.post blockquote { width:275px; margin: 10px 0 10px 50px; padding: 10px; text-align: justify; font-size:15px; color: #e1771e; background: transparent; border-left: 5px solid #e1771e; } blockquote { border-left:3px solid #CCCCCC; color:#776666; font-style:italic; padding-left:0.75em; } Fusilados de Torrellas: Grandes asesinos fascistas (IV). Gregorio Haro Lumbreras y la Columna Minera de Río Tinto http-equiv="Content-Type" content="text/html; charset=UTF-8" />

Grandes asesinos fascistas (IV). Gregorio Haro Lumbreras y la Columna Minera de Río Tinto

1. El Río Tinto, en la provincia de Huelva. Su nombre viene dado por el color rojo intenso de sus aguas, debido a un pH bajo que permite que el ión férrico se encuentre en disolución. Ríos del mismo color, ríos de sangre, corrieron por la Cuesta del Caracol el 19 de julio de 1936 al ser los mineros de Río Tinto traicioneramente tiroteados por los hombres del comandante de la Guardia Civil Gregorio Haro Lumbreras. La imagen pertenece a la web Curiosidades de la Microbiología.

Era un sábado cualquiera en Nerva, población de 17.000 habitantes en la cuenca minera de Huelva. El sol de julio calentaba sin piedad. Los que no estaban trabajando, dormían la siesta. Algunos tomaban café o jugaban a las cartas en las tabernas. Muchos escuchaban la radio, sentados bajo el aire que movían los ventiladores de techo.

De repente, a eso de las cuatro, la copla que cantaba la Piquer en las ondas de “Unión Radio Sevilla”, se interrumpió dando paso a una voz ronca, masculina, militar… una voz desconocida hasta entonces pero que pronto se haría odiosa:

“(…) se declara el estado de guerra…(…) serán pasados por las armas los directivos de los sindicatos…(…) todas las armas serán entregadas…(…) espero que no tendré que tomar ninguna de las medidas anunciadas en bien de la Patria…
Sevilla, a 18 de julio de 1936
El general de la División : GONZALO QUEIPO DE LLANO”
La gente de Nerva, los mineros, escuchaban atónitos cómo el general Queipo de Llano, hasta entonces Inspector General de Carabineros, se había autoproclamado General en Jefe de la 2ª División del recién formado Ejército del Sur, declarando el Estado de Guerra que el fascista general Franco había dispuesto para derrocar al gobierno de la República, el gobierno democráticamente elegido por el pueblo.

2. Queipo de Llano era odiado por las diatribas y exabruptos que lanzaba, a través de las ondas de Radio Sevilla, contra los republicanos. Estos intentaron ridiculizarle en varias ocasiones aludiendo a su afición por las prostitutas y el alcohol, como en esta caricatura, aunque parece ser que era abstemio debido a una afección hepática. Imagen de la web Cartoones. Humor gráfico con una mirada histórica
Aquel sábado había dejado de ser un sábado cualquiera. La noticia corrió de boca en boca, como la pólvora, mientras los modestos aparatos de radio vomitaban marchas militares. Desde Marruecos, el ejército de África pasaba a la península. Los fascistas marchaban sobre Sevilla iniciando la rebelión contra el gobierno.

En Nerva, Río Tinto, Valverde, Peña de Hierro, Mesa de los Pinos, San Juan del Puerto, Zalamea la Real, Campillo… los mineros, aguerridos, curtidos en el trabajo y en la lucha social, tuvieron claro desde el principio lo que se avecinaba.


Y así, comenzaron a requisar a la empresa minera automóviles y camiones. Con ellos recorrieron los pueblos de la cuenca minera, intentando organizar milicias en defensa del régimen republicano.


3. Concentración de los mineros de la cuenca hacia 1900, probablemente en Río Tinto. Su fama de combativos venía ya de 1888, cuando fueron tiroteados por los soldados debido a sus protestas contra la compañía minera inglesa por el durísimo trabajo y la inhalación de gases nocivos. La imagen pertenece a la web El rincón de Neftalí.
Reunieron todas las escopetas de caza que pudieron. En Nerva y otras poblaciones, los milicianos rodearon el cuartel de la Guardia Civil exigiendo armas para defender a la República. Los guardias, tras unos instantes de tensión insoportable, se las entregaron sin saber qué harían con ellos. Pero nada malo les hicieron. Aliviados, pudieron marcharse a sus casas. Un mes más tarde, esos mismos guardias utilizaron, a sangre fría, sus armas fascistas contra el pueblo que, incluso en aquellos instantes de exaltación, había respetado sus vidas.

