Queridos amigos y amigas,
hace ya algún tiempo que el cuerpo y la mente me piden a gritos un respiro. Hasta ahora eso no ha sido posible por varias razones. La primera porque en el trabajo se cogen las vacaciones cuando se puede y no cuando se quiere. Y en segundo lugar por responsabilidad hacia vosotros, los seguidores habituales y los lectores asíduos y esporádicos de este blog.
Hoy siento que ese momento ha llegado. Después de estas últimas semanas de locura de intentar que no te coja el toro para acabar los temarios, después de poner y de corregir cientos de exámenes (¡qué horror!), después de varias sesiones maratonianas de evaluaciones y de claustros, después de ver las risas y las lágrimas de muchos de mis alumnos tras ver sus notas…al fin puedo dejar el trabajo hasta el próximo curso. Con la conciencia relativamente tranquila.
En cuanto al blog, jamás pensé que me vería alguna vez escribiendo uno. Jamás pensé que habría tanta gente que lo leería y lo seguiría. Jamás pensé el trabajo que me iba a dar ni en el desgaste psicológico y afectivo que me iba a producir.
Por todas esas razones estoy bastante orgulloso de él. Un blog que empezó humildemente, con la sola pretensión de dignificar el recuerdo de mi abuelo y de otros jornaleros del campo como él, asesinados en el monte en la etapa más rabiosa de la represión fascista de 1936. Y que fueron enterrados, como si de animales se tratara, en la fosa común del cementerio civil de Agreda, donde menos molestaran, allí donde se inhuma a todos aquellos que no cumplen las consignas ni la ortodoxia de la S.I.C.A.R. (*)
Enseguida me di cuenta de que el golpe fascista que acabó con los nuestros, lo hizo también con muchos miles como ellos y con la esperanza de millones de personas que vieron en la II República Española una luz en las tinieblas que les iba a sacar del atraso secular, del oscurantismo y de la ignorancia fomentadas por la iglesia, del caciquismo cerril y reaccionario de la oligarquía y de los poderosos, de la explotación en las fábricas y en los campos, y de la represión de un ejército intervencionista y una guardia civil al servicio de los terratenientes.
No podía por ello, limitarme solamente a lo que había ocurrido en un pequeño y casi desconocido pueblo zaragozano, Torrellas, cuando todo nuestro país llego a estar (y aún sigue así hoy) trufado de fosas comunes, convertido en una inmensa prisión, avasallado por el miedo, la miseria y la represión de aquellos criminales iluminados, “salvadores” de la patria…Sin olvidar que la memoria es frágil, que nuestro pueblo ha olvidado su pasado y que tantos pseudo-historiadores revisionistas nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino.
Y así, me puse a investigar, leyendo libros, consultando archivos, navegando interminablemente en Internet… para descubrir, horrorizado, lo poco que sabía en realidad de aquel golpe de estado fracasado que nos llevó a nuestra sangrienta guerra civil. Cuando investigaba para hablar sobre un tema concreto, me daba de bruces con otro horror tan grande o más que el que estaba tratando. Y lo guardaba para cuando tuviera ocasión de hablar de él.
Sabéis que he escrito varias entradas sobre Extremadura. En realidad mi intención era escribir sólo dos. Pero cada vez que quería terminar y empezar otra cosa me encontraba con que la represión en esa región fue espantosa, interminable, quizá la más dura de todo el país, aunque todos dirán que lo fue más en su propia comunidad. Varias entradas escritas y ni de lejos he tratado todo lo que sufrieron los republicanos extremeños a manos de asesinos como Yagüe, por citar solamente a uno de aquellos criminales contra la humanidad.
A ese cansancio se une el desánimo por no haber podido exhumar a los nuestros como era nuestra intención este mes de junio pasado. Diversos problemas de tipo legal nos hacen retrasarlo sine die. Esperemos que no sea para mucho tiempo.
En fin. Toda esta parrafada para deciros sencillamente que me voy de vacaciones y que, durante un tiempo indeterminado, no publicaré entradas nuevas (**). Si alguien se quiere comunicar conmigo, puede hacerlo por correo electrónico, a la dirección oslotrail@yahoo.es, donde estaré encantado de hablar con vosotros.
Me voy, pero amenazo con volver cuando mis baterías estén recargadas.
A todos y a todas os deseo un feliz verano, un feliz invierno para mis amigos argentinos y del otro lado del charco.
Un abrazo fuerte. Y gracias, muchas gracias por estar ahí.
Espero volver a veros pronto.
Daniel
hace ya algún tiempo que el cuerpo y la mente me piden a gritos un respiro. Hasta ahora eso no ha sido posible por varias razones. La primera porque en el trabajo se cogen las vacaciones cuando se puede y no cuando se quiere. Y en segundo lugar por responsabilidad hacia vosotros, los seguidores habituales y los lectores asíduos y esporádicos de este blog.
Hoy siento que ese momento ha llegado. Después de estas últimas semanas de locura de intentar que no te coja el toro para acabar los temarios, después de poner y de corregir cientos de exámenes (¡qué horror!), después de varias sesiones maratonianas de evaluaciones y de claustros, después de ver las risas y las lágrimas de muchos de mis alumnos tras ver sus notas…al fin puedo dejar el trabajo hasta el próximo curso. Con la conciencia relativamente tranquila.
