.post blockquote { width:275px; margin: 10px 0 10px 50px; padding: 10px; text-align: justify; font-size:15px; color: #e1771e; background: transparent; border-left: 5px solid #e1771e; } blockquote { border-left:3px solid #CCCCCC; color:#776666; font-style:italic; padding-left:0.75em; } Fusilados de Torrellas: Los cómplices. La Iglesia y Franco: un pacto de sangre. http-equiv="Content-Type" content="text/html; charset=UTF-8" />

Los cómplices. La Iglesia y Franco: un pacto de sangre.


"¿Por qué, Señor, has tolerado esto?",

se preguntaba el 28 de mayo de 2006 el papa Benedicto XVI tras la visita al campo de concentración polaco de Auschwitz, donde se gaseó a centenares de miles de hombres, mujeres y niños, la mayoría judíos.


La Iglesia católica española necesitaría hacerse la misma pregunta 73 años después del inicio de la Guerra Civil. La Iglesia amparó, silenció y ocultó la guerra de exterminio dirigida contra los republicanos por los militares sublevados en nombre de la patria y de la religión. Después, feliz y gozosa con todos los privilegios que le proporcionó la dictadura de Franco, nunca quiso saber nada de las víctimas del otro lado y rodeó a sus mártires de una mitología y de un ritual que dura hasta la actualidad.

Para muchos la iglesia católica era una institución oscurantista, un poder paralelo, que se oponía al desarrollo del país. Controlaba al pueblo desde el púlpito y el confesionario, especialmente en el medio rural, en el que tradicionalmente había menos cultura. La mayor parte de los centros de enseñanza estaban en sus manos. La República intentó limitar su presencia al campo estrictamente espiritual. Para ello, con el apoyo de las clases medias progresistas y del movimiento obrero, se propusieron una serie de medidas para la creación de un estado laico.

Esto chocó, naturalmente, con la oposición frontal de la iglesia y de un sector importante de la población católica. Estaba en juego el modelo de sociedad, donde se mantuviese la tradicional presencia de la iglesia en todos los campos de la sociedad civil, o una sociedad laica, donde la iglesia se retirase a los asuntos meramente espirituales.
Sin embargo, la mayor parte de las reformas propuestas por los gobiernos republicanos encontraron una importante oposición por parte de los poderes oligárquicos del país. El ejercito, la iglesia, el gran capital y las fuerzas conservadoras y monárquicas vieron peligrar su tradicional estatus preponderante y se opusieron por todos los medios a su alcance a este progreso. Ya en 1932 hubo un intento de golpe de Estado.

Así se llega al “glorioso alzamiento nacional” de julio de 1936. En los pueblos y ciudades donde fracasó el golpe de Estado, muchos eclesiásticos fueron asesinados y una buena parte de las iglesias y santuarios fueron incendiados, saqueados o profanados. Esta fue la razón esgrimida por la iglesia para justificar su alianza con los militares. Sin embargo, los fundamentos de esta alianza estaban establecidos desde mucho antes. El catolicismo español había estado siempre identificado con el conservadurismo más rancio de la sociedad. Era pues, comprensible, el apoyo de la iglesia al bando sublevado.

La complicidad del clero con el terror militar y fascista fue absoluta, La violencia de los militares sublevados era legítima porque "no se hace en servicio de la anarquía, sino en beneficio del orden, la patria y la religión", declaró ya el 11 de agosto de 1936 Rigoberto Doménech, arzobispo de Zaragoza, cuando todavía no podía conocerse el alcance del anticlericalismo. Así, la iglesia elaboró el mito de la “Cruzada” religiosa,...

...una guerra de liberación contra los males de la sociedad, el "laicismo-judío-masónico-soviético". Bendecía así la masacre de los “rojos”, los nuevos “infieles”. Y convertía a Franco, hombre providencial, en el nuevo Don Pelayo.

En cuanto a lo puramente local, baste decir que en toda la comarca de Tarazona y el Moncayo no hubo ni quemas de conventos ni asesinatos de sacerdotes. La vida cotidiana de los pequeños ayuntamientos se limitó a ir haciendo realidad algunas de las propuestas laicistas de la República. Concretamente en Torrellas, como en otros muchos pueblos de la comarca, se prohibió la asistencia de las autoridades, en cuanto tales, a los actos religiosos, aunque podían asistir a título personal, pues se había decretado la libertad de culto. En 1932 la corporación decidió no autorizar las procesiones, excepto la del Santo Entierro, reduciendo los actos religiosos a las celebraciones dentro de la iglesia. Otras medidas fueron correr sólo con los gastos profanos –lidia de novillos y banda de música- de las fiestas mayores, mientras que la iglesia se haría cargo de los religiosos –misas y rosarios- que hasta entonces salían del presupuesto municipal. Por último, los nombres religiosos de las calles se cambiaron por otros de carácter republicano.