El gobierno envió, ese mismo día, a un diputado para organizar una columna minera que se trasladase a Sevilla para luchar junto a los trabajadores que resistían en el barrio de
Triana contra las tropas de Queipo. A eso de las 12 de la noche la columna salía de Nerva; la componían mineros y trabajadores de los sindicatos CNT y UGT que habían requisado a la Rio Tinto Company Ltd. 15 camiones, 4 automóviles y 250 kg de dinamita.

4. Vehículo de la compañía minera de Río Tinto, requisado y acondicionado por los mineros para poder luchar contra las tropas franquistas.
En algunos pueblos del camino se les unieron algunos mineros más. Las cifras que barajan los historiadores son dispares, ya que oscilan entre los 200 y los 500 hombres. En lo que todos están de acuerdo es en lo pobre y variopinto de su armamento, compuesto de la dinamita, algunos fusiles requisados a la guardia civil y muchas escopetas de caza. Y en que les sobraba corazón y les faltaba preparación.


Las autoridades militares republicanas de Huelva reforzaron a la columna minera con un contingente mejor armado y preparado para el combate compuesto por 120 efectivos de la Guardia Civil y de la Guardia de Asalto. Pero cometieron un gran error al encomendar inexplicablemente el mando al comandante de la Guardia Civil, Gregorio Haro Lumbreras, que ya había estado implicado, tres años antes, en una sublevación antirrepublicana.


Haro Lumbreras, que tenía órdenes de esperar a los mineros en La Palma del Condado, las desobedeció, saliendo hacia Sevilla unas horas antes que la Columna Minera. Una vez llegados allí, se hicieron pasar por tropas republicanas, siendo aclamados por los obreros que luchaban en el barrio sevillano de Triana. Pero en realidad se pusieron al servicio de Queipo, con quien ya se habían puesto previamente de acuerdo.


Queipo ordenó a Haro Lumbreras salir al encuentro de la Columna Minera a la que había traicionado. Cruzando Santiponce y Camas, llegó al cruce de carreteras de La Pañoleta, donde preparó una emboscada.


5. Actual rotonda de La Pañoleta, barriada de Camas (Sevilla). En las cercanías de este lugar, conocido vulgarmente como "rotonda de los pisos Cipriano", donde en 1936 se cruzaban las carreteras de Huelva y de Mérida, tuvo lugar la emboscada de Haro Lumbreras a la Columna Minera. La imagen es de la web Sevilla21 y la información del blog de Manolo Cayuela.
Cuando la mañana del domingo 19 de julio aparecieron los primeros camiones de la columna, Haro Lumbreras y sus hombres les esperaban ocultos tras los matorrales. Dejando pasar a parte de la columna, abrieron fuego de ametralladoras contra los mineros quienes, sorprendidos y rodeados, no pudieron hacer otra cosa que parapetarse como pudieron en los camiones y automóviles. Haro, sabedor de que llevaban dinamita, ordenó disparar contra los vehículos. Un automóvil, un Packard propiedad del director de la compañía de Rio Tinto, hizo explosión dejando desperdigados y destrozados los cuerpos de 25 mineros.

El humo provocado por la explosión favoreció que un buen número de los mineros pudiesen escapar de la encerrona, aunque los hombres de Haro Lumbreras lograron capturar a 71, tres de los cuales morirían a causa de sus heridas.


6. Barricada republicana en la plaza de San Julián de Sevilla. Imagen de la web Estampas de la Guerra Civil
Con ellos volvió triunfante Haro Lumbreras a Sevilla, donde comenzó a llamársele “El Héroe de la Pañoleta” por haber conseguido destrozar a unos hombres mal armados y organizados que, según se encargaría la propaganda de Queipo en difundir por la radio, venían a “volar la Giralda y la catedral”, bulo que se propaló con éxito entre la población de Sevilla y que ha llegado hasta nuestros días.

Los prisioneros restantes pasaron por diferentes prisiones antes de ser recluidos en el barco prisión Cabo Carboeiro, anclado en el muelle de Tablada, en el Guadalquivir. Allí fueron mantenidos como rehenes hasta que se consiguió la rendición de la zona minera.


