Preso picando piedra. Ramón Milá, 1946. La imagen forma parte de la exposición "Supervivencia, Testimonio y Arte. Españoles en los Campos Nazis", que reúne pinturas, maquetas, grabados y esculturas realizadas por supervivientes españoles del campo nazi de Mauthausen. Fuente: Tercera Información
Ángel yace en el suelo. Ya no puede levantar más la gigantesca roca que ha portado sobre su espalda durante más de cien escalones; está agotado. Ni los amenazantes gritos de los alemanes ni sus incesantes golpes logran que ese hombre exhausto, consumido, acabado…, se incorpore.
Ya no le quedan fuerzas ni siquiera para tener miedo. Hasta ahí llega el desaliento de un hombre al que han robado la dignidad, al que han castigado hasta la extenuación. Unos años antes, en su pueblo aragonés, no hubiera podido imaginar que otro ser humano fuera capaz de infligir tanto daño a un semejante.
Le quedan aún por subir más de cincuenta escalones hasta alcanzar la cima y concluir así otra extenuante jornada de castigo, pero ya no encuentra ningún motivo para levantarse. Ya no puede más. Los golpes arrecian, pero sus gestos de dolor resbalan en la indiferencia de los torturadores.
Varios perros ladran sin parar; uno incluso le ha mordido en la pierna, provocándole un desgarro. Sus compañeros, la mayoría españoles como él, contemplan la escena sin detenerse. Tienen miedo a caer despeñados, a recibir más castigos, a perder su exigua ración de comida diaria, a ser atacados por los perros....
La cantera, esa maldita cantera, va a cobrarse una nueva víctima. Los SS tratan de levantarlo por la fuerza; es inútil, sus piernas de alambre no dan para más. Ángel se acuerda de sus hijos, de su mujer… ¿Qué habrá sido de ellos?
En un último esfuerzo, el hombre salta desde lo alto de la escalera para quitarse la vida. En apenas unos segundos, su cuerpo recorre un descenso letal. El último sonido es el del fin de su vida, la conclusión de una existencia que ha terminado en un sufrimiento atroz.
Pesaba 38 kilos, cuarenta menos que cuando ingresó en el campo, menos que el último bloque de granito que había llevado a la espalda…
Prisionero muerto en la cantera de Mauthausen. Además de subir la piedra correspondiente, debían esquivar a los SS que, por diversión, les lanzaban los perros para que les mordieran. Llegados arriba empleaban con ellos el llamado "salto del paracaidista", obligándoles a saltar al vacío. 50 metros de caida vertical. Fuente: Holocausto en español
Los españoles, un variopinto colectivo formado por comunistas, anarquistas, republicanos, antifascistas en general… tuvieron que dejar de lado sus diferencias políticas en pro de un objetivo común: sobrevivir con dignidad el mayor tiempo posible.
Esto les hizo ser los protagonistas del campo, primero porque mostraron una resistencia psíquica superior a la media, con seguridad debido a las duras experiencias previas vividas en la Guerra Civil.
Después porque fueron un grupo que se organizó para ayudar a sus compatriotas y se preocupó por colocar a los suyos en puestos en los que tuvieran algún acceso a la comida, las medicinas y los registros. Robos de cigarrillos –la unidad de moneda que circulaba en el campo– para conseguir “comprar” privilegios y comida para los enfermos, y pequeños sabotajes fueron algunas de las acciones que llevó a cabo una organización de la que los comunistas fueron los principales encargados..
Al principio, la lucha fue ardua y las acciones se limitaban a aportar alguna ayuda a los más débiles y a mantener su moral. El detonador psicológico que aceleró la toma de conciencia de los españoles, y se convirtió en su primera acción de resistencia pasó en agosto del 40, cuando vieron cómo conducían a Mauthausen a un grupo de niños españoles. Lo primero que decidieron como acción común fue salvar a los niños, autonombrándose tutores de aquellos que estaban sin padres ni hermanos, colocándoles entre los adultos en el trabajo para poder ayudarles, cediéndoles una parte del pan y de la ración de margarina, y acostándoles entre ellos por la noche para protegerles de los SS y de los Kapos.