En cuanto al blog, jamás pensé que me vería alguna vez escribiendo uno. Jamás pensé que habría tanta gente que lo leería y lo seguiría. Jamás pensé el trabajo que me iba a dar ni en el desgaste psicológico y afectivo que me iba a producir.
Por todas esas razones estoy bastante orgulloso de él. Un blog que empezó humildemente, con la sola pretensión de dignificar el recuerdo de mi abuelo y de otros jornaleros del campo como él, asesinados en el monte en la etapa más rabiosa de la represión fascista de 1936. Y que fueron enterrados, como si de animales se tratara, en la fosa común del cementerio civil de Agreda, donde menos molestaran, allí donde se inhuma a todos aquellos que no cumplen las consignas ni la ortodoxia de la S.I.C.A.R. (*)
Enseguida me di cuenta de que el golpe fascista que acabó con los nuestros, lo hizo también con muchos miles como ellos y con la esperanza de millones de personas que vieron en la II República Española una luz en las tinieblas que les iba a sacar del atraso secular, del oscurantismo y de la ignorancia fomentadas por la iglesia, del caciquismo cerril y reaccionario de la oligarquía y de los poderosos, de la explotación en las fábricas y en los campos, y de la represión de un ejército intervencionista y una guardia civil al servicio de los terratenientes.
No podía por ello, limitarme solamente a lo que había ocurrido en un pequeño y casi desconocido pueblo zaragozano, Torrellas, cuando todo nuestro país llego a estar (y aún sigue así hoy) trufado de fosas comunes, convertido en una inmensa prisión, avasallado por el miedo, la miseria y la represión de aquellos criminales iluminados, “salvadores” de la patria…Sin olvidar que la memoria es frágil, que nuestro pueblo ha olvidado su pasado y que tantos pseudo-historiadores revisionistas nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino.
Y así, me puse a investigar, leyendo libros, consultando archivos, navegando interminablemente en Internet… para descubrir, horrorizado, lo poco que sabía en realidad de aquel golpe de estado fracasado que nos llevó a nuestra sangrienta guerra civil. Cuando investigaba para hablar sobre un tema concreto, me daba de bruces con otro horror tan grande o más que el que estaba tratando. Y lo guardaba para cuando tuviera ocasión de hablar de él.
Sabéis que he escrito varias entradas sobre Extremadura. En realidad mi intención era escribir sólo dos. Pero cada vez que quería terminar y empezar otra cosa me encontraba con que la represión en esa región fue espantosa, interminable, quizá la más dura de todo el país, aunque todos dirán que lo fue más en su propia comunidad. Varias entradas escritas y ni de lejos he tratado todo lo que sufrieron los republicanos extremeños a manos de asesinos como Yagüe, por citar solamente a uno de aquellos criminales contra la humanidad.
Imagen tomada de la web Vettonia, Horror en Extremadura. el exterminio extremeño (1936-1939)Podéis creerme si os digo que estoy agotado de tanto horror, de tanta infamia, de tanto desafuero y de tanta sinrazón… El hecho de leer una y otra vez, para documentarme primero, para comprobar después, para corregir antes de publicar, para releerlo después de publicado… hace que pasen en varias ocasiones por mi mente y por mi corazón los mismos horrores. Y aunque no es comparable al sufrimiento que sintieron todas aquellas víctimas inocentes de la barbarie fascista, mi sentimiento hoy es el de un inmenso cansancio.
A ese cansancio se une el desánimo por no haber podido exhumar a los nuestros como era nuestra intención este mes de junio pasado. Diversos problemas de tipo legal nos hacen retrasarlo sine die. Esperemos que no sea para mucho tiempo.
En fin. Toda esta parrafada para deciros sencillamente que me voy de vacaciones y que, durante un tiempo indeterminado, no publicaré entradas nuevas (**). Si alguien se quiere comunicar conmigo, puede hacerlo por correo electrónico, a la dirección oslotrail@yahoo.es, donde estaré encantado de hablar con vosotros.
Me voy, pero amenazo con volver cuando mis baterías estén recargadas.
A todos y a todas os deseo un feliz verano, un feliz invierno para mis amigos argentinos y del otro lado del charco.
Un abrazo fuerte. Y gracias, muchas gracias por estar ahí.
Espero volver a veros pronto.
Daniel
(*) Santa Iglesia Católica y Apostólica de Roma (¡…!)
(**) Salvo casos de fuerza mayor, tales como atentados contra la Memoria Histórica por parte del PSOE, del PP, de la iglesia o de energúmenos diversos…a los que haya que dar una respuesta adecuada. O porque me dé el “mono” debido a mi blogadicción.
(**) Salvo casos de fuerza mayor, tales como atentados contra la Memoria Histórica por parte del PSOE, del PP, de la iglesia o de energúmenos diversos…a los que haya que dar una respuesta adecuada. O porque me dé el “mono” debido a mi blogadicción.
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