Juzgados en un simulacro de Consejo de Guerra, fueron sentenciados a ser fusilados (excepto uno que se libró por tener sólo 16 años) por “rebelión militar”, ellos que ni eran militares ni habían desobedecido a sus mandos, como habían hecho precisamente quienes ahora les asesinaban.


7. Audiencia Provincial de Sevilla, en la plaza de San Francisco. Los prisioneros de la Columna Minera son condenados en un juicio sin esperanza. No está claro si la fotografía corresponde al momento de su entrada o de su salida.
Una madrugada les llevaron a diferentes lugares de Sevilla, en especial a aquellos que más se habían distinguido en la lucha contra los sublevados: Murallas de La Macarena, descampado en Amate, calle Pagés del Corro; otros en La Pañoleta, San Julián, Plaza del Pumarejo y tapias del cementerio de San Fernando. Allí fueron pasados por las armas, sirviendo de “escarmiento público”. Todas las ejecuciones contaban con el beneplácito y la bendición del Cardenal Segura.


8. Monolito instalado en la muralla de la Macarena de Sevilla erigido en homenaje a los republicanos asesinados en este lugar, entre ellos algunos de los integrantes de la Columna Minera, en los primeros días de la sublevación fascista. La imagen pertenece a la web Monolitos rojos, monolitos cofradieros, que muestra "otra visión" sobre el tema.
En cuanto a Haro Lumbreras, fue nombrado gobernador civil y militar de Huelva. Su mandato coincidió con la represión más dura que sufrió la provincia, en especial la Cuenca Minera de Río Tinto. Cada día fusilaban a decenas de personas que pagaron muy cara su oposición al golpe fascista. A tales niveles llegó el ensañamiento, que en Río Tinto tuvieron que habilitar una gran fosa para "echar desde una cubeta" los restos humanos y cadáveres que se iban amontonando sin identificación. La cal viva hizo el resto.

9. Fosa común de algunos mineros de Riotinto fusilados en los días posteriores a la toma de la cuenca minera por las tropas nacionales. Imagen tomada, al igual que la nº 4, la nº 7 y la nº 10, de La huella de la Memoria, de la web Gente de Camas (Sevilla)
Haro Lumbreras llevaba a cabo con tal celo su misión de limpieza de elementos “marxistas” que hasta los propios alcaldes franquistas decían que cumplió con exceso su “elevada” misión.

Nunca sabremos qué hubiera pasado si la columna minera hubiera conseguido parar a
Queipo en Sevilla cuando aún no tenía la ciudad totalmente controlada. Es muy posible que el curso de la guerra hubiera sido otro. Lo cierto es que la decisión de nombrar a Haro Lumbreras como jefe de la parte militar de la columna destinó a ésta al fracaso y a los mineros a la muerte.

10. El comandante Redondo y sus requetés andaluces posan sonrientes tras la "liberación" de Río Tinto. La Columna Redondo se hizo tristemente famosa por la sangrienta represión que llevó a cabo.
Los mineros onubenses fueron los primeros en oponerse masivamente por las armas al fascismo, sacando los colores a las democracias europeas que no quisieron hacerlo cuando aún estaban a tiempo. Nuestro homenaje a la solidaridad que demostraron con los trabajadores de Sevilla para combatir a quienes pretendían liquidar la democracia, la libertad y la dignidad de todo un pueblo.


11. Los heróicos mineros onubenses no han sido olvidados, como lo demuestra esta placa del monolito erigido en su memoria por el ayuntamiento de la localidad de Camas (Sevilla) en el lugar de los hechos. La imagen pertenece a la web Cosas de Andalucía
Y también nuestra memoria para aquel traidor y asesino de masas, Gregorio Haro Lumbreras, comandante de la Guardia Civil, que empleó sus armas contra el pueblo traicionando su confianza y traicionando al gobierno de la República que las había puesto en sus manos para defender la legalidad vigente y no para utilizarlas como verdugo del fascismo.


Nunca lo olvidaremos.




Fuentes documentales

Bibliografía

- Álvarez Rey, Leandro. "Andalucía y la Guerra Civil: estudios y perspectivas", Diputación de Sevilla, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 2006.
- Beevor, Anthony. "La Guerra Civil Española", Crítica, Barcelona, 2005.
- Casanova, Julián y otros. "Morir, matar, sobrevivir. La violencia en la dictadura de Franco". Crítica, Barcelona, 2004.
- Juliá, Santos y otros. "Víctimas de la Guerra Civil", Temas de Hoy, Madrid, 1999.

