Fuente: El blog de un aprendiz
“Ver la luz al final del túnel” es una metáfora ampliamente utilizada por cualquiera que haya pasado por una situación de oscuridad o de incertidumbre. El primer destello de luz que atisbamos aviva nuestra esperanza y nos anima a seguir adelante con un renovado espíritu de superación.
Así fue como nos sentimos los familiares de los Fusilados de Torrellas cuando, hace justamente una semana, nos reunimos junto a la tumba de nuestros abuelos, en el cementerio de Ágreda.
Tras casi dos años de reuniones y gestiones burocráticas, empezamos a creer que ya está cerca el momento de que los restos de los nuestros puedan abandonar la fosa en la que se vieron forzados a reposar.
Si todo va bien, una vez obtenidos los permisos pertinentes, nuestros abuelos iniciarán su esperada vuelta a casa durante este otoño.
Espacio donde se encontrarían los enterramientos. Fuente: Informe preliminar de la Sociedad Aranzadi, 13 de septiembre de 2010.Cualquier viaje que realizamos nos hace más sabios y en este tiempo hemos aprendido más sobre nuestros abuelos y las circunstancias en las que fueron asesinados en 1936 que durante toda nuestra vida anterior. Al menos es así cómo yo me siento.
Hoy sabemos que están enterrados precisamente allí porque unas personas de buena voluntad, Marcos Bueno y su hijo, de esta localidad soriana, a tan sólo 15 km de Torrellas, se ofrecieron voluntariamente a traer sus cuerpos desde el monte donde tras ser asesinados iban a ser abandonados y expuestos sus restos a las inclemencias del tiempo y a las alimañas. De no ser por aquellos hombres buenos, que pusieron su camioneta y su tiempo en esta encomiable acción, hoy formaríamos parte de los miles de personas de este país que no podrían plantearse la exhumación y el entierro digno de los suyos al no conocer ni siquiera la localización de sus restos.
Cementerio de Ágreda (Soria). En el espacio marcado en verde se encontrarían los enterramientos de la Guerra Civil. Junto a nuestros familiares de Torrellas, se encuentran también tres vecinos de Vierlas y dos aviadores republicanos. Fuente: Informe preliminar de la Sociedad Aranzadi, 13 de septiembre de 2010.Esa mañana soleada pero fresca de domingo, estaba con nosotros Concepción, una señora de ochenta y muchos años que sólo contaba nueve cuando vio, sin ser vista, la macabra hilera que formaban los cadáveres de Luis, Marcelino, Gregorio y Feliciano, nuestros abuelos, a la espera de ser enterrados en la fosa común que abría el sepulturero de Ágreda.
La existencia de un testigo directo de aquel hecho, con la que jamás nos hubiéramos atrevido a soñar, unido a la certidumbre de conocer por su testimonio el lugar exacto donde están enterrados, es algo que va a facilitar mucho las tareas de exhumación.
Para hablarnos de ellas vino también, desde San Sebastián, “el hombre que abre tumbas” como algunos le llaman y que, con su trabajo, levanta ampollas y provoca odios, pero también el eterno agradecimiento de quienes como nosotros intentan sacar los restos de los suyos para enterrarlos dignamente en un nicho del cementerio haciendo justicia a su memoria.
Reputado especialista forense, el profesor de de la Universidad del País Vasco Francisco Etxeberría lleva desde 2000 participando en la exhumación de fosas de desaparecidos de la Guerra Civil y la dictadura. El equipo de la Sociedad Aranzadi que dirige, lleva 200 fosas comunes abiertas y 4.800 esqueletos exhumados en toda España.
El antropólogo y forense Francisco Etxeberría. Fuente: El PaísHistoriadores, antropólogos, arqueólogos, médicos forenses y psicólogos intervienen en cada exhumación, a quienes hay que añadir más tarde a los profesionales que realizan los análisis de laboratorio que concluyen en la identificación y determinación de las causas de la muerte.
La identificación no es siempre posible debido al estado, a veces lamentable, de los restos humanos que se encuentran. Los familiares ya hemos sido advertidos de esta posibilidad que debemos contemplar para evitarnos una decepción por albergar excesivas expectativas.
Los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles; así lo mantienen diversos tratados internacionales suscritos por España, que deben de ser respetados incluso por encima de la Ley de Amnistía aprobada en los primeros años de la transición y a la que se considera una verdadera Ley de Punto Final.
