.post blockquote { width:275px; margin: 10px 0 10px 50px; padding: 10px; text-align: justify; font-size:15px; color: #e1771e; background: transparent; border-left: 5px solid #e1771e; } blockquote { border-left:3px solid #CCCCCC; color:#776666; font-style:italic; padding-left:0.75em; } Fusilados de Torrellas: mayo 2010 http-equiv="Content-Type" content="text/html; charset=UTF-8" />

Fugas de las prisiones franquistas (2). La fuga frustrada de O Portiño.

Portada del cómic "Compañeiros". Dibujado por Xosé Tomás y editado por la Comisión pola Memoria Histórica de A Coruña, rinde homenaje a las víctimas de O Portiño. Puede descargarse de Lo que somos.


Porque non nos deixan cruzar os ríos,
cruzaremos os mares, está claro.

Porque non nos deixan cruzar en barco,

cruzaremos en latas de sardiñas.

Extermínanse os soños no Portiño

como a néboa sen luces cara os fondos


Claudio Rodríguez Fer






3 de marzo de 1937. En una noche infernal de frío, lluvia y viento fuerte del noroeste, seis desconocidos abordan a un empleado de la Radio Costera en Agra do Orzán, cerca de la ciudad de La Coruña. Se han perdido y le preguntan el camino a O Portiño. Ëste se asusta, cree que van a asaltarle y comienza a gritar. Sus gritos alertan a su vecino, casualmente guardia civil, el cual avisa a la comandancia.

En poco tiempo se moviliza la “Benemérita”. Ayudados por militares de la batería del monte de San Pedro, se pone en marcha una batida para encontrar a esos hombres, recorriendo la costa coruñesa.


La batida militar duró toda la noche, hasta que la guardia civil y los soldados coparon la zona de O Portiño y vieron que había al menos unas cien personas ocultas, a la espera de embarcar en dos pesqueros que nunca llegaron. Muchas de aquellas personas eran jóvenes sindicalistas anarquistas que querían huir de la represión desatada por los sublevados pasando a la zona republicana.



O Portiño, en la actualidad. Fuente: Joseloy.
En muchos casos deseaban evitar la llamada a filas en el ejército franquista, lo cual les hubiera obligado a luchar contra quienes, como ellos, eran leales al gobierno de la República.

Huir por mar hacia la aún republicana Asturias o a Francia, era la única salida que tenían en aquella España partida en dos. Muchos venían de lugares lejanos de Galicia. Escondidos en sótanos, tejados o bosques, habían estado esperando la oportunidad de huir. Pero en lugar de la ansiada libertad, sólo encontraron la muerte o la cárcel.


Como algunos de los republicanos llevaban armas, se produjo un intercambio de disparos, al mismo tiempo que los que querían huir se dispersaban, unos tirándose al mar donde varios se ahogaron y otros fueron rescatados. Los más optaron por escapar por el monte.


Refugiados asturianos huyendo del avance franquista en un pequeño pesquero. Fuente: Todos los rostros
Al despuntar el día, 28 habían sido detenidos y la guardia civil había averiguado cuál era el plan de fuga. Este consistía en que varios militantes del sindicato de la Industria Pesquera de la C.N.T. iban a embarcar clandestinamente en dos pesqueros de los que tomarían el control en alta mar para dirigirse posteriormente a la ensenada de O Portiño y, tras realizar unas señales luminosas convenidas, embarcar por medio de pequeños botes a los concentrados allí para llevarlos hasta Asturias.

Las sospechas de las tripulaciones frustraron el plan, teniendo que desembarcar los asaltantes antes de la salida de los barcos, por lo que éstos nunca llegaron a su cita.


No menos de 20 fugas por mar llegaron a realizarse desde La Coruña durante el transcurso de la Guerra Civil, trece de ellas con éxito y siete frustradas. Este dato revela la existencia de una red clandestina de fugas, articulada en torno al cenetista Sindicato de la Industria Pesquera, concretamente de su Sección de Pescadores llamada “El Despertar Marítimo”.


La actividad de esta red, en la que participaban las mujeres y los hijos, muchos de ellos niños, de los militantes sindicalistas, consistía en encontrar refugio a los perseguidos, cotizar para alimentarles, comprar barcos y carburante para las evasiones, establecer enlaces



Marineros gallegos, posiblemente en los años inmediatos a la Guerra Civil. La represión franquista iniciada tras el golpe militar, tuvo en la costa un cierto carácter de clase, pues algunos armadores y dueños de las fábricas de conserva y salazón aprovecharon para ajustar cuentas con los sindicalistas marineros significados en las luchas obreras del período republicano. Fuente: Homes de pedra en barcos de pau
Algunas de las fugas fueron espectaculares. Como la ocurrida el 5 de enero de 1937, en la que 23 cuadros muy conocidos de la C.N.T. coruñesa llegaron a Gijón en una motora comprada para la ocasión a la que bautizaron como “La Libertaria”.