Prensa digital

- "Viva España", artículo del diario ABC, edición de Sevilla, de 20 de julio de 1936.
- "En memoria de Queipo de Llano", artículo del diario ABC, edición de Madrid, de 18 de marzo de 1951.
- "Los muertos sin nombre de Río Tinto", artículo de Lola Galán para el diario El País, de 25 de marzo de 2007

Revistas digitales

"Una de mártires...la Columna Minera". Artículo de La Garceta de Nerva, Órgano de expresión de la Asamblea Local de Izquierda Unida de Nerva, número especial noviembre de 2006.
- "Los expedientes de incautación de bienes. El caso del partido judicial de Aracena (Huelva, 1936-1939)", artículo de Pedro J. Feria Vázquez y José M. Vázquez Lazo para la revista de Historia Actual Online, nº 18.

Páginas web y blogs
- "Verano de 1936: De Riotinto a La Pañoleta, una pesadilla hecha realidad". Artículo de Fernando Repiso para la web Cosas de Andalucía
- "Nerva, los mineros, Pañoleta y Camas, unidas desgraciadamente por la historia". Entrada de la web Gente de Camas (Sevilla)
- "La Pañoleta", entrada de Wikipedia.
- "Wikiproyecto: historia de la provincia de Huelva", entrada de Wikipedia
- "Alzamiento Nacional en Sevilla", artículo de Sevillapedia
- "Bando de Estado de Guerra de 18 de julio de 1936, Sevilla", entrada de WikiSource

Material audiovisual

- "Nerva y Minas de Río Tinto", documental de YouTube






21 comentarios:

LUX AETERNA dijo...

Verdaderos mátires de la República, de la democracia y del orden constitucional. Muertos casi el primer día del levantamiento, pobres obreros que no dudaron en vez de quedarse en sus casas salir a pelerar por lo que sabían tenían que defender. Es muy cierto lo que decís, yo se que eso entra en la ucronía pero de haber sido aplastados esos criminales traidores al comienzo, cuando Sevilla todavía había caido quizás la historia hubiera sido otra.
En resumidas cuentas un ejemplo de lo que fue esa sangrienta guerra, una hisotira de heroismo y traidores.
Por lo menos no han sido olvidados, ni por el pueblo ni el Ayuntamiento y vos querido amigo contribuís con este necesario y doloroso blog a mantenerlos en la memoria.

Te mando un abrazo

SALUD Y REPUBLICA

Martine dijo...

Un escalofrío me recorre al imaginarme lo que debieron sentir quienes estaban escuchando la radio...Supongo que uno similar cuando el 23 de febrero de 1981, se oyeron los disparos en el Congreso, sintieron los que creyeron que volvía la horrorosa pesadilla..

Estas palabras pronunciadas por este h.. de p... de Queipo de Llano:

“(…) se declara el estado de guerra…(…) serán pasados por las armas los directivos de los sindicatos…(…) todas las armas serán entregadas…(…) espero que no tendré que tomar ninguna de las medidas anunciadas en bien de la Patria…

Me sobrecogen aún más cuando en uno de tus Enlaces, Daniel, leo lo siguiente:

“Queipo de Llano no tenía razón alguna para sentir rencor contra los republicanos, que le habían favorecido y ascendido. Hasta una o dos semanas antes mantuvo las mejores relaciones personales con Prieto, al que ahora interpelaba de manera tan brutal. Había sido republicano desde la caída de la monarquía, juró fidelidad al gobierno, que puso en él su confianza, para después faltar a su juramento y traicionarle.” (El País)

Si llega a tenir rencor...

Sigo explorando tu Entrada.. Esta mañana estuve un buen rato en tu Blog, esperando ansiosa tu Entrada, y esta tarde desde que la colgaste estoy aquí.. y voy a seguir..abriendo cada uno de los enlaces que me faltan y aprendiendo, como cada domingo..
No te diré lo suficiente la encomiable labor que realizas.. vuelvo con nuestros mineros...Se lo debo..

Muchos besos, Daniel, admiro profundamente tus trabajos de investigación..

PD: De Haro, el asesino, me guardo los calificativos ya di uno de ellos a Queipo, van en la misma línea..

Noelplebeyo dijo...