Prisioneros españoles en Mauthausen, entre ellos un niño. Fuente: Todos los Rostros
Los presos políticos alemanes, austriacos y polacos, quedaron perplejos de aquella actitud fraternal; los SS y los Kapos también quedaron sorprendidos con los españoles ya que fueron los primeros que empezaron a recoger a sus muertos en los distintos lugares del trabajo y los llevaban a hombros hasta el campo (aunque tuvieron que dejar de hacerlo al final dado el elevado número de ellos que había...).
El hecho de contar entre ellos con un gran número de conocedores de oficios varios, también ayudó a que los SS, poco a poco, fueran haciéndoles concesiones, y cada brecha abierta entre los SS o los presos de derecho común era una victoria española. Así se fueron haciendo con los “prominenten”, los puestos de trabajo cualificado (barberos, oficinistas, fotógrafos, jardineros,…) que había, lo que significaba la ampliación de sus posibilidades en pro de los más necesitados así como más autonomía e información para sostener la organización clandestina republicana que funcionaba desde mediados de 1.941.
Barberos afeitando a los presos de Mauthausen. Los barberos eran unos de los puestos "prominenten", ya que vivían mejor que el resto de los prisioneros y tenían más posibilidades de sobrevivir. Varios españoles ejercieron de barberos en el campo. Fuente: Holocausto en español
Las horas de descanso del domingo por la tarde eran casi peores que una semana de trabajos forzados y malos tratos. Era el momento de enfrentarse a ellos mismos, su soledad, sus recuerdos...Para llenar ese vacío los españoles organizaron partidos de fútbol y peleas de boxeo. Así conseguían que la moral no decayera... y cambiar impresiones para perfeccionar el aparato clandestino de solidaridad. Fuente: Holocausto en español
Casimiro Climent, Juan de Diego y Josep Ballina trabajaban en las oficinas de la Gestapo, rellenando las fichas de los deportados. Asumiendo un altísimo riesgo, decidieron duplicar en secreto las fichas de los republicanos españoles para poder explicar y probar, si sobrevivían, lo que sucedía en ese campo. Realizaron también decenas de fichas de los SS destinados allí, las cuales fueron fundamentales para poder incriminarles en los procesos abiertos posteriormente a la liberación.
Otra cosa que hicieron fue preparar una lista de prisioneros españoles. Es decir, aparte de la ficha que había que hacer, añadieron por medio de entrevistas personales el lugar de procedencia exacto y la dirección de su familia. Gracias a eso, muchos españoles se enteraron de que sus familiares habían muerto en el campo de concentración, ya que se les pudo localizar una vez terminada la guerra.
Francisco Boix, con su inseparable Leica colgada del cuello. La imagen corresponde a los días posteriores a la liberación de Mauthausen. Fuente: Nazismo y holocausto
Las visitas al campo de altos mandatarios de la SS, con Himmler a la cabeza, fueron también documentadas por la cámara fotográfica de Boix; años después pagarían salir inmortalizados en las fotografías.
Pero antes había que sacar del campo aquellas fotografías, lo cual implicaba un gran riesgo de ser descubiertos. Se puso entonces en marcha una operación en la que participaron los “potchacas”, un grupo de unos 50 jóvenes españoles que toma su nombre de una cantera privada situada en el pueblo de Mauthausen. La cantera era explotada por Anton Poschacher, un dirigente nazi local que empleaba mano de obra esclava proveniente del campo de concentración de Mauthausen.