El fracaso de otras evasiones, en cambio, trajo trágicas consecuencias. A los 28 detenidos de O Portiño hay que sumar varios desaparecidos en el mar o asesinados bajo las balas. Meses después, 16 de los apresados aquel día fueron fusilados, tras un juicio sumarísimo por “rebelión militar”, en Punta Herminia, en un lugar llamado Campo da Rata. El resto fueron encarcelados de por vida.


Fusilamiento de republicanos en el Campo da Rata, 23 de octubre de 1936. La poca nitidez de la imagen no le quita ni un ápice de su valor, ya que resulta ser el único negativo que existe sobre los fusilamientos en dicho lugar. La foto fue tomada clandestinamente por Pepe Sáez, a la sazón soldado-centinela en aquella ocasión. Fuente: Revista Latina de Comunicación Social
A pesar de la salvaje represión, la gente de mar de la C.N.T. siguió organizando fugas hasta prácticamente finales de 1938. Sin querer aprovechar ninguna de ellas para huir, el patrón de pesca Manuel Montes, antiguo secretario de la Federación Nacional de la Industria Pesquera cenetista, siguió trabajando en la organización de las fugas hasta que fue detenido y asesinado en su casa. Pagó así su compromiso con su vida.

La lista de los desmanes perpetrados por la represión franquista durante y después de la Guerra Civil es larga, y se va conociendo a cuentagotas. La matanza de O Portiño ha sido uno de los episodios más desconocidos hasta ahora, aunque comienza a ser bastante investigada.


En Galicia, como en el resto de España, el triunfo de los sublevados el 18 de julio de 1936 trajo consigo el genocidio sistemático de los sectores de la población más comprometidos con la causa democrática de la II República y, en general, de quienes creían en unas condiciones de vida mejores para la inmensa mayoría, para los más humildes.



El 18 de julio de 1936, la CNT celebró una asamblea en la plaza de toros de La Coruña para intentar hacer frente al levantamiento que desencadenaría la Guerra Civil. El día 20 se suceden los primeros combates en suelo urbano. Tras un breve bombardeo con artillería, las fuerzas rebeldes toman el centro de la ciudad. El bando leal a la República intentaría en las horas siguientes hacer frente infructuosamente a la rebelión con la ayuda de una columna de mineros llegada de Noya. Las últimas escaramuzas se sucedieron en el Jardín de San Carlos. La lucha pasó entonces a ser clandestina. Fuente: C.N.T.A.I.T. Confederación Galáica
Miles de gallegos fueron físicamente eliminados mediante ejecuciones sumarias y “paseos”. Muchos otros padecieron prisión, torturas, secuestros, robos, extorsiones, multas arbitrarias, discriminación laboral, violaciones y toda clase de vejaciones.


Entre las víctimas de tanta infamia hubo gente de toda condición, aunque la que menos la sufrió fue, como clase social, la burguesía, alineada desde el principio con los insurrectos. Incluso muchos jefes y oficiales, tanto de la Marina como del Ejército fueron pasados por las armas, como también decenas de soldados y marineros de los acuartelamientos de toda Galicia que no se sumaron con entusiasmo a la rebelión militar.


"Os mártires serán santos". Dibujo de Castelao, de la misma serie que la siguiente imagen y tomada de la misma fuente.
La brutalidad del levantamiento fascista se cebó, especialmente, en la mujer gallega. Aunque pocas fueron asesinadas, cientos de mujeres sufrieron violaciones, cortes de cabello, humillaciones, torturas, encarcelamiento… Unas por méritos propios –por ser activistas políticas o sindicales- pero las más por la venganza de los verdugos sobre sus padres, hermanos, novios o amigos huidos o en la resistencia.


Sobre ellas recayó, además, la responsabilidad de ayudar a sus hombres perseguidos o presos, de llorar a los muertos, de sacar adelante a los hijos en un tiempo de hambre y miseria indescriptibles… Señaladas con el dedo por todos, vigiladas y asediadas a todas horas, la represión que sufrieron fue doble: por “rojas” y por mujeres.