Ando yo pensando que si los "dignos herederos" del Haro Lumbreras se pasean clamando justicia estos días en Madrid por los asesinatos de los progresistas, ¿ no podrían reunirse para ajustar las cuentas con aquellos que masacraron a personas inocentes que trabajaban por el desarrollo de un país y para mayor gloria de los empresarios ??? Ando yo estos días desvariando

saludos

Ciberculturalia dijo...

Vengo a mi cita semanal contigo. La historia que hoy cuentas, como la de casi todos los domingos, es de tal ignonminia que se te rompe el alma. Hay un momento en que preguntas qué hubiera pasado si la Columna Minera no hubiera conseguido llegar a Sevilla y si no se hubiera puesto su mando a cargo de Haro Lumbreras. Nunca lo sabremos. Lo que si sabemos es el número increible de muertos inocentes que hubo.
Es un horror.
No puedo dejar de decirte lo que te digo todos los domingos. Que gracias a ti estoy conociendo una realidad muchas veces ocultadas. Que haces una labor de investigación verdaderamente encomiable.
Y que tengo mucha suerte de haberte conocido.

Un abrazo muy fuerte
Carmen

Naveganterojo dijo...

Otro traidor al orden constitucional que paso a ser heroe por arte de la mentira y la traicion.
Como me suena esto amigo mio, como me suena.
Un abrazo.
Salud y felicidad

RGAlmazán dijo...

Espeluzmante. Cuanto hijop suelto. Cobardes, traidores que se aprovecharon de su condición para aniquilar a quien defendía los valores republicanos. Gracias, Daniel. Verdaderamente es una labor impagable la que haces. Que quede descubierta la culpabilidad de estos genocidas es algo que debemos hacer. Ya no le llegará la justicia a ese asesino, pero sí hay que manchar su nombre por haber sido lo que fue, un franquista asesino.

Salud y República

severino el sordo dijo...

Uno mas de estos asesinos fascistas que hacian del honor bandera pero que en resumidas cuentas su verdadero emblema era la cobardia y la traicion,nos vemos.

buda dijo...

Otro nombre más que añadir a la lista de asesinos,y que hijo de...haciendose pasar por repúblicano y llevarlos a una muerte segura.¿cuántas vidas más necesitaban cobrarse estos fascistas? Gracias a ti por mantenerlos en la memoria y por hacernos conocer hechos de los cuales yo,muchos desconozco.Te mando un beso enorme.

Caminante dijo...

Nunca lo olvidaremos.
Se lo debemos.
Besos. PAQUITA -TE HE VISTO... ¡Ágora!

Voluntarios de Protección Civil dijo...

Es increíble, la falta de profesionalidad de aquel guardia, pero, perplejo me quedo con su traición, no a sus ideas políticas, que ya las demostró anteriormente, sino a la confianza que le demostraron las autoridades de Huelva, dándole una oportunidad y esta es la que el traiciona.

Por cierto, la imagen nº 5 no corresponde a la actual rotonda de La Pañoleta, barriada de Camas, es posible que sea el lugar donde la emboscada, pero, es parte del nudo de carreteras que se hizo cuando la expo'92, fuera de La Pañoleta dirección Sevilla

Daalla dijo...

Lux, fueron los heroes de las primeras horas, los que, en lugar de perder el tiempo con sesudos razonamientos y discusiones que no llevan a nada se pusieron en acción con lo que tenían a mano. Y aunque sea un ejercicio estéril, no puede uno por menos que pensar que, si no hubiera sido por la traición de Haro, quizás su rapidez de reacción hubiera ocasionado que el golpe fuera sólo eso, una asonada militar más de las muchas de nuestra historia.
Un abrazo

Como bien dices, Selma, si Queipo hizo lo que hizo sin tener rencor a la República, como era el caso de muchos de sus conmilitones, ¿qué hubiera llegado a hacer caso de haber sentido ese rencor? Todo el mundo sabe que fue un asesino de masas, aunque fueran otros los que se mancharan de sangre las manos por él.
Bisous

Tus desvaríos son muy racionales, Noel. A veces yo también lo pienso. Pero creo que se nos quedarán en eso, en desvaríos.
Saludos

Carmen, cuanto más leo sobre la G.C.E. más me doy cuenta de los muchos errores que cometió la República con todos a quellos que se levantaron contra ella en 1936 pero que ya habían intentado golpes y acciones desestabilizadoras en los años anteriores. Si hubiese sido más dura, por supuesto no en la línea que lo fueron los fascistas, pero sí que los hubiera metido a prisión y que no los hubiera mantenido en puestos clave, otro gallo hubiera cantado seguramente.
Un abrazo