Miembros del "Kommando Poschacher".Parte superior, de izquierda a derecha: Juan Pedrol Carbonell - persona desconocida - José Alcubierre Pérez - José Aviñó Sabaté. Parte inferior, de izquierda a derecha: persona desconocida - Manuel Cortés García - Félix Labara Peña - Manuel-Ángel Ramos Barril. Fuente: Imagenes y Memoria de Mauthausen. Catálogo de la exposición con el mismo nombre. Editions Tiresias. Tomado de Foro Segunda Guerra Mundial
Más adelante le hicieron entrega del paquete a una valiente mujer austríaca con la que trabaron amistad. Anna Pointner, ferviente antifascista, no dudó en recogerlo y esconderlo en un muro de su jardín. El valor de aquellos negativos era muy alto: fueron fundamentales para identificar a un buen número de los despiadados SS que sirvieron en Mauthausen y para que quedara constancia gráfica de lo vivido allí.
Ha sido grande la emoción que he sentido al enterarme de estos hechos desconocidos para la mayoría de nosotros. Rendir homenaje a estas muestras de valor, de dignidad, de solidaridad…en aquellas durísimas condiciones, es algo que considero un deber.
Jorge Semprún, superviviente de Buchenwald, lo expresa con palabras más bellas que las mías:
“Sin duda a veces hay que hablar en nombre de los náufragos. Hablar en su nombre, en su silencio, para devolverles la palabra" (*)
Aquellos luchadores de Mauthausen son los precursores de la España en la que hoy vivimos. Todos debemos de conocer, y en especial los jóvenes, lo que ha costado un régimen democrático.
Reconocer su sacrificio para hacerlos partícipes del futuro al que ellos contribuyeron.
(*) Jorge Semprún: La escritura o la vida.
Fuentes documentales
Bibliografía
- AAVV La part visible des camps ; les photographies du camp de concentration de Mauthausen; Imágenes y memoria de Mauthausen. Fotografías del campo de concentración de Mauthausen. Editions Tirésias, Paris, 2005.
- Bermejo, B. Francisco Boix, el fotógrafo de Mauthausen. Fotografías de Francisco Boix y de los archivos capturados a los SS de Mauthausen. RBA Editores, Barcelona, 2002.
- Pons Prades, E. El holocausto de los republicanos españoles : vida y muerte, en los campos de exterminio alemanes 1940-1945. Belacqua de Ediciones, Barcelona, 2005
- Wingeate, D. Spaniards in the Holocaust. Mauthausen: Horror on the Danube. Routledge, London, 2000.
Prensa digital
- El español que fotografió el horror nazi en Mauthausen. A. Domenech. El Mundo, 26-05-2010.
- Vivir en el infierno. C. Coca. La Verdad.es, 12-11-2003
- Un calaicetano en la trastienda de Nuremberg. L. Rajadel. Heraldo de Aragón, 29-08-2010
Webgrafía
- Dos castejaos en el terror nazi de Mauthausen. Fuente: Foro por la Memoria
- Republicanos españoles en Mauthausen. Fuente: Trebujena
- Francisco Boix, el fotógrafo de Mauthausen. Fuente: Intrínseco y Expectorante
- El grupo de los Poschacher. Fuente: Foro Segunda Guerra Mundial
- Republicanos en los campos de concentración nazis (Cantoria). Fuente: AlmeriaPedia
- La Resistencia española en Mauthausen, ejemplo de convivencia. Fuente: Holocausto en español
Material audiovisual
- Aragoneses en Mauthausen. Fuente: YouTube
Conocia esta historia y lo que hizo Anna Pointner por los prisioneros pero por más veces que la lea,me parece igual de escalofriante.
ResponderEliminarHermoso homenaje les haces y que bonitas palabras las de Jorge Semprún,es la unica manera de mantener viva la memoria y que el pasado nunca se olvide.
Besicos
" Las cámaras fotográficas de los SS trabajaban con avidez documentando la barbarie. Pero no tuvieron en cuenta que cada fotografía en el futuro podía ser un documento incriminatorio".