"O paraiso feixista" (El paraiso fascista). Dibujo del artista gallego Castelao, de la serie "Atila en Galicia". Sus dibujos, acompañados de agudos textos, muestran el sufrimiento que supuso el franquismo para los gallegos. Fuente: Castelao na rede. Mais vivo e necesário que nunca

Aquella fría y lluviosa noche del 3 de marzo de 1937 era pues muy especial para más de cien personas. Era la fecha elegida con la esperanza de escapar de un régimen represivo del que no podían esperar más que la muerte o la cárcel, como venían viendo que les iba ocurriendo a tantos familiares y amigos.


Aquella noche oscura soñaron con un futuro mejor y más justo. Aún no sabían lo que les aguardaba. Se conocen todavía pocos detalles sobre su frustrada fuga. La versión más extendida hasta ahora es la de que fracasó debido a un cúmulo de infortunios. Pero desde hace poco se abre paso la hipótesis de que el desbaratamiento de una fuga anterior había puesto sobre aviso a la Brigada de Investigación de la guardia civil, la cual se encontraría ya mobilizada y desplegada para realizar una emboscada.


El escultor Pepe Galán ante los nombres de las víctimas de O Portiño inscritos en el monumento del que es autor, levantado en el lugar de los hechos. Fuente: El País, 10-04-2008.
Sólo se tiene constancia, de momento, de la identidad de 19 asesinados en O Portiño. Sus nombres y apellidos, grabados y rellenados con plomo, el mismo material que el de las balas que les mataron, figuran en el monumento que rinde homenaje a todas las víctimas de aquella fuga frustrada en este rincón del mar coruñés.

Un monumento a los sueños de unos jóvenes que sólo deseaban poder vivir en libertad.






Fuentes documentales


Bibliografía y publicaciones en PDF


- De Juana, J. y Prada, J. Lo que han hecho en Galicia : violencia, represión y exilio (1936-1939). Crítica, Barcelona, 2006.


Revistas digitales

- "Numeroso grupo do detidos no Portiño". Gaceta d’O Portiño. Número único, marzo de 1937-2008. Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica da Coruña.

- Ledo Andión, Margarita (2010): "Fotografías desde donde el mundo se llama Galicia", en Revista Latina de Comunicación Social, 65. La Laguna (Tenerife): Universidad de La Laguna, páginas 146 a 158, recuperado el 22 de mayo de 2010, de http://www.revistalatinacs.org/10/art/888_USC/11_Margarita_Ledo.html DOI: 10.4185/RLCS-65-2010-889-146-158.-

Prensa digital


- “El corredor del reencuentro”. Artículo de P. Obelleiro. Fuente: El País, edición Galicia, 10-04-2008.

- “La fuga do Portiño”. Artículo de C. Fernández. Fuente: La voz de Galicia, 31-05-2009.

- “Setenta anos da fuga do Portiño”. Artículo de A. Rodríguez. Fuente: La Opinión de A Coruña.

- “A libertade tuncada”. Articulo de M. Dopico. Fuente: Galicia Hoxe.


Webgrafía


- “12 de abril: Inauguración do monumento aos “Fuxidos do Portiño” na Coruña”. Fuente:
C.N.T.A.I.T. Confederación Galáica
- “Homenaje en el muelle de O Portiño". Fuente: C.N.T. Confederación Nacional del Trabajo.

- "Campo de la Rata". Fuente: WikiPedia

Material audiovisual


- “Homenaxe aos do Portiño”. Fuente: YouTube

- “A fuxida do Portiño”. Fuente: YouTube















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Fugas de las prisiones franquistas (1). "Cierra la jaula, Queipo, que se te escapan los Canarios".

El "Viera y Clavijo" surca el mar poco antes de su desguace en Holanda. Fuente: Lo que pasa en Tenerife

“Estos que ves ahora deshechos, maltrechos, furiosos, aplanados, sin afeitar, sin lavar, cochinos, sucios, cansados, mordiéndose, hechos un asco, destrozados, son, sin embargo, no lo olvides, hijo, no lo olvides nunca pase lo que pase, son lo mejor de España, los únicos que, de verdad, se han alzado, sin nada, contra el fascismo, contra los militares, contra los poderosos, por la sola justicia; cada uno a su modo, a su manera, como han podido, sin que les importara su comodidad, su familia, su dinero. Éstos que ves, españoles rotos, derrotados, hacinados, heridos, soñolientos, medio muertos, esperanzados todavía en escapar, son, no lo olvides, lo mejor del mundo. No es hermoso. Pero es lo mejor del mundo. No lo olvides nunca, hijo, no lo olvides.”

Max Aub: Campo de Almendros.