Ya sabes, Navegante, que la risa va por barrios. Todos aquellos asesinos, sicarios de Queipo en muchas ocasiones, fueron vistos entre los "nacionales" como héroes, limpiadores de la "canalla marxista". Nosotros sólo podemos verlos como lo que verdaderamente fueron: genocidas, criminales contra la humanidad, asesinos.
Un abrazo

Bien dices, Rafael. Ya no les puede alcanzar la justicia, pero al menos que se sepa que fueron peores que alimañas para su pueblo, el pueblo que les daba de comer.
Salud y República

Severino, la traición de Haro estaba cantada. Días antes de la sublevación Queipo se estuvo entrevistando con él y con otros como él en Huelva para llevarlos a su terreno y prometerles las prebendas que luego les otorgó por los servicios prestados.
Saludos

Imagínate, Buda, la cara de los mineros al ser traicionados por quienes ellos creían que eran amigos. Se les tuvo que romper el corazón antes de que las balas segaran sus vidas.
Un beso

La Memoria, Paquita, nunca debemos perderla. Seguro que nos vemos en muchas más ágoras.
Besos

Alvaro, la República pecó de ingenuidad con Haro y con otros que luego mordieron la mano del que los alimentaba. En cuanto a la imagen de la Pañoleta, ya la puse no muy convencido. Gracias por la puntualización. Si sabes de alguna página de la que pueda tomar una imagen que sea auténticamente de esa zona, ya me la harás saber.
Saludos

Isabel Barceló Chico dijo...

Querido amigo, espero que te guste el post brevísimo que te acabo de dedicar. Saludos cordiales.

Daalla dijo...

Ya sabes lo que se dice de lo breve, Isabel: doblemente bueno. Gracias por el post y la dedicatoria que hago extensiva a mi abuela que, como Agripina, tuvo que sobrellevar con dignidad el asesinato de mi abuelo conviviendo día día, casi codo a codo, con sus asesinos.
Besos

Caminante dijo...

octubre 22, 2009
Fosas bajo los Mallos de Agüero... V (+ Daalla)

Y V, último de Aragón...

* (Publicado por Daalla/Daniel el 20 de sep./2009 en el blog fusiladosdetorrellas.blogspot.com/ Como vengo diciendo... mejor... en su página. PAQUITA)

Represión fascista en Aragón (y V).

Finales de agosto de 2006 (...)

... qué descanso. ¿? Ha sido todo un placer recorrer las tierras aragonesas contigo, aunque haya sido de esta manera.
¿Viste -autopublicidad- mi crónica sobre Peña Ruaba, la que lleva incorporada las fotos, de 17/10... ? hace unos días, vaya.
No es Obligatorio, que lo sepas. Besos y hasta pronto. PAQUITA

Paco Gracia dijo...

Solo quería felicitarte por tu blog. Subes unos reportajes de gran interés a la par que muy bien documentados. La serie "Grandes asesinos fascistas" podría darte para un libro, o una enciclopedia, porque hay unos cuantos.
Podrías dedicar uno a Arias Navarro, "el carnicero de Málaga". Aquí en Aragón habría que investigar de cuantas muertes y torturas fue responsable Jesús Muro, Jefe de la Falange (y padre de Pilar Muro!!), que hasta hace unos meses aún tenía una calle dedicada en Zaragoza (y su hija se queja ahora de que le han puesto el nombre de Marie Curie, una francesa, dice!!)

Bueno, lo dicho, enhorabuena por tu blog, te pongo un enlace desde el mio así sigo tus actualizaciones.

Daalla dijo...

Paquita, he visto las fotos. Me das envidia y miedo a la vez. Siempre me ha dado pavor escalar. Andar, lo que haga falta, pero vale. Hiciste bien en no estar en Zaragoza durante los Pilares. Yo sí que estuve, hacía años que no lo hacía porque siempre huimos en esas fechas. No estuvo mal, sin embargo.
Besos

Paco, gracias por tus palabras. No sólo para un libro, sino para una enciclopedia de varios tomos daría la lista de asesinos fascistas de los que en este blog tan sólo hay un pálido reflejo. Estudiaré tu propuesta sobre Arias Navarro y Jesús Muro. De momento sólo quiero limitarme a algunos de los grandes asesinos de primera hora.
Yo también enlazo tu blog.
Saludos

Verdial dijo...