ResponderEliminarEstaban tan seguros de sí mismos esos h... de p..., tan convencidos del mundo que estaban construyendo sobre miles y miles de cadáveres..
Las palabras de Semprún son hermosas, pero Daniel me quedo con las tuyas :
"Aquellos luchadores de Mauthausen son los precursores de la España en la que hoy vivimos. Todos debemos de conocer, y en especial los jóvenes, lo que ha costado un régimen democrático.
Reconocer su sacrificio para hacerlos partícipes del futuro al que ellos contribuyeron".
Definen a la perfección la labor que estás llevando a cabo y de manera admirable...
Bisous de... SELMA.. ;)
estupendo artículo....
ResponderEliminarotro para dar una visión diferente a la de libros de texto
No conocía esta historia, y me ha sobrecogido. Es necesario un reconocimiento a estos héroes que lucharon desde una posición de absoluta debilidad contra sus verdugos, y al final, con el sacrificio de muchos de ellos, lograron vencerlos.
ResponderEliminarMi rendido homenaje a estos hombres de los que casi nadie habla y que contribuyeron a devolver al mundo un poco de libertad y justicia.
Salud y República
Gracias por tu homenaje a estos hombres que tuvieron la dignidad de luchar por la justicia y por la libertad.
ResponderEliminarSiempre deben estar presentes en nuestra memoria roja.
¡Salud y República!
Escalofriante historia aunque es admirable el valor y el comportamiento de todos ellos arropandose unos a otros como si fueran hermanos.Gracias a todos ellos.Un beso.
ResponderEliminarEstos hechos ilustran perfectamente el valor de un solo gramo de libertad y democracia,algo que nunca deberiamos olvidar,los nombres de estos luchadores deberian estar grabados en las paginas mas importantes de los libros de historia,nos vemos.
ResponderEliminarBuda, Semprún sabía de lo que hablaba. Muchos años después volvió a Buchenwald. Tuvo que ser muy duro para él.
ResponderEliminarBesicos
Selma, como siempre gracias por tus elogios. Como dices, estaban tan seguros de si mismos que no tuvieron en cuenta la posibilidad de que un día sus mismos registros, sus mismas fotografías, se les volverían en contra. Siempre vieron a todos como inferiores, pero al final fueron vencidos por ellos.
Bisous
Sí, Noel, hay que dar esa otra visión, es imprescindible.
Un abrazo
Rafael, fueron admirables en tantos sentidos...
Salud y República
Así es, Felipe, no sólo en nuestra memoria sino también en el "disco duro" mental de las nuevas generaciones.
Salud y República
Mimi, aprendieron que no podían estar desunidos como en la Guerra Civil. Su solidaridad salvó a pocos, en verdad, pero hizo que la mayoría de los que murieron vivieran con dignidad hasta que ya no pudieron más.
Un beso
Severino, me temo que sólo aparecerán en libros muy especializados y con poca divulgación, pèro ya es algo. Que no sea inútil el riesgo que asumieron muchos para que un día conociéramos sus nombres.
Nos vemos
HISTORIA TRAGICA Y REAL, LOS POCOS SUPERVIVIENTES NO HAN PODIDO SUPERAR TANTO SUFRIMIENTO QUE SE REFLEJA EN SUS PALABRAS, CON LOS QUE HE TENIDO EL GUSTO DE COMPARTIR CONVERSACIONES Y EL VIAJE REALIZADO A MAUTHAUSEN EN MAYO-2010, EJ.JOSE ALCUBIERRE, RAMIRO SANTIESTEBAN, EDMON JIMNENO, UN ABRAZO A TODOS
ResponderEliminarAnónimo, tuvo que ser toda una experiencia. Seguro que muy dolorosa para ellos, al revivir tanto sufrimiento.Yo tuve el honor de conocer, hace muchos años, a Mariano Constante, recientemente fallecido. Acudía a cuantos lugares le llamaban para explicar cómo había sido aquel infierno y cómo habían conseguido salir de allí los supervivientes: Con mucha suerte y con grandes dosis de dignidad, solidariad y coraje.
