrieron y hay que contarlos y yo estoy encantado de que haya personas como tú que quieran leerlos.
Saludos
Acabo de pasar por casa de Jose -naveganterojo- y te he visto el primero en los comentarios ¡acertaste!... en el momento, de pura casualidad, me supongo.
ResponderEliminarA otra cosa, te he copiado, otra vez, el texto y lo republica-ré no antes de un mes. El anterior está para el 23 de septiembre.
Ya te lo dije pero insisto. Puede sonar estúpido pero leer apellidos aragoneses -Pueyo- me emociona especialmente. Soy un bicho "raro" por algo me dijeron "tú estás Loc@" más de una vez... y de dos.
Un abrazo, o saludo, lo que prefieras. PAQUITA
Querido amigo,....que duro despertar a la ralidad me has regalado, durante este tiempo de retiro forzoso y tambien voluntario, me he negado a leer, ver informativos o escuchar todo tipo de noticias relativas ni a la memoria ni al pasado.
ResponderEliminarPero tu me has devuelto a la realidad de una manera que eriza el vello, que despierta la rabia, que me obliga a volver a sumergirme en la "mierda", en el terror, el dolor, las lagrimas, el olvido obligado por la fuerza de las armas y la violencia por la violencia.
Hace un par de dias me dijeron que Alemania habia pedido perdon al pueblo polaco por los crimenes cometidos pos sus tropas durante la segunda guerra mundial, ¿cuando pedira perdon el ejercito, la derecha y la iglesia al pueblo español por los crimenes cometidos contra el????.
Bueno, dejo de lado el tema del blog y voy a algo mas personal, Daniel, te agradezco de corazon todas y cada una de las palabras que me has dedicado durante este tiempo de ausencia, eres un gran amigo y quiero dejar constancia publica de ello.
Un fuerte abrazo
Maravillosa locura la tuya, Paquita. La verdad es que Pueyo es un apellido muy aragonés, sí. Y exprésate como quieras; me valen abrazos, saludos, besos y lo que tú quieras.
ResponderEliminarAbrazos, saludos y besos.
Navegante, ya sabía yo que el primer día que entrases por aquí te ibas a quedar horrorizado de lo que dieron de sí aquellos canallas fascistas, cosa que, de todas formas, ya lo sabes tú sobradamente y en primera persona. Esto no se acabará nunca porque, ¿acaso hay algún lugar de nuestro país que pueda decir que no tiene al menos un vecino que fuera asesinado por aquellos desalmados, o encarcelado, o torturado, o exiliado, o robado, o...?
En Alemania al menos tienen vergüenza, pero aquí están cada día más orgullosos y envalentonados.
En cuanto a lo otro,amigo, no se sabe lo importantes que son los amigos hasta que no los necesitas. No sólo me has tenido a mi preocupado, sino a un montón de gente que te ha tenido en el pensamiento todos y cada uno de los días que has estado ausente. Ya te puedes sentir orgulloso de ello, pues somos todos nosotros los que te tenemos a ti por lo que eres: una estupenda persona y un gran amigo.
Un abrazo, Navegante.
He leido esta entrada con la sensación de que parece un alocado guión de un guionista loco, si no fuera por que yo mismo soy del Alto Palancia, en el camino de aragón, de los últimos lugares en que se rindieron las fuerzas republicanas y que por ello tuvieron que pagarlo con sangre y dolor, y por que yo mismo soy nieto de un republicano, y he escuchado estas y otras historias parecidas podría no dar crédito a lo que aquí se puede leer.
ResponderEliminarese para mi es el principal escollo que tiene la lucha para dignificar a las víctimas, y porque no decirlo para señalar con el dedo acusador a los culpables, que la inmensa mayoría de la gente no conoce REALMENTE lo que pasó en aquellos años terribles.
Por ello, para que todo el mundo pueda dar crédito a estos escalofriantes sucesos, es importante lo que tu y muchos otros haceis desde vuestros blogs, dar a conocer la verdad, toda la verdad, la que desde 1936 se ha estado ocultando sistematicamente a costa de las víctimas enterradas como a perros en lugares olvidados.