18 de julio de 1936 en Tenerife. Como en el resto de España, también en Canarias ese mismo día comenzó un programa de detenciones, encarcelamientos y muertes, de carácter masivo pero no indiscriminado, de los progresistas más significados de la isla.


Según el historiador Sergio Millares alrededor de 20.000 canarios fueron encarcelados en un momento u otro de esos primeros pasos de la dictadura. Así, en Tenerife se hicieron tristemente famosas las llamadas prisiones flotantes –barcos anclados en la bahía de Santa Cruz que fueron llenados de presos- y el campo de concentración instalado en la empaquetadora de Fyffes, empresa británica que exportaba el plátano canario a Europa.


Conocidos como los "pontones", muchos barcos anclados en la rada de Santa Cruz de Tenerife como el de la imagen fueron utilizados para albergar a una gran cantidad de prisioneros republicanos. Fuente: Lo que pasa en Tenerife
El terror presidía esos improvisados presidios. En La Isleta, los presos tenían que realizar trabajos forzados y sufrían palizas continuas a cargo de los llamados "cabos de vara",que eran presos comunes dispuestos a todo por algunas prebendas. Con menos palizas y castigos, el campo de Gando era algo más llevadero aunque el tifus y otras enfermedades minaban la salud de los presos hasta que muchos de ellos morían.

En Fyffes no había palizas ni trabajos forzados, siendo el hacinamiento el principal problema. Lo peor llegaba, sin embargo, por las noches cuando militares y, sobre todo, falangistas, llegaban con listas de presos que eran sacados y desaparecían para siempre. La incertidumbre ante la posibilidad de que dijeran su nombre era, con toda seguridad, la mayor tortura a la que podía ser sometida una persona.


Prisioneros republicanos en Fyffes, junto a algunos de sus guardianes. Fuente: Todos los Rostros
Se calcula el numero de muertos y de desaparecidos a consecuencia de la represión franquista en el Archipiélago en unas 2.000 personas, mil quinientas en la provincia de Santa Cruz y quinientas en la de Las Palmas.

Con las cárceles y los campos colapsados por quienes pertenecían o simpatizaban con los partidos que se adhirieron al Frente Popular, republicanos de izquierda, socialistas, comunistas y anarquistas, el 17 de agosto se decidió deportar a 37 de los más significados repartiéndolos entre La Güera y Villa Cisneros, la actual Dakhla, en la por entonces colonia española del Sáhara Occidental.


Mapa del antiguo Sahara Español. Fuente: El Pueblo Olvidado
Fueron trasladados en el vapor correo interinsular "Viera y Clavijo". Entre ellos iban médicos, maestros, obreros, y cargos electos de distintos ayuntamientos y de otras instituciones de la isla. Durante el traslado, la tripulación del buque dio muestras de afecto y simpatía hacia los detenidos Republicanos, lo que a la larga tendría sus consecuencias.

Llegados a su destino, desde el primer día fueron obligados a realizar trabajos de construcción, como zanjas, letrinas o pistas. Vigilados continuamente por la MIA -grupo de tropas nómadas locales al servicio del ejército español- fueron fraguando desde el primer momento los planes que les permitieran escapar.


De vez en cuando algunos de los presos eran trasladados a Tenerife para ser interrogados y juzgados, pero ninguno volvía y no se volvía a saber más de ellos. Esto acentuaba todavía más la obsesión por la fuga.



Tropas nómadas del Sahara, al servicio del ejército español. La imagen es muy posterior a los hechos narrados aquí pero seguramente la indumentaria y el armamento fueran muy similares. Fuente: ZonaMilitar
Más adelante la vigilancia de la MIA fue sustituida por un destacamento del Regimiento de Infantería Canarias nº 39 y entre algunos suboficiales y la tropa comenzó una gran camaradería con los prisioneros, de tal forma que los soldados participaron activamente en la conspiración para la fuga. En efecto, querían salir de allí, pero hacerlo por tierra hubiera supuesto ocho días de penosa marcha por el desierto hasta llegar a la zona francesa y las posibilidades de ser capturados antes eran muy grandes. La única salida era el mar.

En marzo de 1937 se presentó la mejor ocasión para escapar y ésta no fue desaprovechada. El capitán gobernador de la guarnición se tuvo que desplazar hacia el interior para reclutar tropas nómadas y, al mismo tiempo, se esperaba la arribada del vapor "Viera y Clavijo".


La madrugada del día 13, los conjurados se adueñaron del fuerte y del polvorín y destruyeron la antena de radio de 70 metros de altura que comunicaba la colonia con Canarias.


