Feliciano Lapuente, mi abuelo. |
Ya está. Desde hace unas pocas horas los restos de mi abuelo reposan junto a los de mi abuela.
Ha sido un instante de profunda emotividad. Todos nos hemos dado un abrazo que simbolizaba la consecución de un sueño, la culminación de muchos años de lucha tratando de conseguir la dignificación de la fosa común en la que se encontraba, la ilusión por localizar sus restos y exhumarlos y por fin, hoy, su reinhumación de una forma pública, digna, humana.
Hemos vuelto a nuestras casas con un peso menos en el alma.
Un peso que comenzó a ser mucho más ligero desde el 10 de octubre de 2010 cuando pudimos exhumar los restos de los Cuatro de Torrellas, como los ha llamado siempre la señora Conce que con sólo 10 años vio cómo arrojaban sus cuerpos por encima del muro del cementerio de Ágreda para que cayeran en lo que benévolamente se llamó "cementerio civil". En la práctica, todos sabíamos que aquel lugar sólo era otra forma de humillación, otra manera de intentar borrar sus nombres de la historia.
La alegría por localizar sus restos y los de dos aviadores republicanos abatidos en las faldas del Moncayo se vio ensombrecida por la decepción de los vecinos de Vierlas que acudieron con la esperanza de encontrar también allí los restos de sus abuelos, asesinados como los nuestros en parecidas circunstancias. Pero sus abuelos no estaban allí.
Vierlas, Torrellas...constituyen una metáfora de lo sucedido en tantos pequeños pueblos de nuestro país, donde muchos de sus vecinos fueron sacados de sus casas en plena noche,
conducidos a un paraje alejado del pueblo y asesinados allí alevosamente.
Nuestros abuelos forman parte de tantos miles de "paseados", fórmula empleada por sus asesinos a la hora de conducirlos a la muerte.
La identificacióin de sus restos mediante pruebas de ADN fue otra etapa más en la curación de nuestra herida, aunque para aquel entonces los familiares de los cuatro teníamos claro que si no era posible una identificación plena los enterraríamos a todos conjuntamente.
Así, cada vez más esperanzados, llegamos al pasado 14 de abril. La historia de Torrellas cuenta, desde ese día, aniversario de la proclamación de la Segunda República, con una nueva página que será recordada para siempre.
Unas 700 personas, una cantidad muy superior a la que esperábamos, participaron en los diferentes actos que tuvieron lugar en el funeral-homenaje a nuestros abuelos.
Desde la solemnidad de la capilla ardiente instalada en la Casa de la Villa, pasando por el respetuoso cortejo que acompañó el traslado a pie de los restos hasta el pabellón multiusos, hasta el emotivo homenaje que tuvo lugar allí y la posterior inauguración del precioso Parque de la Memoria... todo sirvió para que el pueblo de Torrellas recibiera los restos de cuatro de sus vecinos, que volvían al lugar de donde nunca debieron salir.
Y para mostrar su reconocimiento a Marcelino, Luis, Gregorio y Feliciano, que dieron su vida por defender la democracia legalmente establecida pero pisoteada por el golpe fascista de 1936.
A la hora de escribir estas líneas me invade una mezcla confusa de sentimientos.
En ellos reconozco el agradecimiento que siento hacia tantas personas que nos han ayudado, en un momento o en otro, a realizar este sueño. No hace falta que las nombre, ellas ya lo saben, como saben que ya forman parte de nuestras vidas...
También me doy cuenta del alivio que siento. Me vienen a la cabeza las palabras de Nelson Mandela: "Saber que en tu día cumpliste con tu deber y
estuviste a la altura de las expectativas de tus congéneres es por sí misma una
experiencia gratificante y un logro magnífico".
Pero, por encima de todo, siento un gran orgullo.
Orgullo por ese abuelo republicano al que no llegué a conocer...
Orgullo por la fuerza y el tesón de mi abuela, por la llama del recuerdo que nos transmitió mi madre...
Orgullo por esta familia mía que tanto ha sufrido.
Por esta familia "suave como la arcilla, dura como el roquedal" que me ha hecho ser lo que soy.
¡Salud y República!