Gracias por tu magnifica entrada, aunque he de reconocer que me ha sido dura de leer, por mucho que las leo, por muchas historias que escucho de esas atrocidades, me siguen impresionando vivamente, en ocasiones uno casi no puede contener las lagrimas.
Para acabar (perdona que me extienda tanto) quiero aprovechar para decirte que si pasas por quinta columna puedes recoger un premio por tu magnifico blog, si es que lo quieres.
Un saludo.
salud, República y justicia para los republicanos cruelmente asesinados!!
Nexus.
saludos..
ResponderEliminarte invito a pasar a mi caja..
un abrazo!
Nexus, realmente parece increíble, pero así sucedió y hoy podemos contarlo. Esperemos que no sea demasiado tarde, aunque para muchos ya lo es. Para las víctimas, en primer lugar. Para sus hijos, muchos de los cuales han fallecido o son ya muy mayores. Y, lamentándolo profundamente, para sus asesinos, que también han pasado a ¿mejor? vida. Espero que algún día, nosotros o nuestros hijos podamos hacerles justicia. A los que cayeron y a los canallas que los mataron. Aunque no se sienten en un banquillo, haremos que sus descendientes, al señalarles con el dedo, pasen al menos por el oprobio de tener que reconocer que los suyos fueron criminales contra la humanidad.
ResponderEliminarEn cuanto al premio, gracias. Te contesto más extensamente en "territorio republicano".
Salud y República
Allek, acepto la invitación. Bienvenido a este blog.
Saludos
Hoy he vuelto a encontrar un ejemplo del término "resilencia", como este hombre,antes niño tuvo la fuerza de sobreponerse a la dura adversidad, provocada por el fanatismo y la deshumanización de las personas, estoy leyendo su autobiografía y después de un mal rato ha conseguido serenarme y disfrutar de sus logros y entrega por los demás, lo que demuestra, que a pesar de barbarie vivida, no perdió su afán por ayudar a los demás,es una victoria suya el no sucumbir al intento de enajenación de los asesinos.
ResponderEliminarJaime.
Es verdad lo que dices, Jaime. Sólo él sabe lo que tuvo que pasar y lo que tuvo que tragar. Pero eso nos demuestra que la dignidad del ser humano está muy por encima de la animalidad en la que cayeron quienes intentaron arrebatársela sin éxito.
ResponderEliminarSaludos
Soy Ana la mujer Jesús Pueyo Maisterra, mi gran amigo, compañero, mi amor, mi todo, hoy pasada la medianoche me (nos) dejo a sus 90 años. Aún le quedaban muchas cosas por hacercomo testificar en el juicio a Garzón. Yo como su compañera seguire trabajando para encontrar los restos de su padre. Hoy sólo puedo pensar que fue un privilegio compartir mi vida con él.
ResponderEliminarEspero que su ejemplo sirva de ejemplo, para que jamás se olvide la Memoria de nuestro pasado. Yo como su mujer que he estado a su lado, seguire su lucha incansable.
ResponderEliminarAna, no tengo palabras para expresarte cuánto lo siento. Jesús ha sido para mi una referencia, el ejemplo de alguien que dedicó toda su vida a luchar por la Memoria y por la Justicia. No tuvo suerte en encontrar los restos de su padre y eso ha tenido que ser una gran amargura para él con la que vivir. No me cabe duda de que tú continuarás su labor y que un día, ójala más pronto que tarde, los encontrarás y les darás la sepultura digna que se merecen y que Jesús hubiera querido.
ResponderEliminarTe mando un fuerte abrazo en estos momentos tan duros. Estoy a tu disposición por si me necesitas. Si te viene bien ya me dirás cuándo y dónde será el entierro por si puedo ir a darle un último adiós.
Con tu permiso Daniel: Ana, Compañera de Jesús, me permites darte un abrazo cariñoso y muy muy emocionado,decirte mi pesar y que sepas que te doy toda mi solidaridad para el relevo que tomas en esta lucha para conseguir esta meta justa, necesaria.
ResponderEliminarGracias por tu gesto, Martine, que te agradezco en nombre de Ana. Se ha ido una gran persona, un luchador... y yo aún estoy conmocionado.
ResponderEliminarUn abrazo