.post blockquote { width:275px; margin: 10px 0 10px 50px; padding: 10px; text-align: justify; font-size:15px; color: #e1771e; background: transparent; border-left: 5px solid #e1771e; } blockquote { border-left:3px solid #CCCCCC; color:#776666; font-style:italic; padding-left:0.75em; } Fusilados de Torrellas: Los héroes del exilio (2). Martín Bernal, el maño de La Nueve. http-equiv="Content-Type" content="text/html; charset=UTF-8" />

Los héroes del exilio (2). Martín Bernal, el maño de La Nueve.

Allons-y ! Cours !
On dit qu'un char est  entré sur la Place de la Ville
Un char ?
Américain ?
Un char espagnol.
Comment peut-il être espagnol ? Il doit être américain...
Il est aussi américain...Cependant, il s'appelle « Belchite»


-Vamos corriendo. ¡Corre! Dicen que ha entrado un tanque en la Place de la Ville.
-¿Un tanque?… ¿Americano?
-Un tanque español, cargado de soldados españoles.
-¿Cómo va a ser español? Será americano…
-Será americano… Pero se llama "Belchite".

(fragmento de "De Belchite a la Liberación de París". Cantata del Exilio, interpretada por Quintín Cabrera)




Son las 21:22 horas de la noche del 24 de Agosto de 1944. Los aliados acaban de llegar a Paris, entrando sigilosamente en la ciudad por la Porte d’Italie. La gente, superado el miedo a que sean alemanes, empieza a llegar, lo invade todo, grita, impide el despliegue de los soldados… 

Vivas, aplausos, aclamaciones….Se escucha La Marsellesa. El buen vino francés se derrama sobre las cabezas de los soldados a manera de bautismo pagano.  

Los hombres abrazan a los soldados, las mujeres se los comen a besos y les reparten flores, cientos de flores que caen dentro de los vehículos militares. Éstos llevan pintada la bandera tricolor de la República Española y en sus frontales pueden leerse nombres como “Teruel”, “Ebro”, “Madrid”, “Brunete”… 

Las campanas de París comienzan a sonar. Primero aisladas, luego, docenas de ellas, logran acallar cualquier otro sonido. Para sorpresa de todos, los primeros libertadores de París no hablan muy bien francés ni inglés,  pues son  mayoritariamente republicanos españoles. Pertenecen a la División Leclerc, concretamente a la Novena Compañía del Regimiento de Marcha del Chad, una unidad ya famosa  por su nombre en español, “La Nueve”. 

En uno de los blindados va un ex novillero que tenía por apodo taurino Larita II, en honor a un célebre diestro de la época. Pero su verdadero nombre es Martín Bernal, aunque todos le conocen como “Garcés”, por su segundo apellido. Su otro sobrenombre es “El Maño”. 

¿Cómo llega un novillero zaragozano a las puertas del París ocupado?  

La historia de Martín Bernal debió empezar en 1914 ó 1915, cuando nació en La Cartuja, hoy barrio de Zaragoza pero por entonces sólo un pequeño conjunto de casas y granjas en torno a un  viejo monasterio. Los Bernal eran siete hermanos y, desde muy jóvenes, vivieron inmersos en la tradición anarquista del sur de Zaragoza 

La capital aragonesa era, por aquellos años, un feudo de la CNT. Y en las zonas del sur de la ciudad, la central anarquista tenía a sus militantes más fieles. Bernal creció queriendo ser torero, practicando verónicas y estocadas imaginarias en las eras de La Cartuja y empapándose de la cultura anarquista.  

“Garcés” llegó a ser novillero, pero la historia truncó su aspiración de  ser matador de toros: en 1936 estalló la guerra y los Bernal en pleno salieron de Zaragoza para unirse a las milicias republicanas. Martín tendría entonces 17 ó 18 años, y cambió la muleta por el fusil para recorrerse todos los frentes del país. Primero, en las milicias y, luego, en el Ejército republicano. Tres años que hicieron del joven un luchador encallecido.  

Al fin de la guerra las tropas de Franco le apresaron, junto a los restos del Ejército republicano, y le llevaron a un campo de concentración cercano al monasterio de Portaceli, a pocos kilómetros de Liria, en la provincia de Valencia. No le resultó difícil escapar del lugar y, tras dos meses de caminatas, evitando las ciudades,  alcanzó los Pirineos y cruzó a Francia. 