Además, la "Ley de Enjuiciamiento Criminal" tiene vigente un artículo en el que se dice que cuando exista o aparezcan restos con sospecha de muerte violenta, la mayor parte de los cráneos estén agujereados, o sospechas de criminalidad el juez se debe personar con el forense e iniciar unas diligencias penales.
La realidad, sin embargo, es que la inmensa mayoría de los jueces españoles no cumplen con esta obligación, denegando la tutela judicial efectiva a la que las víctimas y sus familiares tenemos derecho.
Miembros de la sociedad Aranzadi, que dirige Francisco Etxeberría, durante los trabajos de exhumación de una fosa común de la Guerra civil en la localidad burgalesa de Villalba de Duero, concluidos recientemente tras recuperar los restos de siete personas, todas ellas varones. Fuente: Informativos TelecincoNo es que toda la judicatura española sea de derechas, heredera del franquismo, como se ha llegado a decir. La triste verdad, a mi entender, es que muchos de ellos están amedrentados por la salida del juez Baltasar Garzón de la Audiencia Nacional debido a la campaña de acoso y derribo a la que viene siendo sometido por su intención de investigar los crímenes del franquismo.
Las exhumaciones sin presencia judicial suponen borrar pruebas de crímenes contra la humanidad. Es por ello que, con el asesoramiento del Equipo Nizkor de Derechos Humanos, hemos ido retrasando la exhumación de los nuestros solicitando al ayuntamiento de Ágreda un “traslado de restos” en lugar de exhumar los cuerpos directamente.
Dado que en el registro del cementerio con fecha de 20 de octubre de 1936 aparecen “cuatro desconocidos hallados muertos en Los Cabezos”, que en esa fecha y lugar los únicos asesinados fueron los nuestros y que si alguien pide el traslado de restos de un familiar a otro cementerio el cuerpo que se lleve debe ser inequívocamente el de dicho familiar y no otro del cementerio civil, la legalidad vigente estipula que un juez debe garantizar, de acuerdo con el rituario forense, incluyendo la necropsia y a efectos de la posterior identificación por ADN, la identidad concreta de cada resto.
Vista del panteón erigido por nuestras abuelas, cuando aún vivían. Fuente: Agreda.com. Imagen modificada con PhixrEl hecho de que España no cumpla sus obligaciones internacionales y constitucionales con las víctimas del franquismo obliga a agudizar el ingenio para que no se borren para siempre a los ojos de la Justicia las pruebas de los crímenes contra la humanidad cometidos por el fascismo español.
Eso lo sabe bien Iván Aparicio, presidente de la Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad, que nos acompaña desde el principio de nuestra andadura guiándonos con su experiencia en este largo viaje a través del túnel del cual empezamos a salir.
A lo largo de este camino hemos encontrado a muchos compañeros de viaje que han conseguido, tras tantos años, el entierro digno para sus familiares fusilados al que todo ser humano tiene derecho.
Su experiencia ha sido para nosotros de gran ayuda. Hemos compartido con ellos su alegría y su satisfacción cuando han liberado a los suyos del olvido. Quiero recordar en especial a los familiares de los fusilados de Arándiga y a los de Uncastillo.
Portada del libro citado en la bibliografía. Prologado por Iván Aparicio, presidente de la Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad, es una más de las muchas iniciativas de esta asciación en pro de la Memoria Histórica de este país. Fuente: Soria Memoria HistóricaTambién merecen un recuerdo muchas otras personas que se han interesado, de una manera o de otra, en nuestro proyecto, ofreciéndose incluso “a cavar si fuera necesario”. Su entusiasmo ha alimentado nuestra determinación, dándonos un poco de luz en los peores momentos. El ofrecimiento de colaboración por parte de la alcaldesa de Torrellas también ha sido muy bien acogido por todos.
Por último, aunque no por ello menos importante, gracias a todos quienes leéis o seguís este humilde blog que nació tan sólo para poner un granito de arena más en la lucha contra esa inmensa amnesia colectiva que exhibe nuestro país y que causa el asombro fuera de nuestras fronteras.
El autor del mismo es consciente de sus limitaciones pero cuenta con todos vosotros para seguir este viaje que aún no ha terminado. Como en la vida, aún quedan túneles, montañas y valles que atravesar.
Pero unos buenos compañeros hacen el camino más ligero.
Gracias a todos.
Fuentes documentales
Bibliografía
- Herrero, G. y Hernández, A. La represión en Soria durante la Guerra Civil. Soria, 1982. 2010, 2ª edición revisada y actualizada. Asociación Recuerdo y Dignidad.