Estoy seguro de que estas “vejaciones” no fueron olvidadas jamás por los curas de los pueblos ni por el obispo de Tarazona. En cuanto pudieron se cobraron una abultada factura. Desde el último cura hasta el obispo, oían los disparos, veían cómo se llevaban a la gente, les llegaban familiares de los presos o desaparecidos, desesperados, pidiendo ayuda y clemencia. Y salvo raras excepciones, la actitud más frecuente fue el silencio, voluntario o impuesto por los superiores, cuando no la acusación o delación. Ni un solo gesto a favor del perdón y la reconciliación.


Todo esto ocurría hace 73 años. Sin embargo la iglesia sigue celebrando ese pasado que tuvo poco de heróico y glorioso. Mientras que muchos de sus “mártires” han sido ya beatificados y la jerarquía eclesiástica reclama que sean elevados a los altares muchísimos más, las familias de miles de republicanos asesinados sin registrar, que nunca tuvieron ni tumbas conocidas ni placas conmemorativas, andamos todavía buscando sus restos.


El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha apelado al olvido basado en "la reconciliación y perdón" para alcanzar "una auténtica y sana purificación de la memoria". Sin embargo, para perdonar se necesita un reconocimiento de la culpa, un arrepentimiento y una petición de perdón.

A día de hoy, aún las estamos esperando.


Además de las publicaciones ya nombradas en anteriores posts, quiero citar a Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, de quien he tomado algún párrafo publicado en el diario El País y en otras publicaciones. También me he inspirado en el estupendo libro El fin de la esperanza: Fascismo y guerra civil en la provincia de Teruel (1936-1939), de Angela Cenarro.

12 comentarios:

severino el sordo dijo...

Amigo Daniel"con la iglesia se toparon".Ya se sabe que la iglesia de este pais siempre ha estado cerca del poder y ha manejado los hilos.Siempre miraron para otro lado si el poderoso era el que estaba en entredicho,estos eran los que hacian sonar bien fuerte los platos en las colectas dominicales,no podian permitirse perder todas las prebendas que tenian si estos no dominaban el cotarro,por supuesto nunca tuvieron ninguna duda del lado que debian estar y por supuesto en los pueblos en los cuales los poderosos eran los que compraban su plaza en el cielo,era muy sencillo que miraran hacia otro lado,y despues de terminada la contienda homenajear a sus caidos,de hecho todavia se beatifican y al reto olvido y penurias para sus familiares ,se habian apartado del rebaño,la iglesia tuvo gran parte de culpa ya no en permitirlo sino en glorificarlo,ellos no eran hijos de dios,un saludo.

LUX AETERNA dijo...

Cuanta razón tenés mi querido amigo Daniel, estoy seguro que si otro hubiera sido el accionar de la iglesia eso no hubiera pasado, pero claro era uno de los grupos de poder y no querían perderlo. Siempre han sido así, a veces me da gracia o pena según como lo mire, cuando oigo a algunos que hablan que la iglesia ha cambiado, no lo creo pasa que ha perdido parte del poder terrenal que antes tenía. Hoy en día acá también en mi tierra es mucho el rencor para con el clero en general por el papel cómplice que han tenido durante la dictadura, hubo un cura castrense que ahora está en prisión que inclusive presenciaba las torturas, y el clero en general fue cómplice y participe necesario en todos esos crímenes. Algunos sobreviviente cuentan que buscaban entre los prisioneros a los creyentes y los instaban a confesarse para que delataran a sus compañeros. Es mucho lo que tiene que confesar la iglesia tanto de tu patria como de la mía por todo lo mal que han hecho. Acá inclusive mataron a curas de la orden de los Palotinos y a monjas francesas que todavía están buscando sus restos como vos buscás a tu querido abuelo.
Querido amigo tu dolor es mi dolor, no sabés como te entiendo y como me siento hermanado en un montón de sensaciones que tenemos.
El martes 24 se cumplen 33 años del Proceso Militar.
Te mando un abrazo mi querido amigo.

Daalla dijo...

Severino, salvo en muy contadas ocasiones la iglesia siempre ha estado del lado de los poderosos, ya desde su "legalización" por Constantino. Jamás le ha importado que se matara, se torturara o se violentara a nadie en su nombre. Lo lleva en el ADN.
Un abrazo.

Lux, tenía la ingenua creencia de que en Argentina la iglesia se había portado de otra manera que aquí, pero veo que han sido tan fascistas como en España. Hay que decir ante todo que ha habido casos de sacerdotes y obispos honrados y fieles al mensaje evangélico, de estar al lado de los pobres y de los oprimidos. Ahí están Monseñor Romero y los curas de la Teología de la Liberación y tantos otros anónimos. Pero la iglesia institución es algo totalmente pernicioso, contraria a los avances científicos y sociales, eternamente metiéndose en la conciencia y en la moral de los individuos.
Son la mayor fábrica de muerte de la historia.
Yo también me siento hermanado a ti y te mando un abrazo.

Noelplebeyo dijo...