Sentado, primero a la izda., Martín Bernal. Rutas Cervantes
Una vez en el país vecino, en el departamento de los Altos Pirineos, los gendarmes le detuvieron y le internaron en un campo de concentración, junto a otros republicanos que huían de Franco. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, a comienzos de 1940 las autoridades francesas le dieron a elegir entre alistarse en la Legión Extranjera o ser deportado a España. El propio Bernal lo cuenta así: “Al principio creímos que era una medida de presión, pero cuando nos montaron en un camión en dirección a Canfranc, nos empezamos a poner nerviosos. Y comprendimos que la cosa iba en serio cuando vimos asomar los tricornios de los civiles”. 

Así, a la fuerza ahorcan, Bernal entró, como otros republicanos, en la Legión Extranjera y embarcó rumbo al África Central terminando de curtirse en las selvas senegalesas hasta 1942. En esa fecha participó en la Campaña de Túnez, uno de los episodios más destacados de la contienda en el África francesa. El 9 de mayo de 1943, luchando contra el Afrika Korps,  fue herido por primera vez en su larga vida de soldado y el gobierno galo le concedió la Medalla Colonial de la República Francesa, una de las distinciones militares más preciadas.  

A mediados de 1943, Bernal se enroló en la Segunda División Acorazada que estaba formando el general Leclerc para atacar la Francia ocupada. Para ello hubo de desertar de la Legión Extranjera, leal a Vichy.  

Tras una penosa travesía, la División Leclerc llegó a Inglaterra en la primavera de 1944, donde Bernal y otros muchos  españoles formaron la 9ª Compañía del Tercer Regimiento. El paisaje inglés, los "pubs", la hospitalidad de los británicos, el inagotable avituallamiento de provisiones estadounidenses son novedades absolutas para los españoles. Serán sus mejores días desde que salieron de España. 

El 1 de agosto Bernal y la Nueve desembarcaron en las playas de Normandía, casi dos meses después que los estadounidenses. La de Leclerc fue la única división francesa que participó en la famosa operación bélica, ya que  el alto mando aliado le había asignado misiones de apoyo. 

La Novena tuvo su primera prueba de fuego en la liberación del pueblo normando de Ecouché, el 16 de agosto de 1944: su fama se estaba extendiendo en la Francia que entreabría los ojos tras las tinieblas del nazismo.  

El 19 de agosto, la Novena se convirtió en una de las puntas de lanza de la División Leclerc en su avance hacia la capital, París. El 24 por la mañana, desobedeciendo las instrucciones del alto mando aliado, Leclerc  ordenó al capitán Dronne, bajo cuya responsabilidad estaba la Novena, que avanzara con sus hombres hacia París a toda costa. Mientras Bernal y sus compañeros se dirigían a la Puerta de Italia de la capital, una avioneta sobrevoló sus calles diseminando millares de octavillas con el texto: “Tenez bon. Nous arrivons. Leclerc” (“Resistid, que ya llegamos. Leclerc”). 

Bernal destacó, en los días siguientes, en los combates callejeros para terminar con la resistencia alemana, y así se reflejó en numerosos informes. Al mando de la 2ª Sección, compuesta por el “Belchite”, el “Ebro”, el “Teruel”y el “Libération” será el único español citado en París en la Orden del Cuerpo de Ejército: “Suboficial de una alta valía militar y moral. Posee tanto valor en el fuego como sentido de la responsabilidad en la retaguardia. Ha sido citado varias veces. Actuando como subjefe de sección, el 25 de agosto, en París, se hizo cargo de la misma cuando su jefe fue gravemente herido, mandándola con notable autoridad”.También ha quedado escrito en muchos libros que Bernal y sus compañeros se ganaron las simpatías de los parisinos. Eran “les Espagnols de Leclerc”, unos héroes. 

El honor de escoltar el cortejo del general De Gaulle por los Campos Elíseos, correspondió a "La Nueve" por haber sido la primera en entrar en la capital de Francia. Las imágenes de los españoles rindiendo honores o controlando a la multitud desde los half-tracks llevando los colores de la bandera republicana española serán algunos de los iconos característicos de la leyenda de “La Nueve”. 