Funeral Homenaje a las víctimas del franquismo en Torrellas. YouTube
12 comentarios:
Hoy todos nos sentimos un poco como tu ,orgullosos de ese abuelo republicano al que no llegaste a conocer,nos vemos.
No lo podias haber contado mejor de lo que lo has hecho.Despues de leer tu testimonio,el nudo que tenia en la garganta,es todavia mas grande que esta mañana.Pero estoy muy aliviada por dos razones.La primera es por tener al abuelo mas cerca que nunca y la segunda es ver el rostro de satisfaccion de una madre que tanto ha sufrido ver su sueño cumplido.Un abrazo.
Un gran abrazo, no sabes cuanto me alegro que ya descanse en paz.
Y a ti, Daniel, felicitarte por lo bien que lo has hecho, puedes sentirte orgulloso de ello.
Abrazos.
No se si podre escribir,ya que los ojos se me llenan de lagrimas y tu ya sabes lo que quiero expresar,aunque a veces las palabras no fluyan como uno quisiera debido a la emocion contenida por tanto tiempo ,pero por fin hoy podemos sentirnos todos orgullosos de lo que hemos conseguido,un sueño que se ha hecho realidad.
Un besico enorme
Felicidades por tu tenacidad para conseguir que tu abuelo recuperara la dignidad robada. Hoy todos los que defendemos la recuparacion de la memoria histórica de los que fueron asesinados por el fascismo franquista nos sentimos un poco más llenos de esperanza con este hecho.
Hoy algo mas que otros dias,
Salud, República y Socialismo
Me alegro mucho por ti, Daniel, y por todos los que como tú han visto reconfortados sus anhelos.
Salú,
Cuanto me alegro...
Y cierto es, que se nos caen las lágrimas al leer tan buena noticia,pero un sabor agridulce se nos queda en el alma a algunos,nunca tuvo que suceder tanta infamia.
Yo con tu permiso quiero dejar este poema para tu abuelo y abuela.
Un abrazo.
VALS DE LOS ENAMORADOS Y UNIDOS HASTA SIEMPRE
No salieron jamás
del vergel del abrazo.
Y ante el rojo rosal
de los besos rodaron.
Huracanes quisieron
con rencor separarlos.
Y las hachas tajantes
y los rígidos rayos.
Aumentaron la tierra
de las pálidas manos.
Precipicios midieron,
por el viento impulsados
entre bocas deshechas.
Recorrieron naufragios,
cada vez más profundos
en sus cuerpos sus brazos.
Perseguidos, hundidos
por un gran desamparo
de recuerdos y lunas
de noviembres y marzos,
aventados se vieron
como polvo liviano:
aventados se vieron,
pero siempre abrazados.
Miguel Hernández
Un gran éxito. Tus esfuerzos se han visto recompensados. La constancia y tenacidad son armas imparables.
Me alegro un montón y puedo entender cómo te sientes.
Ojalá que todos los que buscan, encuentren como vosotros.
Mi recuerdo continuo para todos aquellos que murieron defendiendo lo que creyeron y fueron violentados, ultrajados o asesinados.
Un abrazo
Salud y República
Queridos amigos, gracias por vuestras palabras. Hemos conseguido algo muy grande. Han sido días de muchas emociones. Ahora hay que reposarlas.
Un abrazo a todos
Lo siento por tus abuelos,me alegro q los encontrarás, pero hay muchos también por el bando repúblicano,asesinados tamb ien cruelmente y a veces los montaban en el coche del paseo como lo llamaban en el pueblo de mi abuela,es intolerable que ocurríeran esas desgracias,por eso invito a la gente a leer más sobre la guerra civil,lamentablemente para entenderla que es difícil hay q leer casi desde que se echo a los franceses, nada es blanco o negro,y hay que leer y leer de los dos bandos.un abrazo a todos
Este sábado pasado viajé desde Barcelona, para enterrar a mi hermana en el cementerio de Torrellas. Me pareció precioso el jardín de la memoria y he querido saber más. La dejo bien acompañada, cuando vuelva a visitarla pondré una flor a D. Feliciano y a sus compañeros.
Lamento tu pérdida, ISA, y te doy las gracias por el comentario. El jardín de la memoria bien merece un momento de reflexión, ¿verdad?
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