Estimado Daniel, fíjate que en las noticias de hoy, de estos días la iglesia, con sus carteles de hipocresia sobre el aborto, los paseos de Benedicto XVI en Africa, en contra del preservativo, que siguen esa linea de intentar dominar y controlar a la población , dirigir al pueblo a sus intereses, y que como un escorpión afila su aguijón al verse acorralada por la realidad...y en contraposición esos hombres de la iglesia, como vicente ferrer, humano, que lo unico que ha hecho ha sido coger el "mensaje de cristo" y entregarse por los desfavorecidos...( joer parezco un hombre cristiano, pero es que nos inculcaron desde pequeño )... Si dios fuese justo...acabaría con esta iglesia, pero es cosa de hombres, me temo.

Un abrazo.

Marcela dijo...

La iglesia va muy atrasada con los perdones. Como te contaba Lux, la iglesia acá tampoco fue inocente en la época de la dictadura y dudo muchísimo que alguna vez se haga cargo de sus culpas. Yo no espero nada de ella, aunque me gustaría que reconociera los horrores en los que se ha metido. Me parece que sería algo importante, un gesto valioso, aunque sea para sus fieles. Un beso.

Daalla dijo...

Tienes razón, Noel. Mientras religiosos y religiosas como Vicente Ferrer y tantísimos otros cuyos nombres nunca conoceremos se dejan la vida literalmente por los más pobres entre los pobres, el papa ha destruído años de trabajo de estas personas y de muchas ONGs intentando acotar el sida por medio de la promoción del uso del preservativo. Prefiero pensar que Dios no existe a pensar que, si existe, es un verdadero canalla por permitir la existencia de esta caterva de ancianos vengativos, instalados en la irrealidad.
Un abrazo.
Marcela, el camino de la iglesia está jalonado de cruces, de las cruces de tantos asesinados y torturados en su nombre. Ni en mil vidas podrían los papas hacerse perdonar. Pero al menos deberían intentarlo. Como tú, no creo que lo veamos.
Un abrazo.

Naveganterojo dijo...

Y no olvides que la iglesia regalo con mucho gusto la palabra "cuzada" a una guerra sin cuartel contra el pueblo español, tampoco olvides que ya antes de la guerra cierto individuo con poder en el clero (obispo) viajo a Italia en busca de fondos para comprar armas con las que matar españoles.
¿Y estos son los que nos quierne enseñar que su dios es amor?.
¿Y estos son los que vienen dando lecciones de humanidad?.
¡Y estos son los que aun setenta años despues quieren seguir siendo los martires?.
Señores de la mentirosa iglesia nacional catolica española, los verdaderos martires fueron los españoles que murieron por culpa vuestra, por vuestros chivatazos, por vuestra lengua viperina al contar a los fascistas lo que los españoles os contaban en secreto de confesion, por vuestra pastoral declarando la ilegal invasion del pais por fuerzas del fascismo internacional como cruzada.
Y por vuestra repugnante frase de "España o es catolica o no existe"
Un abrazo amigo

Daalla dijo...

Son los mismos que entonces, Navegante, tan intransigentes y soberbios como en sus mejores tiempos. Echan en falta las hogueras y los mazmorras con los potros de tortura. Si pudieran los volverían autilizar.
Por cierto, te agradecería que me precisases más sobre ese obispo "italiano", pues no tengo ninguna constancia de ese hecho y quiero añadirlo a mi base de datos para quizás en el futuro dedicarle el post que se merece.
Un abrazo, Navegante.

Naveganterojo dijo...

Querido amigo, perdona la tardanza en entregarte los datos que tan amablemente me pediste, pero....he tenido que buscarlos pues la memoria que tengo esta en estos momentos de capa caida,(motivos personales, nada del otro mundo,ja,ja.
Bueno, respecto a la consulta que me pedias sobre un "obispo golpista que viajo a Italia" esta es la respuesta:"Cuando la república el día 22 de Mayo de 1931 proclamo la libertad religiosa,este "fascista"(el cardenal Segura) se marcho a Roma a pedir ayuda al Papa, al no conseguirla lanzo desde esa capital un ataque publico contra la república, después entro de incógnito en España hasta que lo capturaron en Guadalajara, allí declaro que había intentado vender tesoros eclesiásticos para ayudar a la iglesia a constituir un fondo con el que combatir a la república; Fue expulsado del país"..
Estos datos estan sacados de la coleccion sobre la guerra civil publicada por Hug Thomas, alla por 1990,(si no me equivoco, pues esto lo digo a "ojo").
Un abrazo amigo

Daalla dijo...

Gracias por la información, compañero. Como me dejaste mosqueado he estado investigando y ya sospechaba que se trataba de este "monseñor". Luego hablaban del oro de Moscú.Otro gallo cantaría si se tuvieran los bemoles suficientes para hacer lo mismo que hizo la República con los monseñores que, ahora y siempre, se meten en asuntos políticos (nunca para apoyar a la izquierda, por cierto) o hacen "de su capa un sayo".
Un abrazo, Navegante.

Acuarius dijo...

luz...

Allek dijo...

interesante todo lo que dices....
un abrazo

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