Pero la guerra continuaba…Tras unos días de descanso en el Bois de Boulogne, convertido en campamento militar donde los españoles recibieron la visita de otros compatriotas exiliados, los blindados de la Nueve se pusieron en marcha hacia Alsacia. El 23 de noviembre la Nueve tomó la capital, Estrasburgo. 

Los españoles cruzaron el Rin y se internaron en suelo alemán. Para entonces Martín Bernal había sido de nuevo condecorado con la Croix de Guerre. Estancados por el frío invierno en su avance hacia Munich -con temperaturas de -22º-, la compañía sufre 50 bajas por el frío y las bombas. 

El 5 de Mayo de 1945 la Nueve realiza su última acción de guerra: la conquista del Nido del Águila, residencia de Adolf Hitler en Berchtesgaden (Alpes de Baviera) junto a la Compañía Easy de la 101ª División Aerotransportada de Estados Unidos. 

De los 144 españoles que había en La Nueve cuando desembarcaron en Utah Beach, apenas 20 seguían con vida. Martín Bernal, aunque con una herida que le obligó a usar bastón, consiguió sobrevivir. 

Los republicanos españoles de la Nueve contribuyeron a escribir una gran página de la historia con su valor y su sangre, ignorada y menospreciada por los historiadores franceses, a los que no les interesaba recordar  que gran parte de sus compatriotas habían colaborado con los nazis durante la ocupación y que incluso la famosa Resistencia fue en sus orígenes cosa de rojos, de rojos españoles concretamente. Todo un menoscabo a su “grandeur”. 

Tampoco les interesó airearlo a las potencias occidentales. Con la guerra terminada, los aliados prefirieron proteger la dictadura franquista de toda agitación social, cuando ya se anunciaba la tensión con el bloque comunista y el comienzo de la guerra fría. El régimen del dictador Franco fue el único fascismo europeo que  se mantuvo en el poder con la bendición del mando aliado.

La mayoría de los hombres que componían La Nueve tenía menos de 20 años cuando en 1936 cogieron las armas por primera vez para defender la Republica Española. Los supervivientes no las abandonarían hasta ocho años después.

Derrotados en España, prosiguieron en Francia la lucha armada contra el fascismo y el nazismo -aliados de Franco en la Guerra Civil-, con la esperanza de que una vez terminada la Guerra Mundial caería también la dictadura franquista.

No tenían oficio ni formación profesional. Lo único que sabían era combatir. Su jefe, el capitán Dronne, les admiraba. Para él, que sabía que muchos de ellos eran antimilitaristas, eran luchadores de la libertad con un extraordinario valor que no cedían jamás un palmo del terreno conquistado.

Túnez, Normandía, París, Alsacia, Berchtesgaden… los hombres de La Nueve jalonaron su itinerario con las tumbas de sus muertos. En todas ellas enterraron también una pequeña bandera republicana.

Hubo que esperar a agosto del 2004 para que la ciudad de París realizara un homenaje adecuado a los españoles de la División Leclerc que tanto habían contribuido a su liberación del yugo nazi  sesenta años antes. Para tal efecto se desveló una placa conmemorativa junto al río Sena en el Quai Henri IV.

En mi opinión, poca cosa para el reconocimiento que Francia les debe.

Ágora
Esta entrada constituye mi humilde reconocimiento, mi rendida admiración…una forma de darles las gracias a todos ellos.

Y, en especial, a mi paisano: Martín Bernal, “Garcés”.

“El Maño”.

Uno de los héroes de La Nueve.






NOTA: Todas las imágenes de la entrada, excepto las que tienen leyenda, están tomadas de la revista Tiempo de Historia nº 3 (ver fuentes documentales)

Fuentes documentales


Bibliografía


CELAYA, D. Republicanos aragoneses en la Segunda Guerra Mundial. Una historia de exilio, trabajo y lucha (1939-1945). Prensas Universitarias/Rolde, Zaragoza, 2010. 
MESQUIDA, E. La nueve. Los españoles que liberaron París. Ediciones B, Barcelona, 2008. 
PONS PRADES, E. Republicanos españoles en la Segunda Guerra Mundial. La Esfera de los Libros, Madrid, 2003. 
SERRANO, S. La última gesta. Los republicanos que vencieron a Hitler (1939-1945). Ediciones El País, Barcelona, 2006. 