ResponderEliminarGracias por tu comentario
Cuanto horror.
ResponderEliminarConocía la historia de Francisco Boix y de sus compañeros, pero desconocía muchos de los detalles que aportas. Debieron de vivir un infierno horrible dentro de aquel gran infierno.
Que dura experiencia, y al menos lograron sobrevivir. Como anotas, mueron tantos los que no consiguieron librarse de tan crueles asesinatos...
Un abrazo Daniel.
Verdial, a pesar de esa estupenda cadena de solidaridad de los republicanos españoles, casi no queda ninguno para contarlo. Qué hubiera sido de ellos si cada uno hubiera ido por su lado...
ResponderEliminarUn abrazo
Verdadera y extraordinaria história silenciada por el régimen franquista, culpable, el tio del bigote y su cuñado(Serrano Suñer)dos desalmados, que instaron a Hitler, otro que no tiene calificativo, a matar a todos estos REPUBLICANOS ESPAÑOLES(con mayúsculas)entre los que se encuentra mi abuelo y casi 9000 más, por no estar de acuerdo con su golpe de estado.
ResponderEliminarNo dejemos que esta verdad se muera junto con los pocos republicanos que quedan, con los que también yo guardo un extraordinario recuerdo de tres de ellos, cuando el pasado mes de mayo en la visita anual, compartieron sus histórias con todos los que les acompañamos.
Anónimo, su historia sigue siendo silenciada o al menos minimizada por nuestros actuales gobernantes. Por ello y porque, como bien dices, la mayoría de los supervivientes van desapareciendo, sigue siendo fundamental que le demos toda la divulgación que nos sea posible.
ResponderEliminarSalud y República
Soy sobrino de Juan de Diego que fue el tercer secretario del Campo de Mauthausen. Quisiera corregir unas imprecisiones que he leído aquí.
ResponderEliminarPrimero, Juan de Diego no trabajaba en los despachos de los SS, ahí trabajaba Casimir Climent. Mi tío, como tercer secretario del Campo, tenia los despacho en el barracón nº 2, en el interior del campo, mientras que Climent estaba en el exterior del recinto del campo, donde se ubicaban los despachos de los SS.
Las listas hechas por Climent y Bailina, lo fueron con las fichas que hacía mi tio (en duplicado) de las llegadas y las muertes de los españoles. Como en los despachos de mi tío no habian archivos, no tenia la posibilidad de esconder estos duplicados. Las pasaba a Climent, quién tenía la posibilidad de esconder las fichas con los stocks de fichas nuevas que estaban en los archivos de los despachos de los SS. Así se recopilaron las listas de deportados y muertos en Mauthausen.
A la liberación del campo, mi tio recuperó esas listas que entregó a las fuerzas americanas.
e.urraca, primero de todo agradecerte el comentario y las precisiones hechas, las cuales son tanto más valiosas cuanto que provienen de un familiar directo de De diego. Lamento si el artículo no es todo lo exacto que debería. Las fuentes que manejo son limitadas y esto, unido a que éste es un trabajo de divulgación y no de un historiador, ocasiona a veces pequeñas (espero) imprecisiones que siempre estoy dispuesto a subsanar.
ResponderEliminarLo dicho, gracias por comentar.
Tuve el honor de conocer personalmente a uno de los integrantes del "Kommando Poschacher", José Aviñó Sabaté. Estuvo en el campo con varios familiares. Sólo sobrevivieron dos.
ResponderEliminarÉl desgraciadamente ya murió, pero su viuda a fecha de hoy vive todavía.
Tuvo tres hijos, y ocho nietos.
Murió en su pueblo natal.
Anónimo, me alegro de conocer algo más sobre José Aviñó y de saber que pudo rehacer su vida tras el sufrimiento padecido.
ResponderEliminarGracias por la información.