Cuanto dolor para los mineros y sus familias. Tristemente derramaron su sangre defendiendo sus derechos, paradojicamente del mismo color que el río que defendían.
Haro Lumbreras, y tantos como él sembraron el suelo español con el color del Rio Tinto. Ni la cal viva ha podido cubrir tanta aberración y maldad.

Un abrazo

Verdial dijo...

El sanguinario comandante Castejón fue herido de gravedad en un cambate acaecido en la Casa de Campo de Madrid. A su auxilio acudió un soldado de su bando natural de mi ciudad, Alcalá de Guadaira, y dicen que arriesgando su vida lo pudo poner a salvo, recibiendo el agradecimiento del herido otorgándole un cargo algo más elevado que el de soldado.

Pasados algunos años, ya terminada la guerra, la hermana de mi paisano, conocida de sobras en el pueblo, casada y con dos niños pequeños, decide poner fín a la vida de su marido, al que aborrecía, y recurre a pedir ayuda a su hermano. Entre los dos planean el asesinato y el posterior desenlace, que se realizó tal y como tenían predispuesto.
Cuando el pobre hombre se encontraba durmiendo, el "héroe" le machaca la cabeza con una llave inglesa y lo mata. Ella se presenta en el cuartel de la guardia civil y haciendo como que se ha vuelto loca, declara que acaba de matar a su marido. El ensañamiendo con el cadáver y la fuerza de los golpes no combinaban bien con el físico de ella, menuda y delgada, y unido además a que los vecinos vieron al hermano entrar en la casa el día y a la hora del crimen, hace que lo detengan y metan en la cárcel mientras se investiga.
Inmediatamente, éste hace llegar una carta al comandante Castejón con lo acontecido, y le recuerda como le salvó la vida, solicitando su ayuda.
La guardia civil recibe en breve una orden tajante de su puesta en libertad y de que jamás ese hombre fuera molestado.
Ella, haciendo el papel de loca pasó dos meses en un manicomio. Por mediación de su hermano, y también por órdenes del comandante, le fue concedida alta como locura transitoria. Ambos siguieron llevando una vida totalmente normal durante algunos años, pero un día él salió al cine y nunca más regresó.¿Venganza?
Un tiempo después ella se arrojó de un quinto piso y se mató. Lo mismo haría en el futuro su hija.

Mi madre me cuenta que cuando los dejaron libres el pueblo entero murmuraba de la nueva injusticia cometida por el comandante Castejón, defensor de asesinos, pero que nadie se atrevía a pronunciarse. Todos sabían que lo habían matado entre los dos, pero había mucho miedo.
Hasta después de terminada la guerra seguía haciendo daño.

Un abrazo

pd: Tal vez me me he excedido en este comentario, pero he oído hablar tanto de pequeña de este monstruo, por su maldad en la guerra y por el episodio que te he contado, que he querido hacerte partícipe.

Daalla dijo...

Verdial, estupendo comentario sobre Castejón. Estoy seguro de que les interesará mucho a todos quienes siguen este blog ya que completa el retrato de aquel asesino. No dudo que después de la guerra hizo mucho daño aún. ¡Cómo no iba a defender a un asesino cuando era culpable de tantísimas muertes! Una más no importaba.
En cuanto a los mineros, como bien dices, no hay cal en el mundo para tapar su memoria.
Gracias por esta aportación.
Besos

Martine dijo...

Desde luego que sí, Daniel , y mucho nos interesa todas estas aportaciones, la de Verdial me ha dejado convencida de que el contexto de la guerra no es un paréntesis y que los criminales siguen más allá... los asesinos lo son, antes, mientras y siempre..
Besos!

Rafael dijo...

El infame Gregorio Haro, una vez nombrado Gobernador de Huelva, se dedico a perseguir y asesinar a ciudadanos de izquierdas, al tiempo pedía a la clase burguesa de Huelva, donativos para financiar a las tropas rebeldes, donativos que se hacían con dinero y joyas. Una de las joyas donadas por una familia, fue vista luciendo en una conocida prostituta de la capital, y tras una investigación, se descubrió que el traidor guarda civil, usaba los donativos para sus vicios y chanchullos, fue cesado como Gobernador, y unos años después, en cuartel de Valladolid, fue tiroteado y muerto, por otro guardia tras una rellerta a cuanta de unas deudas de juego. El criminal murió como había vivido, de la manera más infame posible.

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