Revistas digitales 

DRONNE, R. «Una compañía española en la batalla de Francia y de Alemania». Tiempo de Historia, nº 85, pp. 14-29 (1981). 
PONS PRADES, E. «Republicanos españoles en la liberación de París». Tiempo de Historia, nº 3, pp. 4-24 (1975). 

Prensa digital 

- Ces Espagnols ont libéré Paris. F. Cariès. La Depêche, 23-08-2004.
- París homenajea a los republicanos españoles que participaron en su liberación del yugo nazi. El País, 24-08-2004. 

Webgrafía 

- Martín Bernal y los republicanos aragoneses en la II Guerra Mundial. Asociación de Vecinos de La Paz, Zaragoza.
- París bien vale una jota. Martín Bernal y los aragoneses que lucharon en Francia. Compañía Histórica 2éme. DB: “La Nueve”
- La Nueve. Memoria y recreación de la 9ª compañía del Regimiento de Marcha del Chad. Asociación histórico-cultural Los Cosacos de la Nueve.
- La Nueve. Una compañía de soldados españoles es la primera en liberar París. Rutas Cervantes 

Material audiovisual 

- La Nueve, los olvidados de la victoria. YouTube

9 comentarios:

Verdial dijo...

Un merecido homenaje a Bernal y a los miembros de La Nueve. No conocía su historia y como siempre, me ha calado hondo que él y tantos como lo dieran todo por una causa justa.

Un abrazo

buda dijo...

Al igual que verdial,desconocía esta historia,merecido homenaje el que le ofreces a el maño y su compañía.

Un besico

Antonio Rodriguez dijo...

Conocía parte de las hazañas de Las Nueve, su entrada en Paris, pero no con este detalle.
Gracias por explicarnolo.
Salud, República y Socialismo

RGAlmazán dijo...

La Nueve fue un ejemplo, que muchos otros apenas fueron reconocidos ni dentro de Francia ni fuera. Un homenaje detallado y merecido.

Salud y República

Daalla dijo...

Verdial, todo lo dieron, verdaderamente, hasta la vida...
Un abrazo.

Buda, es lo menos que se merecen. Fue muy grande lo que hicieron.
Besicos

Antonio, cada vez se sabe más de ellos, gracias a la labor de historiadores españoles y de algunos franceses que van reconociendo su gesta.
Salud y República

Rafael, la representación política española en el homenaje no fue de alto nivel. No sólo fuera sino aquí en nuestro país es donde tienen que ser reconocidos. Malos tiempos vienen ahora para ello...
Salud y República

severino el sordo dijo...

Esta semana en el barrio hacen la semana de la republica y creo que el jueves hay una charla sobre los republicanos aragoneses en la segunda guerra mundial,por cierto me ha chocado lo de que participaran en lo del nido del aguila,nos vemos.

Daalla dijo...

Severino, lo he escuchado en la radio. La Nueve llegó hasta el Nido del Águila y hubieran llegado hasta el mismísimo Berlín de no ser porque quedaron menos de 20 y porque había un pacto entre los aliados para que fueran los rusos los conquistadores de la capital del Reich.
Nos vemos

Jesús Herrera Peña dijo...

Importantísimo relato, Daniel.
Por culpa de esto que todos tenemos en mayor o menor dosis de nacionalistas, emociona mucho saber el destacado protagonismo que tuvieron en la liberación de París, aquellos republicanos españoles.
Ni más ni menos valientes que sus camaradas franceses pero..., ¡eran de los nuestros! y a ellos les tocó la suerte de ser los primeros en pasearse victoriosos por las calles de París.

Salú y República,

Daalla dijo...

Pues sí, Jesús. Y también tuvo que ser una satisfacción muy grande conquistar la guarida del monstruo, el Nido del Águila. Una forma de resarcirse y reivindicar a tantos compatriotas muertos en los campos de exterminio nazis.
Salud y república

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