Antena de la estación radiotelegráfica de Villa Cisneros, en una imagen de 1923. Fuente: Historias de El Pardo
El siguiente paso era la captura del buque que estaba ya anclado en la bahía, para lo que se obligó al práctico del puerto a acercarse en su falúa, en la que iban 12 hombres armados, mientras que otro grupo se dirigía en camión hacia la punta de la rada con una ametralladora.

Una vez tomado el "Viera", la tripulación de éste y algunos oficiales se sumaron a la revuelta. El barco partió con 23 presos, 93 militares del regimiento de Infantería y 34 miembros de la tripulación, más dos marineros mercantes militarizados que iban en el barco como pasajeros. Un total de 152 republicanos que se dirigieron rumbo al puerto de Dakar, en la colonia francesa de Senegal.


Antigua fotografía del puerto de Dakar (Senegal). Fuente: Senegal Online
Tres días después, el 17 de marzo de 1937, al acercarse a la costa senegalesa, los amotinados izaron una bandera republicana, a lo cual, desde el fuerte galo, respondieron izando otra idéntica. Los presos se sintieron por fin a salvo. Poco importaba que las autoridades francesas les retuvieran dos días sin bajar a tierra hasta que consiguieron el permiso para desembarcar.

La noticia de la fuga fue muy celebrada en la Zona Republicana y dio lugar a todo tipo de bromas y chascarrillos, como una muy conocida, “ Cierra la jaula, Queipo, que se te escapan los Canarios”, atribuida a la Pasionaria.


Lamentablemente, la fuga ocasionó también que las autoridades franquistas redoblaran su feroz represión en Canarias. De hecho, el propio Millares vincula esta fuga a los asesinatos de un centenar de personas en el norte de Gran Canaria entre el 18 de marzo y el 4 de abril de 1937. Muchos familiares de los tripulantes del "Viera y Clavijo" son detenidos esos días.


Sima de Jinámar, en Telde (Gran Canaria). Nunca se sabrá el número de republicanos asesinados y arrojados a ella, previamente torturados por los falangistas. Para intentar tapar la ignominia, las autoridades franquistas vertieron toneladas de basura y escombros. Incluso llegaron a dinamitar su interior. Fuente: Bentaguayre, en Panoramio
En los días posteriores, los fugados republicanos de Villa Cisneros fueron siendo embarcados hacia Marsella, en Francia, desde donde la mayoría cruzaron la frontera para unirse al Ejército Republicano. Posteriormente algunos llegaron a combatir en el bando francés durante la II Guerra Mundial.

Tras la derrota de Francia en Junio del 40 muchos fueron capturados y enviados a Alemania al desentenderse el gobierno de Franco sobre su suerte, al campo de exterminio de
Mathausen donde varios perecieron. Otros fueron encarcelados y fusilados tras ser capturados en España.

Sirva esta entrada para rescatar del absoluto olvido a aquellos valientes y como justo homenaje a todos los Canarios que lucharon en defensa de la República y de la Libertad.




Fuentes documentales


Bibliografía


- López Felipe, J.F. La represión franquista en las Islas Canarias, 1936-1950. Ed. Benchomo, coeditado con el Cabildo de Tenerife (ed.), 2002.
- Mañá, G. (et al.). La voz de los naúfragos. La narrativa republicana entre 1936 y 1939. Ediciones De la torre, Madrid, 1997.

Prensa digital


- “El barco de la libertad”. Artículo de M. Padilla, 31-08-2008. Fuente: Lo que pasa en Tenerife

- "La brutalidad de Fyffes marca un hito trágico en la historia de Canarias". Entrevista de E. García Rojas al historiador Sergio Millares, 16-03-2003. Fuente: Diario de Avisos

- “La fuga de Villa Cisneros”. Artículo de J. Naranjo, 12-03-2010. Fuente: GuinGuinBali


Webgrafía


- “Villa Cisneros, colonia penitenciaria. Fugas y deportados”. Fuente: Foro de Historia Militar El Gran Capitán

- “La fuga hacia la libertad”, artículo de María Zambrano publicado en Hora de España, Valencia, el 7 de julio de 1937. Fuente: Historia de Canarias

- “Port-Etienne y Dakar, refugio de republicanos canarios durante la Guerra Civil”. Artículo del historiador Sergio Millares. Fuente: Historia de Canarias

Material audiovisual

- "Huesos", canción de Pedro Guerra dedicada a todos los hombres y mujeres que aún pemanecen enterrados en las fosas comunes del franquismo. Fuente: YouTube
- "Españoles en el campo de concentración de Mauthausen". Fuente: Youtube

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